Cambio Climático
Los negacionistas del cambio climático mienten o se autoengañan cegados por el poder
El fiscal General de EEUU está empezando a librar una batalla contra las empresas que niegan las evidencias científicas
Recientemente, el fiscal General del Estado de Nueva York (EEUU) anunció una investigación sobre los comunicados y las políticas sobre el cambio climático de la empresa Exxon Mobil. El fiscal General Eric Schneiderman emitió una citación amplia para la empresa petrolífera más grande del mundo del sector privado, con la intención de descubrir si Exxon Mobil engañó al público y a sus inversores con unas declaraciones que contradijeron sus propias investigaciones internas acerca del cambio climático. La investigación representa la señal más clara hasta la fecha de que las empresas de combustibles fósiles aún tienen que sincerarse acerca de su larga y bien financiada historia de negación y mentiras acerca de la ciencia del cambio climático.
En un caso independiente pero relacionado, la oficina de Schneiderman también anunció un acuerdo con Peabody Energy, la empresa de carbón que cotiza en bolsa más grande del mundo, después de una investigación de dos años de duración que concluyó que el programa de negación del cambio climático había "violado las leyes de Nueva York que prohíben la conducta falsa y engañosa en las declaraciones de la empresa al público y a sus inversores". Como parte del acuerdo, Peabody Energy modificará sus divulgaciones anteriores para afirmar que "las preocupaciones acerca de los impactos medioambientales de la quema de carbón... podrían afectar de forma significativa la demanda de nuestros productos o nuestros valores".
Estos casos suscitan la pregunta: ¿qué creen realmente las personas que elaboraron estas estrategias? Cuestionar la ciencia, en general, no representa el camino hacia la rentabilidad dentro del negocio del gas o del carbón. ¿Eran unos cínicos o simplemente estaban equivocados?
Planteé esa pregunta en 2013 a Greg Boyce, el CEO de Peabody Energy, el principal productor estadounidense de carbón. La empresa tiene un largo historial de negacionismo climático, incluso más vociferante que el de las empresas petrolíferas. Pero en 2013, cuando me reuní con Boyce en su oficina en San Luis (EEUU) y empezó la investigación del fiscal General, Peabody Energy había cambiado su estrategia: puede que se esté produciendo el cambio climático y puede que sea atribuible a la actividad humana, concedió Boyce, pero nos enfrentamos a un problema mucho más inmediato: cómo llevar electricidad a las más de mil millones de personas a nivel mundial que viven sin ella.
"Lo consideramos un problema moral", me dijo Boyce.
Las empresas de combustibles fósiles, argumentó, están moralmente obligadas a seguir produciendo y quemando sus productos para llevar luz y electricidad a las comunidades menos favorecidas - incluso a costa de destruir los entornos de los que dependen esas mismas comunidades. Esto, podríamos decir, es un argumento algo invertido. Boyce no me pareció, sin embargo, un hombre que busque defraudar de manera activa; estaba realmente convencido de la verdad, o al menos la plausibilidad, de lo que decía.
En su libro de 2011, Deceit and Self-Deception: Fooling Yourself the Better to Fool Others, el antropólogo de la Universidad de Rutgers (EEUU) Robert Trivers examina las raíces evolutivas del autoengaño. Según la crítica del libro de The Guardian, Trivers "explica cómo el impulso del hombre por alcanzar el poder y el control se corresponde con la ignorancia y el autoengaño". Magnificado por el poder del dinero, la importancia atribuida a la "producción de valor para los inversores", el culto del CEO omnisciente y la burbuja autorreforzante en la que viven y operan los ejecutivos de los combustibles fósiles, estas fuerzas se muestran claramente en el autoengaño y la confusión moral de los ejecutivos de combustibles fósiles. (Vale la pena señalar que esto es aplicable sobre todo a las empresas estadounidenses de combustibles fósiles; las empresas europeas han adoptado una postura mucho más realista y progresista acerca de los efectos sobre el medio ambiente).
Sean cuales sean sus creencias personales acerca del cambio climático - un puzle psicológico que necesitaría de todo un departamento universitario para resolverse - está claro que los ejecutivos de Exxon Mobil, Peabody Energy, y otras empresas de combustibles fósiles han participado en una campaña larga, exhaustiva y penetrante de ignorancia y autoengaño. Pronto descubrirán lo que esas campañas les costarán.