Bajo el paradigma de un universo espejo, sus micrometeoritos causarían importantes daños al colisionar con el cuepo humano
Hace un par de años, este blog cubrió un trabajo que examinaba el probable impacto de la materia oscura sobre el cuerpo humano. El pensamiento era que si la materia oscura llena el universo y la Tierra se desplaza por vastos océanos de ella, entonces nuestros cuerpos serían bombardeados constantemente con partículas de materia oscura, causando problemas como mutaciones genéticas y cáncer.
Pero después de considerarlo cuidadosamente, los investigadores decidieron que el riesgo era mínimo. Calcularon que aunque las partículas de materia oscura llamadas WIMP (siglas del nombre en inglés weakly interacting massive particles; en español "partículas masivas que interactúan débilmente") pueden estar chocando contra nosotros constantemente, representaban un problema considerablemente menor que los rayos cósmicos, que también nos bombardean y de los que se sabe que causan mutaciones de todo tipo.
Ahora, Olga Chashchina de la Escuela Politécnica (Francia) y Zurab Silagadze del Instituto Budker de la Física Nuclear (Rusia) le han echado otro vistazo a este problema. Ellos hacen un conjunto diferente de supuestos sobre el tipo de cosas que componen la materia oscura.
Y esta vez, sus conclusiones son mucho más dramáticas. Dicen que las consecuencias de este tipo de materia oscura son mucho más graves y podrían dar paso a enfermedades asociadas con las mutaciones, como el cáncer.
La diferencia clave entre el análisis anterior y este es el tipo de materia oscura. Nadie sabe de qué está hecha la materia oscura ni si existe realmente. Los astrónomos teorizan sobre su existencia porque proporciona una forma conveniente de explicar una observación que de otra manera resultaría bastante desconcertante.
Las galaxias distantes giran tan rápidamente que requieren de potentes fuerzas gravitacionales para mantenerse unidas. Pero cuando los astrofísicos suman toda la materia que observan en las galaxias, es imposible que genere la fuerza requerida.
Por eso creen que estas galaxias deben de estar llenas de otra cosa que no se puede ver - la materia oscura, y que eso es lo que genera la gravedad que las mantiene intactas. De hecho, para que las sumas cuadren, alrededor del 21% de la masa galáctica debe ser materia oscura.
Pero, ¿qué puede ser esta materia oscura? Los astrónomos creen que sólo debe de interactuar de forma muy débil con la materia común, porque en caso contrario ya habríamos observado sus efectos. Así que el candidato líder es la WIMP, el sujeto del primer estudio.
Pero otra idea es que el universo podría tener una pareja invisible compuesta por espejos exactos de todas las partículas conocidas. Según esta perspectiva, existirían protones espejo, neutrones y electrones que interactúan para formar átomos, rocas, meteoritos, planetas y estrellas espejo.
Esta cosa paralela se llama materia oscura espejo y tiene todas las mismas propiedades de la materia común, pero interactúa con ella sólo de forma débil y mediante la gravedad. "El mundo espejo resultante se parecería mucho al mundo común, en cuanto a la existencia de varios objetos familiares y astrofísicas", dicen Chashchina y Silagadze.
La cuestión que investigan es qué pasaría cuando ciertas configuraciones de materia oscura espejo colisionen con configuraciones de materia común. Y sus resultados son cualquier cosa menos benignos.
La interacción clave entre la materia común y la materia espejo ocurre entre fotones comunes y fotones espejo. Esta interacción provoca que la materia oscura espejo adquiera una carga común.
Es una importante diferencia frente a otros tipos de materia oscura, porque la carga interactúa con la materia común de la misma manera que cualquier otra carga. "La cuestión es que la materia espejo proporciona un tipo completamente nuevo de riesgo de radiación que no se encuentra en los modelos de materia oscura del tipo WIMP", explican los investigadores.
Así que una colisión entre un asteroide espejo y la Tierra sería catastrófica. Que eso sucediese es enormemente improbable, pero Chaschina y Silagadze dice que un evento mucho más probable sería la colisión con micrometoritos espejo en forma de partículas de polvo espejo que probablemente llenan el universo espejo.
Prosiguen con el cálculo de cómo estos micrometeoritos espejo transferirían energía a la materia común en una colisión. Específicamente, examinan lo que podría pasar si meteoritos de materia oscura espejo chocasen con un trozo de carne de 80 kilos. "Al atravesar un cuerpo humano depositan mucha energía, superando con creces el depósito energético de los muones de los rayos cósmicos", dicen.
Esto tenderá a disiparse en forma de las vibraciones que recolocan las moléculas biológicas. "Podemos entonces especular que el micrometeorito espejo, al interactuar con las moléculas de ADN, puede dar paso a mutaciones simultáneas y causar enfermedades", concluyen Chaschina y Silagadze.
De hecho, van más allá: "Puede resultar que los micrometeoritos espejo sean agentes cancerígenos mucho más peligrosos que otras fuentes naturales de radiación".
Es interesante porque las células cancerígenas malignas contienen mutaciones mucho más aleatorias que las que pueden ser causadas por procesos comunes de mutación. Los biólogos llevan largo tiempo perplejos por la causa de esto, así que la idea de que la materia oscura espejo podría ser responsable de ello es tentadora.
Pero no hay necesidad de cubrirse con papel de aluminio aún. La verdad es que nadie sabe qué tipos de materia oscura llenan el universo. De hecho existen varias otras maneras de explicar las velocidades de rotación de las galaxias que no tratan ni siquiera de la materia oscura. Así que puede que ni exista. En ese caso, todos estos cálculos y preocupaciones habrán sido en vano.
Ref:arxiv.org/abs/1509.05139: Dark Matter as a Cancer Hazard