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Cambio Climático

¿Qué cantidad de agua necesita el etanol derivado del maíz?

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El etanol generado a partir del maíz consume tres veces más agua de lo que se pensaba hasta ahora.

  • por Phil Mckenna | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 14 Abril, 2009

Según un estudio reciente, el etanol derivado del maíz consume hasta tres veces más agua de que lo se creía.

Los estudios anteriores, y basándose en los datos relativos a la media de producción nacional, habían estimado que un litro de etanol derivado del maíz requería de 263 a 784 litros de agua para hacer crecer la cosecha y convertirla en combustible. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Minnesota acaban de llegar a la conclusión de que la cantidad de agua utilizada en la producción de etanol varía significativamente de estado a estado, pasando de los 5 a los 2.138 litros de agua por cada litro de etanol, en función de las necesidades de riego de cada región.

La producción de etanol derivado del maíz tiene asociada una serie de preocupaciones medioambientales tales como la contaminación a partir de los fertilizantes, pesticidas y herbicidas; la erosión de la tierra; la emisiones de gases de efecto invernadero; así como la competición con las tierras de maíz usadas para fines alimenticios.

Este nuevo estudio, publicado en la revista Environmental Science and Technology, también resalta que mientras que la producción de etanol a partir del maíz prácticamente se ha duplicado a nivel nacional entre 2005 y 2008, la cantidad de agua utilizada en el proceso de producción ha ascendido a más del triple.

“Según pasa el tiempo, el etanol consume más agua puesto que la producción de maíz se extiende a regiones que necesitan grandes cantidades de riego,” señala Sangwon Suh, profesor asistente de ingeniería de biosistemas en la Universidad de Minnesota y coautor del estudio. “Eso significa que se necesita más agua para producir una unidad de etanol.”

Suh y sus colegas examinaron los datos relativos al historial de riego en campos de maíz de distintos estados y condados, tanto para alimento como para combustible, y también tuvieron en cuenta la localización, los niveles de producción y la cantidad de agua que estaban usando los centros de producción de etanol ya existentes. Los investigadores descubrieron que más del 80% del maíz que se utiliza para producir etanol se cultiva dentro de un radio de 64 kilómetros alrededor de la refinería donde más tarde se convierte en combustible. A partir de esta información y de los datos locales de riego, los investigadores pudieron hacer una estimación sobre los requerimientos de agua de cada uno de los centros de producción de etanol en particular.

En algunos estados como Ohio, Iowa y Kentucky, donde el maíz crece sin apenas necesidad de riego, sólo se necesitan de cinco a siete litros de agua para convertir el alimento en combustible. La mayoría de este agua se utiliza para cocer, fermentar y destilar el biocombustible. Sin embargo, el aumento de la producción de etanol ha hecho que se creen nuevos campos de cultivo en estados del oeste del país como Nebraska, Colorado y California, donde las necesidades de riego han hecho que los requerimientos de agua de este combustible aumenten considerablemente.

“Esto hace que el etanol haya dado un paso más a su propia tumba,” comenta David Pimentel, de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva Cork, y cuyos estudios muestran que el etanol requiere más energía para ser producido de la que genera cuando se quema, y que el tipo de fertilizante que se usa para hacer crecer el maíz  del etanol ha incrementado significativamente las zonas muertas del Golfo de México (áreas del océano con un bajo contenido en oxígeno debido a un aumento de componentes químicos en el agua.)

La Ley de los EE.UU. sobre Seguridad e Independencia Económica de 2007 dicta que el etanol que en la actualidad se produce utilizando este tipo de tecnología debe pasar de los 34 mil millones de litros producidos en 2008 a 57 mil millones al año en 2015. Esto incluye a los estados más áridos del oeste, donde en la actualidad se produce este tipo de etanol a partir del maíz.

Jerry Schnoor de la Universidad de Iowa, en Iowa City, señala que los productores de etanol ya se han puesto manos a la obra para cumplir con los objetivos de esta ley para 2015. “En la actualidad nos encontramos en una situación insostenible en términos de utilización del agua, y prácticamente hemos extinguido acuíferos como el de Ogallala,” afirma Schnoor refiriéndose a la inmensa fuente de agua subterránea que se extiende desde Dakota del Sur hasta el norte de Texas. “Si aumentamos los niveles de riego en esos estados, eso no haría más que exacerbar ese tipo de declive.”

Geoff Cooper, vicepresidente de investigación en Renewable Fuels Association, con sede en Washington D.C., pone en duda lo que los investigadores afirman acerca de que el uso del agua se ha triplicado mientras que la producción de etanol sólo ha aumentado el doble. “La mayor parte de la expansión desde 2005 a 2008 se dio en el cinturón central del maíz—aquellos lugares donde no se necesita riego,” señala. “Hay un límite en la cantidad de etanol que se puede producir en aquellas áreas donde el agua escasea. No estamos implantando plantas de producción de etanol en aquellas áreas donde el agua es un recurso limitado.”

Suh también muestra optimismo al pensar que el uso de agua se puede reducir mientras que la producción de etanol sigue aumentando. Señala que aquellas tierras para la agricultura que se han declarado áreas de conservación natural en regiones que no necesitan riego podrían volver a utilizarse para la producción agrícola, y así plantar un tipo de maíz genéticamente modificado para que mantenga unos altos niveles de producción y necesite poco agua.

“Soy optimista y creo que podemos alcanzar el nivel de producción que estima la ley sin sacrificar la seguridad del agua en EE.UU.,” afirma. Schnoor añade que la producción de etanol podría expandirse hacia el sur y el este, allí donde la tierra es más económica y hay más cantidades de agua.

Sin embargo, Pimentel no está de acuerdo. “Al leer el periódico llegas a la conclusión de que ciertamente vamos a necesitar más y más agua, aunque Suh es de Minnesota, y tienes que ser cauteloso porque en Minnesota están promocionando el etanol,” comenta.

Este estudio fue subvencionado en parte por el Departamento de Energía del estado de Minnesota.

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