Cadenas de bloques y aplicaciones
Nace una red social con emojis inteligentes que copian la expresión del usuario
Polygram funciona mediante inteligencia artificial que se ejecuta directamente en el teléfono. Con ella es imposible fingir una reacción, sus emojis reconocen y copian la reacción del usuario. ¿Ha llegado la nueva era de los emoticonos?
Una nueva app está intentando que sea más fácil reaccionar a las fotos y vídeos de los amigos en redes sociales. Para ello, utiliza inteligencia artificial (IA) para capturar la expresión facial del usuario y traducirla automáticamente a una variedad de emojis.
Polygram, gratuita y de momento sólo disponible para iPhone, es una aplicación social que permite compartir fotos, vídeos y mensajes. A diferencia de Facebook, por ejemplo, donde el usuario tiene un pequeño rango de reacciones predefinidas para elegir, Polygram utiliza una red neuronal que se ejecuta en el teléfono para averiguar si el usuario está sonriendo, frunciendo el ceño, aburrido, avergonzado, sorprendido, y mucho más.
El cofundador de Polygram Marcin Kmiec explica que la aplicación captura la cara con la cámara frontal del teléfono y analiza secuencias de imágenes lo más rápido posible, en lugar de sólo fijarse en puntos específicos de la cara como las pupilas y la nariz. Esto se hace directamente en el teléfono, mediante su unidad de procesamiento gráfico.
Cuando se mira un post en la aplicación (de momento los posts parece que se limitan a una cantidad sospechosa de lujosos sitios de vacaciones, coches sofisticados, y mujeres con ropa ceñida), aparece un pequeño emoji amarillo abajo de la pantalla, cuya expresión cambia de forma paralela a la del usuario. Hay un ligero retraso de 20 milisegundos, que apenas se nota, entre lo que se expresa en la cara y lo que aparece en la aplicación. La app graba la respuesta (o respuestas, si la expresión cambia varias veces) en un pequeño registro de emojis en el lateral de la pantalla, junto con los de otros usuarios que ya hayan visto la misma publicación.
La aplicación está claramente dirigida a atraer a personas preocupadas por la imagen que dan en redes sociales. Los usuarios pueden ver un recuento de las reacciones de emoji a cada foto o vídeo que publican en la aplicación, así como detalles sobre quiénes vieron el post, cuánto tiempo lo miraron y dónde estaban. Esto podría ser útil para algunos megausuarios, pero podría desincentivar a aquellos los más cautelosos acerca de cómo se rastrea su actividad, incluso cuando es anonimizada.
Y, como muchos fabricantes de aplicaciones saben, es difícil tener éxito en redes sociales; por cada Instagram o Snapchat hay innumerables versiones que no consiguen afianzarse (¿se acuerda de Secret? ¿O de Google+?). De momento, los fundadores de Polygram se están concentrando en usar la tecnología en su propia aplicación, pero creen que podría ser útil en otros tipos de aplicaciones, como la telemedicina, donde se podría utilizar para medir la reacción de un paciente a un médico o enfermera, por ejemplo. Eventualmente, dicen, se pueden lanzar herramientas de software que permitan a otros desarrolladores crear sus propias aplicaciones para la tecnología.