Estos dispositivos cerebrales pueden ayudar a personas con enfermedades cerebrales y extremidades paralizadas a recuperar autonomía
Dentro del laboratorio de Electrónica Biomédica de GE Global Research en Niskayuna, Nueva York (EEUU), el ingeniero principal, Jeff Ashe, sostiene un lápiz mecánico y apunta a su delgada punta de grafito. Ese, señala, es el tamaño de los nuevos implantes cerebrales inalámbricos que GE está desarrollando. Se espera que estos implantes más pequeños y biocompatibles ayuden a andar a las personas paralizadas y proporcionen una forma más eficaz de tratar las enfermedades que afectan al cerebro.
Los neurocientíficos han implantado este tipo de dispositivos en los cerebros de varios pacientes paralizados (ver "Experimentar con los pensamientos"). Pero los implantes actuales no son prácticos. Capturan una imagen poco definida de la actividad dentro del cerebro, y siempre comienzan a fallar después de un año o dos, en gran parte debido a que el tejido cerebral comienza a encapsularlos en tejido de cicatriz. El software que interpreta las señales de los implantes ha mejorado mucho en los últimos años, pero los propios implantes han cambiado poco.
Algunos de los implantes en fase de desarrollo en GE serán aproximadamente del mismo tamaño que las neuronas que miden. Según el profesor de neurobiología de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), Andrew Schwartz, existen buenas pruebas de que hacerlos tan pequeños minimizará la formación de cicatrices. Los implantes también están siendo diseñados para contener 10 veces más electrodos, por lo que serán capaces de registrar miles de neuronas en lugar de sólo un par de cientos. También deberían ser inalámbricos, lo que eliminaría las conexiones eléctricas cableadas, que a menudo pueden fallar y provocar infecciones.
GE está probando varios enfoques para el cultivo de delgadísimos electrodos sobre microchips, utilizando su experiencia en la fabricación de dispositivos microelectromecánicos (MEM). La compañía cree que su experiencia en dispositivos médicos inalámbricos y electrónica también podría servirle de ayuda. Actualmente se están poniendo a prueba varios materiales para el revestimiento de los dispositivos, que podrían ayudarles a durar más tiempo en el cerebro.
Los implantes existentes, aproximadamente del tamaño de una chincheta, han permitido que aproximadamente una docena de pacientes controlen un cursor o un brazo de robot con sólo pensar en ello. La semana pasada un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) informó sobre un implante que detecta la actividad eléctrica en las neuronas, y que usado junto a un dispositivo que transmite señales eléctricas a un brazo paralizado permitió que un paciente moviera la mano usando el pensamiento.
GE está colaborando con el neurocientífico de la Universidad de Brown (EEUU), John Donoghue, pionero en el uso de implantes para ayudar a pacientes paralizados. El fabricante de dispositivos médicos Medtronic y algunas start-up también están trabajando en la creación de mejores implantes.