Cadenas de bloques y aplicaciones
Los clones digitales nos permitirán 'vivir para siempre' en un ordenador
Con un 'selfie' y un poco de audio, la 'start-up' Oben crea avatares que hablan (y cantan) como si fuéramos nosotros mismos (más o menos). Los gestores de patrimonio de las estrellas pueden empezar a frotarse las manos con la posibilidad de seguir explotando a las celebridades muertas
Foto: Oben puede generar un avatar animado que habla y canta con la voz del usuario.
Conocí a Nikhil Jain en persona, pero lo que ahora veo en la pantalla que tengo delante es una pequeña versión animada de él, de cintura para arriba, que habla con el mismo tono y acento inglés. Pero esta versión de Jain es calva (el pelo resulta muy difícil de animar de forma convincente), y su voz tiene un cierto timbre robótico.
Durante los últimos tres años, Jain ha estado trabajando en la start-up que cofundó y dirige, Oben. Está desarrollando una tecnología que emplea una única imagen y un clip de audio para automatizar la generación de una especie de alma digital: un avatar cuyo aspecto y voz se parecen mucho al de la persona original y puede programarse para decir o cantar cualquier cosa.
Por supuesto, el muñeco no será realmente usted (ni Beyoncé, Michael Jackson, o quienquiera que represente el avatar de Oben) pero sería una aproximación decente y divertida, útil para todo tipo de cosas. Tal vez, al igual que le pasa a Jain, le gustaría disponer de una versión virtual de sí mismo para leer cuentos a sus hijos cuando no puede estar allí en persona. Tal vez sea una celebridad que quiere cantar a dúo con sus fans con su avatar desde una app móvil o de realidad virtual, o el administrador del patrimonio de una celebridad fallecida que quiera seguir manteniendo "viva" a esa persona con actuaciones basadas en avatar. Las oportunidades son infinitas, y tal vez infinitamente inquietantes.
Oben, con sede en California (EEUU), ha recaudado alrededor de unos 8 millones de euros hasta ahora. La empresa planea lanzar una app hacia finales de este año que permitirá a la gente crear su propio avatar personal y compartir clips de vídeo de su "yo digital" con amigos. Oben también está colaborando con algunos grupos de música en Asia para desarrollar avatares móviles diseñados para cantar dúos con aficionados, y el mes pasado anunció que lanzará una versión para realidad virtual en la popular app social WeChat, que será compatible con el casco HTC Vive.
Por ahora, producir un avatar de la misma calidad que tenía el que me enseñó Jain aún requiere mucho tiempo, y no incluye el cuerpo por debajo de la cintura (Jain dice que la empresa está experimentando con la animación de otras partes del cuerpo, pero sobre todo se está "centrando en otras cosas"). Aunque se puede crear el avatar a partir de tan solo una foto y dos lecturas de 20 minutos desde un texto rico en fonemas (cuantos más, mejor), el sistema de aprendizaje profundo de Oben aún tarda ocho horas en hacer un avatar convincente. Esto incluye la limpieza del audio grabado, la generación de una huella de voz para la persona que refleje cualidades como el acento y el timbre, y la elaboración del modelo visual en 3D (los movimientos faciales se predicen a partir del selfie y la huella de voz, explica Jain). Mientras que la voz suena bastante bien, los clips de canto sonaban como algo generado por Auto-Tune.
Los avatares de la futura app no serán tan perfectos pero se crearán más rápido, señala. Oben también intenta averiguar cómo emparejar la velocidad y las expresiones faciales para que los avatares puedan hablar cualquier idioma de forma natural. De momento, están limitados a inglés y chino.
Si las copias digitales como las de Oben resultan convincentes, surigirían preguntas sobre cómo evolucionarán nuestros "yo digitales" con el paso del tiempo. Si fallecemos, ¿deberían sobrevivirnos? ¿Resulta inquietante que otros utilicen las migas digitales que dejamos tras nosotros para recrear de algún modo nuestros yo digitales, como muestra este vídeo de demostración que produjo Oben hace un par de años?
Jain no está seguro de cuál es la respuesta correcta, pero está de acuerdo en que, al igual que otras empresas que gestionan datos de usuario, Oben tendrá que abordar lel tema de la muerte. Y más allá de grandes preguntas, el tema conlleva unas grandes oportunidades de negocio en potencia. Es probable que el modelo de negocio de la empresa esté predicado, en parte, en ella: asegura que los administradores del patrimonio de numerosas celebridades, algunos fallecidos desde hace largo tiempo, algunos más recientemente, han contactado con Oben.