Chris Natt (Reino Unido), 31
Blast Proof
Sus simulaciones reactivas de minas antipersona ayudan a los responsables de eliminarlas a trabajar de forma más segura y conocer mejor los riesgos a los que se enfrentan
Han pasado dos años desde que expiró el plazo para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fijados en el año 2000 por Naciones Unidas (ONU). Además de las ocho metas que siguen sin alcanzarse, algunos países se autoimpusieron sus propios objetivos. Es el caso de Laos y Camboya, que se comprometieron erradicar las minas de su territorio para el año 2015. Y al igual que los ocho ODM oficiales, el sueño de hacer desaparecer las minas del suelo de estos países tampoco se ha cumplido todavía. En abril de este año, el secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que es necesario mantener el desminado como prioridad de la agenda internacional.
Una de las personas que podría ayudar a cumplir con este noveno OMD es el ingeniero de diseño y estrategia Chris Natt, quien ha desarrollado una herramienta que favorece el trabajo de los técnicos antiminas. Gracias a su iniciativa, Natt se ha convertido en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Europa 2017 de MIT Technology Review en español. El joven explica que las minas antipersona siguen activas años después de su colocación y no están hechas "para matar" sino para producir daños irreparables como la pérdida de extremidades.
Las labores actuales de desminado suelen llevarlas a cabo personas sin instrucción, empleados y entrenados por ONG, que se dedican a la extracción de las minas de manera manual, por lo que cualquier error, puede ser fatídico. Con ellos en mente, Natt ha creado Blast Proof, una herramienta de entrenamiento reactivo para mejorar la percepción de peligros y los posibles escenarios de acción. Su objetivo es identificar y desarrollar nuevos métodos de trabajo que ayuden prevenir lesiones en los equipos locales dedicados a la remoción manual de minas.
El dispositivo consiste en una réplica electrónica reactiva de una mina antipersona que se "detona" ante una perturbación. Pero en lugar de explotar, desencadena una serie estímulos auditivos, visuales y táctiles. Estas falsas minas imitan la forma, el peso, la sensibilidad y la imprevisibilidad de las minas reales. Además, tienen sensibilidad ajustable para su uso en el entrenamiento. De momento, los prototipos se fabrican por impresión 3D, aunque Natt explica que ese no será el método final de producción.
Blast Proof nació en 2012 durante el último año de estudios de Natt en el Programa de Maestría en Ingeniería de Diseño de Innovación en la Royal College of Art de Londres (Reino Unido). Anteriormente el joven había trabajado en Loowatt, un proyecto en Madagascar para el desarrollo de inodoros que no requieren agua. También ha trabajado como ingeniero de diseño en el proyecto Helixcentre, centrado en la rehabilitación víctimas de accidente cerebrovascular. Este sencillo repaso a su currículum demuestra su dedicación casi plena para "ayudar a las personas desde la industria de la ingeniería", afirma. Para él, se trata de "un trabajo fascinante".
El ganador de Innovadores menores de 35 España en 2013 Luis Alonso, que ahora ejerce como juez de la competición, considera que el proyecto de Natt no sólo es "innovador", sino que "tiene un alto impacto en el campo humanitario". En opinión de este experto, Blast Proof "cambia la manera de abordar las operaciones humanitarias de remoción de minas terrestres de una manera educativa, más segura, una misión que afecta a más de 50 países en el mundo".