Si las reglas de la neutralidad de la red cambian, las empresas más grandes podrían pagar para priorizar sus contenidos y ofrecer servicios imposibles para las productoras pequeñas e independientes
Crédito: Nicholas Kamm (Getty Images).
Las reglas de neutralidad de red que emitió la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) bajo Barack Obama tienen los días contados. O eso parece, según el nuevo director de la FCC nombrado por el presidente Trump, Ajit Pai. ¿Qué pasará cuando ya no existan?
Pai, miembro de la FCC desde 2012, fue un duro crítico de la Ley de Internet Abierto de la agencia, promulgada en 2015 mediante una votación de partidos de 3-2. La norma prohíbe que los proveedores de servicios de internet (ISP, por sus siglas en inglés) bloqueen o ralenticen contenidos legales. También impide los acuerdos en los que las empresas pagan a los ISP a cambio de la priorización de su tráfico, y otorga a la FCC la autoridad de supervisar otras prácticas que considere injustas o perjudiciales para los consumidores caso por caso.
No es que Pai no esté de acuerdo con el concepto global de la "neutralidad de red", un tema muy partidista en Estados Unidos. Pero tanto él como otros detractores de la norma aseguran que lo que les molesta de ella es que cambió la clasificación del ancho de banda de "servicio de información" a "servicio de telecomunicaciones". Este cambio consiguió que la agencia ganara autoridad para imponer regulaciones estrictas a los ISP similares a las de los servicios públicos.
Aunque el presidente Trump no ha dicho gran cosa sobre la neutralidad de red, el hecho de que haya nombrado a Pai sugiere que está de acuerdo con derogar la legislación actual. Mientras tanto, la FCC de su mandato podría simplemente decidir no aplicar las reglas.
Para hacernos una idea de cómo cambiarán las cosas, basta con mirar el nuevo producto de AT&T llamado DirecTV Now. El servicio permite a los usuarios ver contenidos de vídeo de DirecTV (propiedad de AT&T) en streaming mediante la red inalámbrica sin consumir datos de su tarifa mensual. La práctica de dejar que los usuarios de wifi vean vídeos por streaming de manera gratuita se conoce en la industria como "zero rating" (tarifa cero). Bajo la Ley de Internet Abierto, la FCC tiene autoridad para vigilar los servicios de tarifa cero caso por caso, y el año pasado la agencia expresó "graves inquietudes" de que AT&T estuviera favoreciendo injustamente sus propios contenidos. La FCC de Pai, en cambio, probablemente fomentará tales productos.
También es muy probable que aumenten los acuerdos de priorización pagada, que permiten a las empresas pagar por que sus datos sean prioritarios. Muchos defensores de la neutralidad de red se oponen rotundamente a esto, lo consideran anticompetitivo. Un argumento, que hizo famoso el humorista John Oliver, es que mientras que un gran actor como Netflix puede permitirse pagar por un "carril rápido de internet", una start-up de streaming de vídeo podría no ser capaz de competir.
Aunque el economista e investigador del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad George Washington (EEUU) Hal Singer sostiene que existen bastantes arreglos de priorización pagada que no perjudicarían a los consumidores e impulsarían la competencia. El experto ha critica la posición de la FCC de prohibir totalmente este tipo de acuerdos. Por ejemplo, un servicio de telemedicina podría estar dispuesto a pagar para que la ISP priorice el tráfico de sus datos. Siempre que el ISP esté dispuesto a ofrecer el mismo acuerdo a cualquier otro proveedor, Singer lo considera justo.
Pero eso no quiere decir que las start-ups y otras empresas más pequeñas no necesiten protecciones contra prácticas discriminatorias. Al experto le preocupa que la administración Trump vaya demasiado lejos y debilite en exceso el poder regulatorio de la FCC. Miembros del equipo de transición defienden que la autoridad que pierda la agencia para vigilar las prácticas de negocio injustas por parte de los ISP se la ceda a la Comisión Federal de Comercio. Pero sin un nuevo mandato del Congreso, la Comisión Federal de Comercio podría no tener suficiente autoridad para proporcionar protecciones adecuadas a los proveedores de contenidos independientes.