QD Vision utiliza puntos cuánticos dentro de un sistema de iluminación a base de LEDs, consiguiendo así producir una luz blanca más agradable.
Seth Coe-Sullivan acciona los interruptores de dos lámparas de escritorio e, incluso desde el otro lado de la sala de conferencias, es inmediatamente obvio sobré qué luz va a empezar a presumir el director tecnológico de QD Vision. La luz que sale de la lámpara de la izquierda en de un blanco azulado y áspero. La lámpara de la derecha emite un brillo más cálido y de tonalidad amarilla. Coe-Sullivan pone una mano debajo de cada una de las lámparas. La mano que sitúa debajo de la luz azulada se ve pálida y enfermiza; la otra se ve más oscura y saludable. La luz más áspera carece de longitud de onda en el extremo rojo del espectro, por lo que no puede iluminar el matiz rojo que la sangre otorga a la piel humana.
QD Vision, con sede en Watertown, Massachussets, está promocionando una nueva lámpara a base de LEDs que ha fabricado en colaboración con Nexxus Lighting en Charlotte, Carolina del Norte. Nexxus fabrica lámparas diseñadas para ser insertadas en las tomas de corriente estándar de los sistemas de iluminación del techo. Está compuesta de una serie de LEDs de luz blanca rodeadas de unas aletas que disipan el exceso de calor. QD Vision añade un capa óptica—una cubierta de plástico con un tipo de capa especial que se coloca sobre los LEDs.
Es esa capa la que marca la diferencia en cuanto a la calidad de la luz. Está compuesta de unos puntos cuánticos—diminutos trozos de material semiconductor de sólo unos pocos nanómetros de diámetro. Cuando se les aplica una fuente de luz—en este caso, los LEDs—los puntos cuánticos irradian luz en una longitud de onda que varía en función del tamaño del punto: un punto de dos nanómetros emite luz azul, uno de cuatro nanómetros emite luz verde, y el de seis nanómetros roja. La compañía fabrica los puntos con los tamaños específicos, luego los mezcla en la proporción adecuada para conseguir el color deseado.
Esta capacidad para conseguir color a medida viene a solucionar uno de los mayores problemas asociados con el uso de LEDs para aplicaciones de iluminación. Los LEDs son muy atractivos porque son capaces de durar años, utilizan probablemente un 20 por ciento de la electricidad que consume una bombilla estándar, y son altamente eficaces a la hora de convertir la electricidad en luz visible en vez de en calor. No obstante, para conseguir una luz blanca, deben mezclarse LEDs de distintos colores o usar un LED con una capa de fósforo que emite una luz amarilla y produce una mezcla blanquecina. El problema con los fósforos es que no emiten luz de forma proporcional a lo largo del espectro visible. Suelen tener huecos en su sección de verdes y mucho más aún en los rojos, con lo que dan como resultado esa luz azulada y áspera. “No se pueden ajustar los fósforos de forma precisa en ningún lugar del espectro visible,” afirma Dan Button, director de QD Vision.
La capa óptica de QD Vision absorbe la energía a partir de los LEDs recubiertos de fósforo y la reemite con una nueva mezcla de longitud de onda. Coe-Sullivan afirma que el índice de reproducción cromática--una forma de medir cómo se ven los colores bajo la luz—de la capa óptica de la compañía es de 90, en comparación con el índice de 70 que tienen los LEDs sin este tipo de óptica. La luz del sol tiene un índice de 100, y las bombillas incandescentes estándar tienen un 99. La luz de QD Vision es mucho más eficiente que la luz incandescente, ya que produce 65 lumens por vatio de electricidad, mientras que la luz incandescente produce 15 por vatio. Una bombilla compacta fluorescente produce alrededor de 30 lumens por vatio; tiene una luz más fria y áspera que la de la lámpara de QD Vision; y posee mercurio, lo cual resulta problemático a nivel medioambiental.
“Estas cifras son buenas,” afirma Nadarajah Narendran, director del Centro de Investigación de Iluminación en el Instituto Politécnico de Rensselaer. “Este quizá sea el primer producto listo para ser lanzado al mercado [basado en puntos cuánticos], así que en ese sentido estamos hablando de algo único,” afirma. “Tienes que tener los ingredientes correctos.” Entre ellos se incluye no sólo la longitud de vida, el rendimiento energético y el color: “Por el momento, el precio es el ingrediente más importante.”
Las compañías se están esforzando por mantener el precio de las bombillas LED a 65 dólares o menos. La lámpara de Nexxus podría costar alrededor de los 100 dólares. Button afirma que si se tiene en cuenta el ahorro que proporcionan en electricidad, el coste de las bombillas de repuesto, y la mano de obra necesaria para reemplazar las lámparas del techo a lo largo de los próximos siete años, el coste de la lámpara es competitivo.
Las dos compañías mostraron sus lámparas la semana pasada en la feria comercial Lightfair International de Nueva York, y afirman que se pondrán a la venta a finales de año. Mientras tanto, Button señala que el acuerdo entre QD Vision y Nexxus no es exclusivo, y que espera poder trabajar con otras compañías para producir más productos de iluminación en general. QD Vision se había centrado inicialmente en el uso de puntos cuánticos para fabricar mejores pantallas de ordenador y otros dispositivos. Aún sigue en ese tipo de negocio, aunque puesto que la mayoría de fabricantes de pantallas están en Asia, la compañía cree que el sector de la iluminación le ayudaría a penetrar en el mercado más rápidamente, afirma Coe-Sullivan.
La belleza de la tecnología de QD Vision, según Button, radica en que es simplemente una pequeña adición a los LEDs que actualmente se utilizan en las lámparas. “Están consiguiendo una cuota de mercado sin haber tenido que realizar ningún cambio,” afirma. “Si se nos proporciona una entrada de luz, nosotros mejoramos el color sin por ello disminuir el rendimiento.”