Cadenas de bloques y aplicaciones
Facebook podría estar aprovechándose de los adolescentes deprimidos para vender publicidad
Un documento filtrado sugiere que la red social analiza los estados de ánimo para detectar usuarios jóvenes que afirman sentirse "ansiosos" e "inútiles" a los que los anunciantes pueden dirigir sus anuncios de forma eficaz
Parece que Facebook está utilizando su impresionante caché de datos de usuario para identificar adolescentes, incluidos los que se sienten deprimidos, para vernder anuncios dirigidos a este segmento de la población.
Según Ars Technica, The Australian ha obtenido un documento filtrado que describe el discurso de ventas de la red social para anunciantes en potencia.
Según el informe, el atractivo comercial de este documento de 2017 consiste en que los algoritmos de Facebook pueden determinar, y permitir a los anunciantes dirigirse a, "momentos en los que la gente joven necesita un impulso de autoestima". Si esa frase no es lo suficientemente clara, el documento de Facebook ofrece una letanía de estados emocionales adolescentes que afirma poder estimar en función de cómo los adolescentes utilizan el servicio. Entre estos estados se incluyen "falta de valor", "inseguridad", "abatimiento", "ansiedad", "frivolidad", "inutilidad", "estupidez", "abrumado", "estresado" y "fracasado".
El documento sugiere que se han dirigido anuncios a usuarios de tan solo 14 años, residentes de Australia y Nueva Zelanda. Facebook no hizo ningún comentario a las preguntas de The Australian sobre si la empresa emplea tácticas similares en otros países.
Al principio, la empresa emitió una especie de disculpa, haciendo referencia al documento como un "fallo de proceso" y mencionando la posibilidad de "medidas disciplinarias". Pero después emitió un breve comunicado en el que aseguró que el artículo del Australian era "erróneo" y afirmó que no dirige anuncios basados en el estado emocional de los usuarios.
Con casi 2.000 millones de usuarios, Facebook es uno de los servicios de internet más potentes del mundo. Por tanto, tal vez no sorprenda que las controversias sobre la manera en la que gestiona los datos de usuario parecen ser constantes. En 2014, por ejemplo, varios de los investigadores de la empresa publicaron un trabajo en una destacada revista en el que describieron cómo manipularon los muros de 700.000 usuarios con varios grados de contenidos alegres o tristes para estudiar sus reacciones. Más recientemente, se descubrió que Facebook compraba datos sobre los comportamientos de los usuarios fuera de red a terceros, y los empleaba para mejorar su entendimiento de cómo dirigir los anuncios con mayor precisión.
Ya se sabe que cualquier gran poder conlleva una gran responsabilidad. Pero el historial de Facebook de manipular los datos a su antojo sugiere que no entiende el alcance de su obligación con los usuarios. Al menos, la empresa se ha demostrado repetida e increíblemente sorda ante lo que una persona corriente podría interpretar como un comportamiento espeluznante e intrusivo.
Y eso nos lleva a una pregunta que exploramos recientemente en profundidad: ¿Cuánto poder es demasiado para una única empresa?
(Para saber más: Ars Technica, Así aprende Facebook sobre tu vida fuera de internet: brókers de datos, Necesitamos alternativas a Facebook, la gran 'caja tonta' de internet)