El novedoso sistema de agarre de una 'spin-off' basado en electricidad estática permitiría a los robots asumir nuevas tareas
Foto: La pinza de Grabit tiene apéndices electrostáticos flexibles.
El efecto pegajoso generado por la electricidad estática cuando frotamos un globo contra el pelo podría ser utilizado para ayudar a los robots a agarrar cosas, lo que ampliaría en gran medida el número de tareas que las máquinas pueden hacer en las fábricas.
Grabit, una spin-off de SRI International, ha desarrollado una mano robótica sencilla y barata que hace uso de este principio físico. La mano robótica de Grabit, de la que se hizo una demostración en la conferencia RoboBusiness de Boston (EEUU) hace unos días, es un poco más compleja que el truco del globo: por ejemplo, utiliza electrodos a los que se les suministra electricidad para mantener la atracción electrostática, y polaridades alternas para evitar la acumulación de carga y evitar que el dispositivo recoja polvo.
La nueva mano es parte de una tendencia más amplia hacia pinzas robóticas versátiles y baratas. Esta nueva generación de pinzas podría ampliar el uso de los robots y permitirles colaborar más estrechamente con los humanos (ver "Robots inteligentes junto a trabajadores en fábricas de automóviles").
La atracción electrostática ya se utiliza en algunas áreas de la manufactura, como por ejemplo para colocar las obleas de los microchip en su lugar. Pero funciona mejor con superficies limpias, planas y lisas porque la fuerza de la adherencia estática depende del tamaño del área de contacto. La atracción electrostática no es adecuada para la manipulación de hojas ultrafinas de material semiconductor, por ejemplo, puesto que dichas hojas son a menudo curvadas. Y no es ideal para recoger objetos de forma irregular.
La pinza de Grabit, sin embargo, utiliza materiales flexibles que tienen las mismas propiedades electrostáticas. Parte de la innovación de la compañía ha sido desarrollar materiales que puedan ajustarse a un objeto, pero que aguanten el desgaste normal de una fábrica, señala el director tecnológico de la empresa, Harsha Prahlad.
La superficie flexible de la pinza le permite soportar más peso y distribuir la fuerza de agarre de manera más uniforme que los robots convencionales, que usan succión para recoger objetos. Esta mejora podría permitir a los robots asumir nuevas tareas de manufactura, entre ellas trabajos que impliquen la manipulación de materiales delicados como semiconductores delgados para nuevas células solares avanzadas. Pero la tecnología también ofrece una forma barata de recoger casi cualquier tipo de objeto: tela, bolsas de patatas fritas, cajas de 23 kilos de papel, piezas sueltas de papel, teléfonos móviles...
Grabit, fundada en 2011, cuenta con Nike y Samsung entre sus inversores estratégicos.