La técnica de edición genética aún no tiene la aprobación para ser usada en humanos ni se ha definido quién es su propietario legal, pero ya han nacido varias empresas basadas en ella
La empresa de edición genética Editas Medicine se acaba de convertir en una de las primeras empresas en cotizar en bolsa este año. Con los 94 millones de dólares recaudados (unos 84 millones de euros), espera crear una potente herramienta para tratar las enfermedades con una tecnología llamada CRISPR-Cas9, que puede realizar unos cambios muy precisos en el ADN.
Esta acción, aunque esperada, es atrevida por dos motivos. Primero, no se ha aprobado el uso de ninguna terapia de este estilo ni en Estados Unidos ni en Europa.
Y segundo, y más importante, Editas Medicine ni siquiera tiene la certeza de tener derecho a utilizar CRISPR. Dos de los científicos que fundaron la empresa, Jennifer Doudna de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) y Feng Zhang del Instituto Broad y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU), afirman haber inventado CRISPR de forma independiente. Se encuentran ahora envueltos en una compleja batalla legal. Actualmente, la ventaja favorece a Zhang, a quien la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos ha concedido una docena de patentes claves, y Editas le ha comprado una licencia a Zhang y el Instituto Broad. Pero Doudna impugna la primacía de Zhang, y si gana la batalla legal, Editas Medicine podría encontrarse en apuros.
Incluso si la empresa supera estos obstáculos, el éxito dista mucho de estar garantizado. Aunque CRISPR es aún una tecnología poco desarrollada, Editas Medicine ya se enfrenta a la competencia de otras dos start-ups, Intellia Therapeutics y CRISPR Therapeutics. Esta última ha anunciado recientemente una empresa conjunta con Bayer AG de 300 millones de dólares (unos 268 millones de euros) para desarrollar nuevos fármacos para un abanico de enfermedades.
Es más, llevar un nuevo fármaco o terapia por el arduo proceso de los ensayos clínicos y las aprobaciones regulatorias requiere tiempo y dinero. El CEO de Editas Medicine, Katrine Bosley, dice que la empresa podría empezar sus primeros ensayos clínicos para 2017, pero CRISPR aún no se ha empleado nunca para editar el ADN de una persona. Si la empresa aspira a ejecutar sus planes, con casi total certeza necesitará mucho más dinero.
(Fuente: Wall Street Journal)