Modificar las propias células inmunes del paciente puede hacerlas resistentes al virus y descartar las terapias antiretrovirales de por vida
Según los investigadores, las células inmunes de los pacientes con VIH se pueden modificar genéticamente para resistir a las infecciones. Tras un pequeño estudio en humanos, los científicos informan de que al crear una mutación beneficiosa en las células T, prácticamente se puede curar a los pacientes con esta dolencia.
En un estudio publicado recientemente en la revista New England Journal of Medicine, los investigadores explican haber usado la edición genómica para recrear las raras mutaciones responsables de proteger del virus a aproximadamente el 1% de la población de pacientes infectados. Explican que algunos de los pacientes que han recibido el tratamiento modificador del genoma presentaron un descenso de las cargas virales durante un paréntesis temporal en la toma de su medicación antiviral. En el caso de un paciente, el virus ni siquiera se detectaba en sangre.
Las nucleasas con dedos de zinc son una de las herramientas para la edición del genoma usadas por los investigadores para crear cambios específicos en el genoma de organismos y células vivas (ver "Cirugía del genoma"). Los científicos ya han usado técnicas de edición genómica para modificar el ADN de células humanas y animales no humanos, entre ellos monos (ver "¡Bienvenidos al mundo, monos transgénicos!"). Ahora, el estudio del New England Journal of Medicine sugiere que el método también se puede usar de forma segura en humanos.
El equipo extrajo células madre de la médula de cada paciente. Estas células dan lugar a las células T en el cuerpo. Y usaron las nucleasas con dedos de zinc para "romper" copias del gen CCR5 que codifica las proteínas de la superficie de las células inmunes, un punto de entrada clave del VIH. Las células madre se volvieron a introducir en el flujo sanguíneo del paciente. El proceso de modificación no es perfecto, así que sólo algunas de las células acabaron portando la modificación. "Alrededor de un 25% de las células tienen al menos uno de los genes CCR5 interrumpidos", explica el director ejecutivo de Sangamo Biosciences, Edward Lanphier. Esta es la empresa de biotecnología californiana que fabrica las nucleasas con dedos de zinc.
Como las células son del propio paciente, no se corre el riesgo del rechazo. Las células madre modificadas dan lugar a células T modificadas más resistentes a la infección por VIH, afirman los investigadores.
Una semana después de la infusión sanguínea, los investigadores hallaron células T modificadas en la sangre de los pacientes. Cuatro semanas después de la infusión, seis de los 12 pacientes del estudio dejaron de tomar temporalmente su medicación antiretroviral para que los investigadores pudieran evaluar el efecto del tratamiento de edición genómica sobre la cantidad de virus en el cuerpo de los pacientes. En cuatro de estos pacientes la cantidad de VIH en la sangre descendió. En un de ellos, el virus siquiera podía ser detectado. El equipo descubrió con posterioridad que este paciente con la mejor respuesta ya contaba con una copia con una mutación natural del gen CCR5.
Los pacientes portadores de una copia alterada del CCR5 progresan hacia el SIDA más despacio que quienes no, explica el investigador en terapias celulares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pennsylvania (EEUU), Bruce Levine, y coautor del estudio. Dado que todas las células en ese paciente que obtuvo la mejor respuesta ya portaban una copia rde este tipo, la modificación hecha por las nucleasas con dedo de zinc dio lugar a células T sin copias funcionales del gen. Eso significa que las células son completamente resistentes a la infección por VIH. El equipo trabaja ahora en aumentar la cantidad de células inmunes que acaban portando dos copias rotas del CCR5