Inteligencia Artificial
La idea fue de Amazon, pero el asistente doméstico de Google le gana por goleada
Google Home y Alexa hacen prácticamente las mismas cosas, pero la inteligencia artificial de Google y su conocimiento del mundo logran que su producto sea mucho mejor que el del minorista
Google no cambió demasiado el concepto cuando robó la idea de Amazon de crear un altavoz doméstico compacto con un asistente virtual integrado.
Al igual que el Echo de Amazon, Google Home, que acaba de ser lanzado, incluye finos micrófonos para escuchar desde el otro lado de la habitación. A ambos dispositivos se les puede pedir que reproduzcan música desde Spotify y otros servicios de streaming, poner alarmas y temporizadores y contestar preguntas sobre datos concretos. Y ambas empresas afirman que sus dispositivos adquirirán poderes a medida que se integren con servicios de otras empresas para permitir cosas como pedir comida a domicilio desde el sofá.
Pero Google dispone de una ventaja crucial en la carrera para popularizar su asistente virtual doméstico. El gigante lleva mucho tiempo desarrollando una tecnología que contesta las preguntas de la gente, y ha invertido más en el aprendizaje de máquinas que sus rivales.
Crédito: Google.
Y las primeras crónicas sobre el producto sugieren que su superioridad es clara. La gente que comparó Echo, y su asistente Alexa, con Google Home encontró que este último rinde significativamente mejor a la hora de entender el lenguaje natural y contestar preguntas.
La crítica de 'The New York Times’ describe Google Home como "prematuramente más inteligente". El Verge lo resume así: "Home dispone de algo que Echo no tiene: una riqueza de conocimientos sobre el mundo, mis preferencias personales y mis hábitos". Pero esto no significa que Google esté a punto de demostrar que un altavoz inteligente puede convertirse en un ayudante y compañero universal.
Al igual que el Echo, Google Home sólo hace bien algunas cosas, como controlar la música. Todavía no tiene demasiados servicios y dispositivos conectados. Y, al igual que el producto de Amazon, solo puede asociarse a una cuenta de usuario y no es capaz de reconocer a los individuos, lo que impide repuestas personalizadas alimentadas por los otros datos de una persona.
La determinación de Google por convertir su asistente en el futuro de las búsquedas también en plataformas móviles, y sus inversiones en el aprendizaje de máquinas hacen que esté mejor posicionada para resolver esas limitaciones. Y Amazon lo sabe. El minorista está invirtiendo en aprendizaje de máquinas y hasta está considerando ideas algo locas como dotar Alexa de la capacidad de reconocer las emociones.
El contraste entre las dos empresas, a las que tal vez se una Apple, podría dar lugar al gran salto que la potencia de los asistentes virtuales necesita dar. Aunque se han pulido mucho desde el lanzamiento inicial de Siri en 2009, aún no han adquirido la potencia y la flexibilidad que los pueden convertir en la interfaz principal para interactuar con los ordenadores.
(Para saber más: TR10: Asistente inteligente de Software , El asistente de Amazon derrotará a Siri detectando las emociones del usuario, Google quiere revolucionar las búsquedas con un asistente virtual que te espía)