.

Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial se convierte en médico gracias a esta 'app' diagnóstica

1

Más de 40.000 personas mueren en EEUU cada año por un mal diagnóstico. Babylon recuerda todas las enfermedades y analiza los síntomas por control de voz para sugerir tratamientos

  • por Simon Parkin | traducido por Teresa Woods
  • 10 Marzo, 2016

Existen unas 10.000 enfermedades humanas conocidas, pero los médicos sólo son capaces de recordar una fracción en cualquier momento determinado. Hasta 40.500 pacientes fallecen cada año en una unidad de cuidados intensivos en Estados Unidos como resultado de un mal diagnóstico, según un estudio de 2012 de la Universidad de Johns Hopkins (EEUU). El empresario británico Ali Parsa cree que la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a los médicos a evitar estos errores.

Parsa es el fundador y CEO de Babylon, un servicio sanitario radicado en Reino Unido que tiene planes de lanzar una app basada en IA diseñada para mejorar el índice de acierto de los médicos. Los usuarios informarán de sus síntomas con la app, que entonces los comparará con una base de datos de enfermedades mediante el reconocimiento de voz. Después de considerar el historial médico y las circunstancias del paciente, Babylon sugerirá las medidas más sensatas. La app, que actualmente se encuentra en fase beta, tiene previsto lanzarse este año.

El concepto se puede comparar con el ordenador Watson de IBM, que actualmente está siendo usado por oncólogos del Centro Memorial del Cáncer Sloan-Kettering en Nueva York (EEUU). El software de IBM aprovecha 600.000 informes médicos, de 1,5 millones de historiales médicos y ensayos clínicos y dos millones de páginas de texto de revistas médicas para ayudar a los médicos a desarrollar planes de tratamiento personalizados para los síntomas, la genética y el historial individual de cada paciente.

Crédito: Kris Mukai.

Babylon emplea una red de bases de datos similar, aunque cubre otras enfermedades más allá del cáncer. El sistema es capaz de analizar "cientos de millones de combinaciones de síntomas" en tiempo real, asegura Parsa, a la vez que tiene en cuenta la información personalizada de la genética, el entorno, el comportamiento y la biología de cada paciente.

Actualmente, los 150.000 usuarios registrados de Babylon piden citas médicas y pruebas rutinarias mediante el servicio, y pueden consultar a uno de 100 médicos 12 horas al día, seis días a la semana, por un coste de 7,99 libras (unos 10 euros) al mes. Se espera que la nueva app, en cambio, tenga un precio de 4,99 libras (unos 6 euros) al mes. Además de ofrecer a los pacientes consejos sobre cuidados médicos, será capaz de rastrear continuamente información de los riñones, el hígado, los huesos, los niveles del colesterol y similares, junto con datos recopilados por dispositivos portables que monitoricen patrones del sueño y el ritmo cardíaco. Emite alertas acerca de cualquier área que esté en "rojo" o "ámbar", al modo de un semáforo, y formula planes de salud personalizados para mantener a los pacientes en "verde", donde se encuentran en un estado de salud óptimo.

Parsa afirma que la app también podrá predecir enfermedades antes de que se desarrollen. "Por ejemplo, si tu ritmo cardíaco es más elevado de lo normal y tu actividad física no ha aumentado, es señal de que o estás estresado o deshidratado o luchando contra algo", explica. "La plataforma puede llamar tu atención y sugerir el mejor plan de acción para combatir la enfermedad antes de que se manifieste". La app también proporcionará a los pacientes recordatorios para sus medicaciones, y hará seguimiento para averiguar cómo se encuentran.

La regulación actual no permite que la app realice diagnósticos formales. Como resultado, actualmente está limitada a recomendar el plan de acción que los pacientes deberían seguir en un futuro inmediato. Si una persona joven describe síntomas que se parezcan a los de la gripe, el sistema podría recomendar la compra de algunos medicamentos sin receta o, si existen complicaciones en el historial médico del paciente, pedir cita con un médico. En cambio, si alguien describe unos síntomas más graves, la app puede recomendar que se dirija directamente al hospital o que llame a emergencias.

Los médicos podrán ver las conclusiones de la app mediante un portal médico y atender consultas por mensaje de texto, teléfono o chat de vídeo. Mientras que Parsa cree que es improbable que cambien las regulaciones diagnósticas en un futuro previsible, también está seguro de que el diagnóstico de IA resulta menos arriesgado que un diagnóstico humano. "Las máquinas son capaces de recordar cada enfermedad conocida perfectamente al examinar los síntomas", dice. "Y, a diferencia de los médicos humanos, no tienen un sesgo de confirmación".

La médico de Norwich (Inglaterra) Clare Aitchison está menos segura. "Es verdad que la memoria de los ordenadores siempre será mejor que la de hasta el mejor médico, pero los ordenadores no pueden comunicarse con la gente", dice. "La gente describe sus síntomas de maneras muy distintas, en función de su personalidad". El argumento de Aitchison es que un médico humano que conoce bien a su paciente será capaz de filtrar lo que le dice y hacer un diagnóstico de forma correspondiente.

Babylon, que recientemente recibió 25 millones de dólares (cerca de 23 millones de euros) en financiación de inversores como los fundadores de DeepMind Demis Hassabis y Mustafa Suleyman, se ha asociado con dos hospitales en Essex (Inglaterra), donde 21.500 pacientes son elegibles para probar la app. La start-up afirma que el 10% de los pacientes potenciales se han registrado para probar la app y que los tiempos de espera en ambos hospitales se han reducido desde que Babylon se puso a disposición de forma gratuita en abril de 2015.

Sin embargo, los riesgos de emplear la inteligencia artificial para ofrecer consejos médicos abundan. "O será demasiado sensible y dará paso a un aumento de las consultas médicas, en cuyo caso pierde bastante el sentido", afirma Aitchison, "o no será lo suficientemente sensible, y resultará en diagnósticos graves fallidos", añade.

Para ayudar a evitar esta situación, dice Parsa, un "gran número de médicos" estarán "probando rigurosamente nuestro verificador de síntomas". Si se utiliza correctamente, principalmente como un apoyo para los servicios sanitarios existentes, Babylon podría tener un efecto revolucionario, espera el responsable. Parsa afirma: "Nunca tendremos suficientes médicos para monitorizar la salud de cada persona a este nivel de detalle, ni tendremos la capacidad de analizar montañas de datos en cuestión de segundos". El responsable continúa: "La única manera real de democratizar los cuidados médicos y resolver los problemas de oferta y demanda a los que se enfrentan tantos servicios sanitarios es utilizar la inteligencia artificial no sólo para ayudar a los médicos a cumplir con las necesidades de atención primaria, sino para transformar nuestra manera de considerar los cuidados médicos y cambiar a un modelo que sea preventivo además de curativo". 

Inteligencia Artificial

 

La inteligencia artificial y los robots están transformando nuestra forma de trabajar y nuestro estilo de vida.

  1. Al habla con la IA: el reto de lograr voces más diversas e inclusivas

    La iniciativa Common Voice, de Mozilla, busca que las voces generadas por inteligencias artificiales sean más inclusivas y reflejen una mayor variedad de dialectos para asegurar que las particularidades de cada lugar y cultura se preserven frente al avance tecnológico

    La iniciativa Common Voice, de Mozilla, busca que las voces generadas por IA sean más inclusivas y diversas
  2. Estos robots aprendieron a superar obstáculos reales desde un entorno virtual gracias a la IA

    Un nuevo sistema podría ayudar a entrenar robots usando exclusivamente mundos generados mediante inteligencia artificial

  3. Por qué la IA podría comerle la tostada a la computación cuántica

    Los rápidos avances en la aplicación de la inteligencia artificial a las simulaciones físicas y químicas hacen que algunos se pregunten si de verdad necesitamos ordenadores cuánticos