Myris reconoce el patrón individual de cada iris para utilizarlo como credencial de acceso a webs y otros dispositivos
Foto: Con mirar al espejo en el centro de este dispositivo puedes iniciar sesión en sitios web o en tu ordenador.
Hay una alternativa a las contraseñas que salta a la vista. Una compañía llamada EyeLock está a punto de dar a conocer un dispositivo de 280 dólares (225 euros) para su uso en PC de hogar y oficina que con una mirada a cámara permite iniciar sesión en sitios web y software de escritorio, y desbloquear el ordenador.
El dispositivo, llamado Myris, utiliza el patrón único del iris para verificar la identidad. Registra el aspecto del iris y lo almacena de forma encriptada en un hardware de seguridad dentro del dispositivo, que puede almacenar credenciales de un máximo de cinco personas.
En un principio el Myris se venderá como dispositivo independiente en tiendas al por menor, pero en un futuro la tecnología también se incluirá en ordenadores portátiles gracias a un acuerdo con una compañía taiwanesa que fabrica PC para HP, Acer y otras marcas importantes, señala el líder de Desarrollo de Negocio de EyeLock, Anthony Antolino. La compañía dará a conocer qué marcas específicas tienen planes para integrar la tecnología antes de finales de año, afirma.
Al probar el Myris uno tiene la sensación de que la tecnología funciona bien, pero es poco probable que gane popularidad hasta que se incorpore en los dispositivos. Tener que usar un dispositivo tipo add-on le resta comodidad a iniciar sesión con los ojos y es poco práctico a menos que siempre uses el ordenador en el mismo lugar.
El Myris es un cilindro de poca altura y del tamaño de la palma de la mano, que se conecta al PC con un cable USB. La parte inferior tiene un pequeño espejo en el centro con una pequeña lente de cámara. Cada vez que visitas una pantalla de inicio de sesión después de configurar el dispositivo, colocas el Myris frente a la cara para que ambos ojos estén visibles en el espejo. Unos segundos más tarde, un anillo verde se ilumina para indicarte que has sido reconocido, y el software del dispositivo te conecta sin tener que tocar ni una tecla. Esto se puede hacer con sitios web, aplicaciones de escritorio o para iniciar sesión en tu cuenta de usuario del ordenador.
EyeLock utiliza LED infrarrojos para iluminar el rostro con luz invisible, con la que una cámara sensible al infrarrojo captura vídeo para inspeccionar la textura del iris. La compañía afirma que su tecnología reduce los falsos positivos en un factor de 30 en relación con el lector de huellas digitales de los dispositivos móviles de Apple, y que puede distinguir un ojo real de una imagen. EyeLock ya vende dispositivos de reconocimiento de iris para el control de acceso a edificios, y entre sus clientes está Banco de América.
Configurar el Myris es fácil. Cuando lo conectas por primera vez te pide que instales el software incluido con el dispositivo, que puede integrarse con los navegadores Chrome, Firefox, Internet Explorer y Safari. Cada vez que inicies sesión en un sitio web, como por ejemplo Facebook, el software te preguntará si quieres que Myris almacene las credenciales. La próxima vez que visites el sitio, puedes usar el Myris para iniciar sesión con los ojos. No puedes llevar gafas cuando registres los ojos con el dispositivo por primera vez, pero puedes dejártelas puestas cada vez que necesite reconocerte.
No he probado el Myris durante mucho tiempo, pero la tecnología parece funcionar como promete, y veo que puede ser más segura que teclear contraseñas o incluso usar software de administración de contraseñas como LastPass y Dashlane. Pero parece menos cómodo. Tienes que mirar hacia abajo y coger el dispositivo, y luego mantenerlo frente a la cara durante unos segundos mientras te reconoce. Por eso sería mucho mejor si la tecnología estuviera incorporada en los ordenadores portátiles u otros dispositivos. Poder mover los ojos a la parte superior de la pantalla para autenticar nuestra identidad podría ofrecer el grado de comodidad necesario para que la gente lo adopte.
Al margen de cómo le vaya a EyeLock, el reconocimiento del iris quizá se haga más común que la biometría de huellas digitales, afirma el profesor de la Universidad de Notre Dame (EEUU), Kevin Bowyer. Aunque en un principio su desarrollo ha sido más lento, asegura que la tecnología ha madurado y ofrece ventajas significativas: entre otras cosas, es más precisa que las huellas digitales y más fácil de usar.