Ha desarrollado un sentido del tacto sintético que podría ayudar tanto a personas como a máquinas
"De niño siempre sentía curiosidad por las cosas, y tendía a romper cosas", dice Benjamin Tee. "Una de las cosas que rompí fue el despertador de mi abuela – sabes, entonces era un despertador de cuerda, toda una antigüedad, y se disgustó muchísimo cuando lo rompí y no fui capaz de arreglarlo".
La experiencia sólo aumentó la curiosidad que sentía Tee por cómo funcionan las cosas, y ahora, mediante sus innovaciones en dispositivos de piel electrónica y de detección de presión, está afrontando problemas mucho más complejos que arreglar un despertador.
Durante el doctorado en la Universidad de Stanford (EEUU), Tee, junto con algunos compañeros, desarrolló lo que él mismo denomina "una tirita inteligente". Al colocarse en la muñeca, "puede detectar el pulso mediante la arteria radial cerca de la muñeca", explica. "Lo hicimos con un método con tan alta resolución que incluso podemos saber si tus arterias están sanas".
También creó una piel electrónica altamente sensible a la presión, que algún día podría recubrir los miembros prostéticos para conferirles parte de la sensación de tacto de la piel humana. "Tu cerebro necesita mucha información para realizar las actividades diarias, y la piel facilita esto", dice Tee. "El hecho de que estoy sentado y no me caigo – en gran parte se debe a la información sensorial que recibo de la silla".
Foto: Pequeños pirámides dentro de la piel electronica de Tee se distorsionan con la presión, lo que altera la carga eléctrica que contienen.
Algunos sensores tienen otras aplicaciones: por ejemplo, un monitor diminuto e inalámbrica puede implantarse dentro del cráneo para medir la presión dentro del cerebro, una tecnología que Tee ha probado en ratones. Medir la presión craneal es extremadamente importante para las personas que han sufrido lesiones cerebrales o se recuperan de una neurocirugía, y los médicos normalmente lo miden mediante la introducción de un catéter por un pequeño agujero en el cráneo.
Hoy Tee dispone de una start-up radicada en Singapúr, Privi Medical, que desarrolla tecnologías diagnósticas y de tratamientos. Debería aportarle más oportunidades de arreglar problemas, dado que el campo de los cuidados médicos, como él mismo afirma, "está pidiendo la innovación a gritos".
—Anna Nowogrodzki. Traducido por Teresa Woods.
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