Computación
La red energética y las agencias gubernamentales estarían en riesgo si Apple cede al FBI
La empresa lucha contra la orden judicial que facilitaría el acceso a los iPhone al hacer ilimitado el número de intentos de adivinar sus contraseñas, justo el problema que originó el 'Celebgate'
Apple sigue subiendo el volumen en sus ataques públicos contra la exigencia del FBI de que la empresa ayude a desbloquear un iPhone utilizado en el tiroteo perpetrado el año pasado en San Bernardino, California (EEUU).
El director de Software de la empresa, Craig Federighi, argumentó en el Washington Post el pasado lunes que las prestaciones de seguridad de iPhone mantienen a salvo de los hackers a entidades muy importantes como las agencias gubernamentales estadounidenses y la red energética de Estados Unidos. Un tribunal de California ha mandado a Apple crear un nuevo software para el FBI, algo que, según Federighi, debilitaría un protector crucial de la seguridad nacional, afirmó.
"Una vez creado, este software que las fuerzas del orden quieren aplicar a muchos iPhones se convertiría en una debilidad que los hackers y criminales podrían utilizar para causar estragos en la privacidad y la seguridad personal de todos", dijo en el artículo.
Crédito: Timothy A. Clary (Getty)
Ese argumento ha ganado el apoyo de muchos expertos en seguridad informática. Pero también recuerda que Apple, al igual que otras importantes empresas de computación, ya poseen softwares que los criminales podrían utilizar para causar estragos en nuestra privacidad y seguridad.
La herramienta que la orden judicial del FBI pide a Apple sólo podría ser utilizada para deshabilitar las protecciones contra los intentos de adivinar la contraseña de un iPhone, y requeriría el acceso físico al dispositivo. En cambio, un criminal que consiguiera entrar a los ordenadores de una gran empresa como Apple, Facebook o Google podría ganar acceso a los sistemas que permitirían unos ataques a mayor escala sobre la privacidad.
Un criminal que accediera a la red informática de Apple podría, por ejemplo, enviar una actualización de software con malware incorporado que acabaría en millones de iPhones. Una vulneración de iCloud podría verter datos de contacto y fotos del servicio de copias en la nube, la que Federighi asegura es utilizada por casi 800 millones de personas.
De hecho, iCloud ya sufrió un fallo de seguridad. En 2014, las fotos privadas de las cuentas de iCloud de algunas celebridades, muchas de ellas con desnudos, se filtraron en línea en un escándalo que se bautizó como el Celebgate. Las imágenes fueron obtenidas al explotar el hecho de que Apple permitía que el software realizara una cantidad ilimitada de intentos de averiguar la contraseña de las cuentas.
Apple arregló ese defecto, pero hasta la fecha los datos de iCloud se almacenan en un formato que tanto Apple o cualquier otro que se haga con ellos podría leer, tanto si se tratara de un criminal o el FBI con una orden judicial. El investigador de seguridad informática del Instituto Internacional de Informática de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) Nicholas Weaver recomienda que los usuarios de iPhone desactiven iCloud por este motivo (y respalda a Apple en su postura actual respecto al FBI).
El argumento de Apple de que no podría mantener seguro el software que exige el FBI es un recordatorio de que Apple y otras empresas de computación ya tienen grandes dificultades para garantizar la seguridad del software del que disponen actualmente.
(Lean más: Washington Post, Puerta trasera abierta o cerrada, pero para Apple no se puede entornar)