Computación
La ubicación de su móvil le condenó. La ausencia de una orden judicial podría salvarle
Timothy Carpenter fue condenado por robo a mano armada gracias, en parte, a los datos móviles de su ubicación, que la policía obtuvo necesidad de una orden. Ahora, el condenado defiende que este registro viola la Cuarta Enmienda de la Constitución de EEUU
El Tribunal Supremo de Estados Unidos va a recibir un nuevo caso que podría hacer más difícil que las autoridades rastreen los datos móviles de localización.
En el país, las agencias federales y los departamentos policiales pueden averiguar muchas al rastrear el uso de smartphones de la gente. Para conseguirlo, uno de sus trucos más útiles es solicitar información a los proveedores de telecomunicaciones para averiguar qué torres de telefonía móvil ha utilizado un dispositivo. Esto permite que la policía demuestre que un sospechoso se encontraba en las inmediaciones de una escena de crimen en un momento determinado. A menudo, las fuerzas de seguridad pueden acceder a esta información sin necesidad de una orden judicial.
Esta técnica fue justo la que consiguió las pruebas necesarias para apoyar el procesamiento de Timothy Carpenter, acusado de robo a mano armada en 2011. En total, los investigadores recopilaron sus datos móviles de 127 días, los cuales ofrecieron 12.898 puntos de datos de ubicación que sirvieron para determinar si Carpenter se encontraba cerca de la escena de sus presuntos crímenes. Las pruebas fueron utilizadas para construir el caso en su contra en el tribunal, y finalmente fue condenado.
Pero ahora la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) está ayudando a Carpenter en una apelación que será escuchada por el Tribunal Supremo de EEUU. El argumento de la ACLU: que la investigación de los datos de ubicación de su móvil por parte de la policía sin una orden judicial representa una violación de los derechos de Carpenter, los cuales están protegidos por la Cuarta Enmienda de la Constitución de EEUU, que protege contra las búsquedas e incautaciones irrazonables.
"Debido al hecho de que los registros de localizaciones móviles pueden revelar innumerables detalles privados de nuestras vidas, la policía solo debería poder acceder a ellos tras obtener una autorización basada en una causa probable", explicó el abogado de personal de la ACLU, Nathan Freed Wessler. El Gobierno de EEUU, por su parte, sostiene que solo debe demostrar que existen "motivos razonables" para obtener los datos.
Como señala Reuters, el historial reciente del Tribunal Supremo sugiere que el veredicto podría inclinarse a favor de Carpenter y la ACLU. Durante los últimos cinco años, el tribunal ha escuchado otras dos apelaciones relacionadas con la vigilancia tecnológica, una sobre el rastreo GPS de un vehículo y la otra sobre la búsqueda de un smartphone. En ambas ocasiones, los veredictos fueron en contra de la postura de las agencias policiales. Si el tribunal falla a favor de Carpenter, la policía estadounidense necesitaría una orden de detención antes de poder obtener datos de localización móviles.
(Para saber más: ACLU , Reuters , Los registros de llamadas móviles pueden revelar mucha información a la NSA)