La protección natural del cerebro humano contra gérmenes también impide el acceso a los fármacos. Pero los ultrasonidos han demostrado abrir esta barrera de forma segura para ampliar su acción
La vaina protectora que rodea el riego sanguíneo del cerebro, la barrera hematoencefálica, la defiende contra gérmenres nocivos y tóxicos. Pero también impide que los fármacos existentes que podrían emplearsepara tratar el cáncer cerebral o la enfermedad de Alzheimer puedan llegar al cerebro. Ahora, un nuevo estudio demuestra que haberse saltado esa barrera en pacientes de cáncer.
El neurocirujano del Hospital Pitié-Salpêtrière de París (Francia) Alexandre Carpentier empleó ultrasonidos para abrir la barrera hematoencefálica en pacientes de un glioblastoma recurrente, el tumor más común y mortífero que se origina en los cerebros adultos. Los ultrasonidos ampliaron el acceso de la quimioterapia, que de otra forma llegaría al tumor en cantidades minúsculas. Los resultados del ensayo clínico preliminar fueron publicados la semana pasada en la revista Science Translational Medicine.
El procedimiento empieza inyectando microburbujas al riego sanguíneo, y después emplea un dispositivo implantado cerca de los tumores de los pacientes para enviar ondas de sonido ultrasónicas al cerebro que estimulan las burbujas. La presión física de las burbujas hace que empujen contra las células, lo que abre temporalmente la barrera hematoencefálica y permite que un fármaco inyectado cruce el umbral del cerebro.
Foto: Alexandre Carpentier sujeta el dispositivo SonoCloud, que ha implantado en 15 pacientes de cáncer cerebral. Crédito:G. Dautricourt.
"La gente lleva años intentando abrir la puerta de la barrera sangre-cerebro", explica el fundador de la Focused Ultrasound Foundation, Neal Kassell. El dispositivo, llamado SonoCloud, fue implantado y utilizado en 15 pacientes durante sesiones mensuales de quimioterapia sin que se presentaran efectos secundarios negativos durante seis meses.
Este no es el primer intento de abrir la barrera sangre-cerebro en humanos, ni tampoco el primer estudio que genera titulares. En noviembre, un equipo del Centro de Ciencias Médicas Sunnybrook en Toronto (Canadá) anunció el lanzamiento de un ensayo clínico para abrir la barrera sangre-cerebro mediante ultrasonidos en un único paciente de cáncer cerebral. Pero Kassell afirma que el ensayo de Carpentier, que empezó en julio de 2014, "es el primero que demuestra la seguridad de abrir repetitivamente la barrera sangre-cerebro en humanos". Ambos ensayos clínicos siguen en curso.
El ensayo de Sunnybrook empleó un dispositivo de ecografía concentrada, que rinde bien a la hora de localizar cánceres localizados. En cambio, SonoCloud emite los ultrasonidos de forma más difusa, lo que resulta útil para los glioblastomas, que se camuflan entre el tejido cerebral. "Parece un poco más agresivo de implantar", dijo Carpentier. Pero las ecografías de mayor espectro abren más la barrera sangre-cerebro. Esto permite que los fármacos de la quimioterapia alcancen las células cancerígenas en la periferia del tumor principal, en un intento por reducir las probabilidades de que vuelva a presentarse el cáncer.
Foto: Las resonancias magnéticas de un paciente indican que abrir la barrera sangre-cerebro con SonoCloud resultó en la detención de los progresos del tumor. Crédito: Equipo de Alexandre Carpintier / 'Science Translational Medicine'.
Carpentier, que inventó SonoCloud y fundó su empresa madre, CarThera, dice que la parte más sorprendente ha sido la respuesta de los pacientes al implante. El responsable explica: "Los pacientes no sienten nada cuando emitimos los ultrasonidos, ni se quejan del implante. El protocolo dictaba su extracción tras seis meses, pero los pacientes no quieren que se los quitemos".
Ahora, está diseñando la próxima fase del ensayo clínico para determinar cuánto más eficaz resultará la quimioterapia con una barrera sangre-cerebro abierta. Carpentier dice que la tecnología presenta una "enorme oportunidad" para mejorar el tratamiento de muchas enfermedades. También ha empezado a diseñar un ensayo para pacientes de Alzheimer, puesto que los estudios en ratones han demostrado que el mero hecho de abrir la barrera sangre-cerebro con ultrasonidos ayuda a eliminar la proteína beta amiloide que se cree responsable del Alzheimer sin el uso de ningún fármaco.
El propósito por excelencia de las terapias de ultrasonidos es "poder abrir de golpe y de forma reversible la barrera sangre-cerebro de una manera no invasiva, dirigida y concentrada", explica Kassell. "Esto es solo un paso más hacia ese objetivo", concluye.