Un software logra reconocer tuits sarcásticos con un 85% de éxito, lo que podría ayudar a que los ordenadores tengan sentido de humor
Crédito: Pedro Koblitz.
Una cosa que la comunicación digital no parece haber mermado es nuestro sentido del sarcasmo. Pasen un par de minutos en Twitter, Snapchat y en el apartado de comentarios de esta misma página web y encontrarán algunos mensajes realmente sentidos (sí, eso era sarcasmo).
Quizás todos estos comentarios podrían resultar provechosos. Algunos investigadores están intentado enseñar a los ordenadores a reconocer el sarcasmo en un esfuerzo por mejorar su capacidad de entender el sentido de las comunicaciones humanas.
En un trabajo presentado en una reciente conferencia, dos informáticos, David Bamman de la Universidad de California en Berkeley y Noah Smith de la Universidad de Washington (ambas en EEUU), describen la creación de un sistema capaz de reconocer casos de sarcasmo en Twitter. Desarrollaron su sistema con el uso de tuits que incluían el hashtag #sarcasmo antes de ponerlo a prueba con nuevos mensajes.
Los esfuerzos anteriores por reconocer automáticamente el sarcasmo dentro de un texto dependían completamente de las pistas lingüísticas. Lo que resulta interesante aquí es que los investigadores intentaron incluir un contexto más amplio, como quién era el autor y sobre qué tuiteaban. Y encontraron que funciona notablemente mejor que los enfoques existentes, con una tasa de éxito del 85% a la hora de identificar si una actualización es sarcástica.
Ser capaz de identificar el sarcasmo de forma fiable podría resultar muy importante para los esfuerzos de filtrar contenidos indeseables de los comentarios web o las actualizaciones de redes sociales. El humor es un área importante para los que intentan entender la inteligencia también, precisamente porque requiere un entendimiento bastante profundo de cómo funciona el mundo – y cómo no –.
De hecho, una actualización reciente de uno de nuestros autores describe un esfuerzo interesante de enseñar un algoritmo a reconocer imágenes graciosas, y hasta crear sus propias versiones. Ese trabajo sigue en un estado bastante bruto y básico ahora mismo, pero señala una importante área nueva de las investigaciones de inteligencia artificial.
Así que puede que todavía quede mucho para que nuestros ordenadores puedan generar sus propios chistes sarcásticos. Disfruten de la falta de ironía mientras puedan.