Jason Furman cree que lo que falta es más inteligencia artificial que genere beneficios que los ricos puedan gastar y que aunque se pierden algunos trabajos surgen otros nuevos. Eso dice él
Al principal consejero económico del presidente Obama, Jason Furman, no le preocupa que los robots vayan a quitarnos los empleos. En cuanto a la inteligencia artificial (IA), su mayor preocupación de momento es que no tenemos suficiente IA.
Las conversaciones sobre el futuro de la IA tienden a dividir a los economistas. Algunos prevén una continuación de lo que hemos observado antes: nacen nuevas tecnologías y cambian nuestra forma de hacer negocios, y al final la economía se adapta. Otros afirman que la IA cambiará las reglas de la economía, y que los robots generarán un desempleo y una desigualdad a gran escala al reemplazar trabajos humanos. En una conferencia tecnológica celebrada la semana pasada en Washington D.C. (EEUU, Furman sentenció: "Yo me encuentro claramente en el primer campo".
Foto: El presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jason Furman, mientras atendía a la prensa en 2013. Crédito: Saul Loeb (Getty Images).
El crecimiento de la productividad en Estados Unidos y otras economías avanzadas se está ralentizando y la participación en la fuerza laboral está disminuyendo entre grupos claves, especialmente el de los hombres entre 25 años y 54 años. Aun así, Furman no cree que las nuevas tecnologías vayan a generar desempleo y una desigualdad sin precedentes.
La gente lleva preocupada por que las máquinas les quiten el trabajo desde hace décadas. Pero Furman explicó que lo que realmente está sucediendo es que las máquinas están enriqueciendo a la gente, y la gente más rica gasta más dinero. Algunos empleos son reemplazados, pero también se crean otros nuevos para suministrar productos y servicios que la gente quiere comprar con su dinero adicional. Furman añadió: "No veo ningún motivo para creer que esta vez vaya a ser distinto".
Esto no quiere decir que el crecimiento de la IA no vaya a generar retos únicos, y el Gobierno tiene que jugar un papel crucial a la hora de asegurarse de que los beneficios se repartan por la sociedad de una manera justa y segura, señaló Furman. Los trabajadores poco cualificados en particular corren el riesgo de perder sus empleos frente a los robots. Los algoritmos sesgados, por ejemplo en la actuación policial, podrían dar paso a resultados injustos.
Pero estos problemas no requerirán una nueva solución económica como una renta básica universal, aseguró Furman. En su lugar, su preocupación más urgente es que hace falta más inteligencia artificial, que hoy está marcando una diferencia tan sólo en una pequeña parte de la economía. Explica que para que haya más IA son necesarios más investigaciones básicas y desarrollo, que el Gobierno se encuentra en una posición única de apoyar.