Inteligencia Artificial
El dron repartidor podría legalizarse en dos años pero no espere verlo por su jardín
A pesar del impulso legislativo a proyectos como los que desarrollan Google y Amazon, la entrega de paquetes voladores aún se enfrenta a importantes retos técnicos
Los drones repartidores podrían ser legales dentro de dos años, pero no esperen ver muchas pizzas ni paquetes volantes por sus barios para entonces. A pesar del enorme interés en las aeronaves no tripuladas, y el considerable bombo sobre la idea de usarlas para entregar productos, los expertos creen que aún hay importantes retos que resolver para que las entregas por dron despeguen.
Google y Amazon están liderando el desarrollo de los drones mensajeros, mientras que UPS, FedEx y un montón de start-ups también investigan la tecnología. Este mes, la Comisión de Transporte del Senado de Estados Unidos elaboró una propuesta de ley que allana el camino para la regulación de los drones mensajeros dentro de dos años. Pero la tecnología puede necesitar mucho más tiempo.
El sector más crítico de expertos alerta de que los drones con cargas valiosas pueden ser derribados y robados. Pero esta preocupación resulta insignificante si se compara con la fiabilidad, la autonomía y la coordinación entre drones. "Hay que asumir que se caerán del cielo", afirma el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU) Nicholas Roy, quien colaboró con Google en su proyecto de entregas por dron llamado Proyecto Ala. Ante este escenario, Roy se pregunta: "¿Cómo asegurarnos de que estos vehículos sean lo suficientemente seguros, tanto en hardware como en software?"
El experto explica que la entrega por drones sería útil en situaciones de nicho en las que la seguridad no sea un problema, como en una plataforma petrolífera. Pero considera que la comercialización más amplia requerirá la resolución de varios problemas. El primero de ellos es cómo navegar por un entorno urbano desconocido e impredecible. El reto es comparable al que se enfrentan los coches autónomos pero aún más complicado, dado que los drones necesitarían viajar por encima de y entre edificios para después lidiar con un punto de aterrizaje desconocido.
Foto: El último prototipo de dron de entrega de Amazon. Crédito: Amazon Prime Air.
"Existen algunos importantes retos técnicos en los que se está trabajando ahora mismo, en cuanto a procesos de fabricación, la aerodinámica y la estabilidad, los materiales y las estructuras, y especialmente en términos de autonomía", explica Roy.
Google desveló el Proyecto Ala en un vídeo promocional en 2014. Sobre la misma época, Amazon lució su propio dron, una aeronave multirotor, desarrollada mediante un proyecto llamado Prime Air.
El vídeo de Google muestra la aeronave entregando comida de perro a un agricultor en una zona remota del interior de Australia. A pesar de ser una hazaña técnica impresionante, demuestra que los drones aún no pueden sobrevolar zonas pobladas.
Desde luego, tal y como están las cosas, los drones han de estar estrictamente controlados dentro del espacio aéreo. Según la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), un dron normalmente no puede ser operado sin un piloto que lo controle y mantenga un contacto visual. Además, el vuelo no ha de superar los 125 metros de altitud ni acercarse a menos de ocho kilómetros de un aeropuerto. Sin embargo, cientos de empresas, incluidas Google y Amazon, han recibido exenciones para desarrollar y probar sus drones.
El entusiasmo y la experimentación puede que se estén adelantando a las preocupaciones prácticas. Un informe publicado por la FAA el pasado viernes demuestra que durante los últimos meses, los pilotos estadounidenses han divisado un número alarmante de drones pululando por los cielos. Un total de 582 fueron vistos desde las cabinas de aeronaves convencionales.
La FAA publicó un comunicado acerca de las pruebas de los drones mensajeros. "Amazon y Google disponen de exenciones regulatorias que les permiten realizar investigaciones y desarrollar sus conceptos, que aún están en las etapas preliminares [...] y llevará tiempo elaborar un análisis técnico detallado", afirma el texto. .
Algunos emprendedores intentan desarrollar una tecnología que haga más realistas las entregas por dron. Una start-up llamada Skydio, por ejemplo, está trabajando en un sistema de navegación autónoma para drones, lo cual representa todo un reto dadas las limitaciones de peso.
La idea de las entregas por dron "une muchos de los problemas más difíciles de la industria: la navegación, la autonomía de vuelo, una altísima fiabilidad y la gestión del espacio aéreo", dice el fundador y CEO de Skydio, Adan Bry. "Algún día se resolverán todas estas cosas, pero el coste frente a las entregas autónomas por tierra puede resultar desfavorable en muchas situaciones".
La profesora de ingeniería mecánica y directora del Laboratorio de Humanos y Autonomía de la Universidad de Duke (EEUU), Missy Cummings, confía en que las entregas por dron logren superar alguno de estos retos. Sugiere que los operadores podrían asociarse con negocios locales capaces ofrecer puntos de aterrizaje seguros y controlados.
"Tal vez Starbucks pueda servir como el punto intermediario", explica. La experta concluye: "Nunca se van a llegar a realizar entregas en todos los domicilios. ¿Queremos que los drones aterricen en los jardines de las casas con perro?".