El crudo barato podría poner fin a la obligación legal de usar combustibles renovables en EEUU
La caída en picado de los precios del crudo, acelerada por una decisión reciente de la Organización de Países Eexportadores de Petróleo de mantener sus objetivos de producción, supondrá un nuevo varapalo a los esfuerzos por comercializar biocombustibles avanzados como el etanol fabricado a base de residuos leñosos de plantas, o el diésel fabricado de aceites de plantas. Una bajada en los precios del petróleo también podría hacer que la administración de EEUU se replantee la necesidad de imponer una legislación que obligue al uso de biocombustibles.
Los progresos a la hora de comercializar biocombustibles avanzados como el etanol celulósico han sido lentos a pesar de la aprobación de leyes que obligan a su uso. Este mismo año han entrado en funcionamiento unas cuantas plantas productoras de etanol celulósico a gran escala, entre ellas algunas operadas por Poet-DSM, DuPont y Abengoa. Todas se planificaron cuando el petróleo estaba por encima de los 100 dólares el barril (unos 80 euros). Otros proyectos de plantas ya se habían cancelado antes incluso de la reciente caída de los precios del petróleo.
Ahora que el barril está por debajo de los 70 dólares (casi 57 euros), una bajada importante desde el máximo de 115 dólares de este año (aproximadamente 93 euros), las nuevas plantas no se llegarán a construir siquiera, según el economista especializado en agricultura y energía de la Universidad de Purdue (EEUU), Wallace Tyner.
La obligación de usar biocombustibles en EEUU entró en vigor con una ley sobre la energía aprobada por el Gobierno en 2005. Firmada por el presidente Bush, se pretendía que los estándares impuestos promovieran la independencia energética del país, y obligaban a un consumo cada vez mayor de etanol y biocombustibles avanzados para el transporte.
En el año 2013 la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, de sus siglas en inglés) de Estados Unidos redujo la cantidad de biocombustible obligatorio que había que añadir a los combustibles de transporte. La Agencia citó saturación del mercado debido a una demanda menor de la esperada de gasolina, lo que limita la cantidad de etanol que se puede mezclar.
Se espera que la EPA publique sus requisitos actualizados a principios del año que viene. Si se revoca la obligatoriedad de usar biocombustibles, "los biocombustibles celulósicos y el biodiésel dejarían de existir" afirma Tyner.
El efecto del petróleo barato en otros sectores de las energías limpias probablemente sean más limitado. "Se usa muy poco petróleo en la producción de energía eléctrica, así que la caída de los precios del petróleo afecta principalmente al sector del transporte", afirma el director del Instituto de Liderazgo Tecnológico de la Universidad de Minnesota (EEUU), Massoud Amin, antiguo ejecutivo del Instituto de Investigación en Electricidad, un grupo de investigación financiado por las compañías eléctricas.