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Azul tarántula para mejorar los colores de las pantallas

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Investigadores estudian el color estructural de las arañas más grandes del planeta para imitar con tecnología la generación de este tipo de colores

  • por Kenrick Vezina | traducido por Teresa Woods
  • 07 Diciembre, 2015

Si miramos más allá del pelo, los colmillos sobredimensionados y la profusión de ojos y patas, las tarántulas realmente son bastante hermosas. Existen unos especímenes de estilo Halloween con cuerpos de un negro intenso y vivos acentos en color óxido; también las hay de un amarillo limón, de un cromado digno de un coche de exposición y de una variedad de azules eléctricos. Es precisamente la naturaleza de estos azules lo que diferencia a las tarántulas de otros animales y acapara el interés de biólogos e ingenieros de materiales.

Arielle Duhaime-Ross de The Verge habló con los autores de un estudio publicado la semana pasada en Science Advances que examinaba la estructura microscópica y los orígenes evolutivos de la coloración idiosincrática de las tarántulas.

Los azules metálicos no son exclusivos de las tarántulas. Se pueden encontrar en muchos escarabajos y mariposas, e incluso en los cuervos comunes bajo cierta iluminación. Esa iluminación es la clave. Se le perdonaría que no se hubiera dado cuenta de ello, pero el azul de las tarántulas no es iridiscente -es decir, no cambia de color dependiendo del ángulo-. "Ese es el diferenciador clave de los colores estructurales altamente iridiscentes observados en la mayoría de los pájaros, mariposas y escarabajos ", escribe Duhaime-Ross. Sigue para citar a Todd Blackledge, uno de los autores y un arqueólogo de la Universidad de Akron (EEUU). "Esto significa que las tarántulas potencialmente representan un modelo muy importante para el diseño de tecnologías para generar color en televisores, móviles y otros dispositivos de modo que resulten más fáciles de ver".

La iridiscencia que normalmente acompaña el color estructural es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de la tecnología con este mismo tipo de colores. La mayor parte de los colores artificiales de nuestro mundo se basa en los pigmentos, unos materiales que absorben determinadas ondas de luz. El clorofilo de las plantas, por ejemplo, es un pigmento que recoge cada onda de luz salvo el verde -y es la luz reflejada que proporciona a las hojas su tono verde-. Utilizamos los pigmentos en nuestras pinturas, ropa y hasta alimentos, pero estos tienden a degradarse con el tiempo y no parecen ser capaces de lograr la misma intensidad que los colores estructurales.

En noviembre, unos científicos lograron crear un suave material con un color estructural que cambia de rojo a verde y a azul con el aumento de la temperatura; hecho a imagen y semejanza del mismo modo en que los camaleones cambian el color de su piel. Alteran dinámicamente el espaciado de los nanocristales de su piel, que a su vez cambian la manera en la que su piel refleja la luz. Los resultados son unos dramáticos cambios de color que no se parecen a ningún otro animal terrestre. Los investigadores consiguieron un efecto parecido mediante el uso de partículas de sílice suspendidas en un gel.

Este otoño, Katherine Derla informó en Tech Times de un nuevo supermaterial negro hecho con una estructura microscópica de nanotubos de carbono sobre una esfera de nanopartículas que absorbe hasta el 99% de la luz visible. "El color resultante es tan oscuro", escribe Derla, "que el ojo humano es incapaz de percibirlo. Las personas que han visto este material dijeron que daba la sensación de estar asomándose a un abismo sin fondo o agujero negro".

Los investigadores sacaron su inspiración del género ultrablanco de escarabajos Cyphochilus, invirtiendo la ingeniería de su color estructural para crear su material.

Duhaime-Ross y los investigadores de las tarántulas reconocen que queda mucho para poder definir cualquier aplicación basada en sus investigaciones. Aunque tienen una idea mucho más fundamentada de cuáles son las estructuras microscópicas responsables de la coloración azul brillante de estos animales, aún no entienden cómo reproducirlo. El estudio de las tarántulas forma parte de un esfuerzo más amplio por entender mejor cómo las plantas y animales consiguen su coloración brillante y lograr que los científicos de materiales puedan imitarla.

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