Sus sensores para el habla y los datos de llamadas y GPS predicen los cambios de estado anímico de los pacientes con un 97% de fiabilidad
El trastorno bipolar es una enfermedad caracterizada por cambios de humor que varían entre la euforia extrema y la depresión grave. A un lado de este espectro, los pacientes experimentan ánimos e hiperactividad extremos, mientras que al otro lado del espectro se sienten devastadoramente bajos y letárgicos. Estos estados de humor pueden cambiar rápidamente, durar semanas o meses, y estar separados por largos períodos de tiempo, a veces años.
Poder identificar estos cambios de humor a tiempo para iniciar el tratamiento es una tarea difícil. No existen biomarcadores fiables para este trastorno, por lo que los pacientes normalmente son sometidos a pruebas psicológicas diseñadas para medir su estado mental. Inevitablemente, un diagnóstico preciso a menudo se produce con un retraso relacionado con los cambios de humor producidos.
Así que un método preciso para diagnosticar los cambios de humor cuando se producen sería enormemente útil para los pacientes y los profesionales de la salud por igual.
Venet Osmani del Centro para las Investigaciones y la Experimentación de Telecomunicaciones para Comunidades en Red (CREATE-NET, por sus siglas en inglés) en Trento (Italia) ha dado un paso significativo hacia ese objetivo. Osmani dice que los patrones del comportamiento asociados con el trastorno bipolar pueden ser detectados con precisión por unos sensores de smartphone que permiten identificar los cambios de humor según se producen.
La gente que padece del trastorno bipolar frecuentemente demuestra patrones de comportamiento bien conocidos que delatan su condición. Por ejemplo, la fase maníaca a menudo es caracterizada por la hiperactividad, que se puede medir con un acelerómetro y un dispositivo de GPS, por la velocidad acelerada del habla, que se puede monitorizar con el análisis del habla, y por un aumento en las conversaciones, que se puede monitorizar por la factura telefónica.
Por el contrario, los pacientes que se encuentran en la fase depresiva de este trastorno demuestran niveles muy cambiados de todos estos comportamientos.
Así que un smartphone es un dispositivo ideal para rastrear estos indicadores. Osmani proporcionó smartphones a 12 pacientes con el trastorno bipolar y monitorizó su actividad durante un período de 12 semanas en 2012 y 2013. Durante este tiempo, los pacientes visitaron la clínica en intervalos de tres semanas, donde se determinó su estado con métodos tradicionales. Esto facilitó una lectura novedosa con la que comparar los datos procedentes de los smartphones.
A Osmani le interesaban dos resultados. El primero era la capacidad de detectar cambios de humor, y el segundo era la precisión con la que se puede conseguir - con qué frecuencia los datos generaban falsas alarmas.
Los resultados son enormemente prometedores. Los datos de actividad y ubicación juntos proporcionaron una buena indicación del estado anímico del paciente, pero de forma más impresionante, predijeron con precisión un cambio de humor en un 94% de las veces. Y la combinación de estos datos con el análisis de las llamadas telefónicas aumentó el éxito de las predicciones hasta superar el 97%. "Casi todos los cambios se detectaron sin apenas falsas alarmas", afirma Osmani.
Es un resultado impresionante que tiene importantes implicaciones para la gente que padece este trastorno. "Uno de los aspectos más importantes de este trabajo es la posibilidad de detección temprana de los cambios del estado del paciente con una alta precisión, facilitando una intervención en un tiempo adecuado y dando paso así a mejores resultados de tratamiento", dice Osmani.
Por supuesto, el trabajo no carece de limitaciones. Por ejemplo, sólo cubre 12 pacientes durante 12 semanas. Así que un estudio a mayor plazo y que incluya un número mayor de pacientes seguramente proporcionaría mayores conocimientos. Además, la tecnología de los sensores está evolucionando rápidamente y podría proporcionar datos de una resolución mayor para este tipo de estudios.
Osmani dice que tienen planes de realizar más trabajos, y que un estudio de seguimiento ya está planificado. Eso debería dar paso a mejores resultados para un trastorno que deja mistificados a los pacientes y profesionales de la salud mental por igual.
Ref: arxiv.org/abs/1510.01665: Smartphones in Mental Health: Detecting Depressive and Manic Episodes