La conducción 100% aún tiene muchos retos que superar, por eso Toyota apuesta por un sistema que sólo detecta situaciones de riesgo para avisar al conductor o incluso tomar el control de forma puntual
Foto: Toyota utiliza este Lexus modificado para probar software de conducción autónoma. Crédito: Cortesía de Toyota.
Hacer un giro para cruzar los carriles del tráfico en sentido contrario es una de las maniobras más peligrosas de conducción, y pasa cada día. Investigadores de Toyota creen que esta es una de las situaciones en las que un ángel de la guarda en forma de software integrado en el coche podría salvar vidas.
En ensayos realizados en un campo de pruebas privado en Estados Unidos, los giros hacia la izquierda han sido el primer escenario que Toyota ha replicado para probar el concepto de un sistema que ha denominado "Guardián", que juzga si un humano está a punto de cometer un error peligroso.
El radar y otros sensores colocados en el exterior del coche monitorizan lo que sucede en las inmediaciones del vehículo, mientras que las cámaras interiores rastrean los movimientos de cabeza y la vista del conductor. El software emplea los sensores para decidir si una persona necesita ayuda para detectar o evitar una situación peligrosa o se le puede dejar a sus anchas.
Hasta ahora, Toyota sólo está probando la capacidad del software de entender los peligros del entorno del coche y si una persona los ha detectado, pero espera que Guardián llegue a asumir el control del vehículo si la persona parece no estar preparada para hacerlo.
El vicepresidente de conducción autónoma de Toyota Research Institute, Ryan Eustice, cuyo organismo se creó en 2015 para el desarrollo de robótica y conducción autónoma, (ver La nueva era Toyota: coches antiaccidentes y robots para tareas del hogar), afirma: "Imagínate que te cruzas una intersección por donde no debes y estás a punto de sufrir una colisión lateral. La acción correcta para el coche sería acelerar para sacarte de la situación". El grupo anunció que empezaría a desarrollar Guardián el año pasado (ver El copiloto invisible de Toyota te quitará el control del volante cuando estime).
Hasta que los coches reemplacen por completo a los humanos para conducir, Eustice sostiene que Guardián podría tener un amplio impacto sobre la seguridad pública. Toyota también está trabajando en una tecnología totalmente autónoma igual que rivales como Alphabet, Ford y Uber. Pero a pesar de programas de pruebas de alto perfil en carreteras públicas, Eustice y sus homólogos de otras empresas afirman que aún faltan años para que los vehículos que realmente carezcan de conductores humanos lleguen al público, e inicialmente se verán limitados a determinadas rutas o localidades.
Así que para Eustice, el enfoque de reforzar la conducción representa "una oportunidad para desplegarlo antes y más ampliamente". Esto se debe a que, a diferencia de la autonomía completa, la conducción reforzada no requiere mapas hiperdetallados y el software puede integrarse fácilmente en un vehículo convencional de consumo, señala. Sin embargo, no quiere hacer una predicción de cuándo Guardián está listo para la venta.
El investigador de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) Steven Shladover dice que la afirmación de que Guardián podría empezar a salvar vidas antes que los vehículos totalmente autónomos tiene sentido. "Si el conductor tiene unas probabilidades del 99% de detectar peligros y el sistema también tiene una probabilidad del 99% de detectar peligros, las probabilidades detección al combinar al conductor y al software suben a 99,99%", explica, y añade: "Es mucho más fácil y sencillo que diseñar un sistema totalmente autónomo capaz de alcanzar ese nivel del 99,99% por sí sólo".
Pero para que Guardián sea eficaz, deberá mantener una relación adecuada con el conductor. Cualquier error que cometa, como intervenir o enviar una alerta cuando una persona ha interpretado correctamente una situación, socavaría la confianza en el sistema, y hasta podría dar paso a tipos nuevos de accidentes, explica Shladover.
Eustice dice que Toyota es consciente de esos retos. "Tendrán que hacerse muchos estudios para entender la aceptación humana", afirma. Una idea que está considerando consiste en capacitar al sistema para hablar con el conductor sobre incidentes en carretera y su conducción, para hacerlo más transparente.
"En caso de que el coche sí intervenga, será importante que Guardián explique al usuario porqué lo hizo, o que diga: 'No he intervenido aquí pero ha sido algo realmente peligroso'", concluye Eustice.