El cofundador y director ejecutivo de Udacity, Sebastian Thrun, afirma que habrá más IA en la enseñanza en línea, pero seguiremos necesitando a humanos para evaluar los ensayos literarios.
Foto: Sebastian Thrun, cofundador y director ejecutivo de la start-up de enseñanza en línea Udacity.
Sebastian Thrun ha ejercido numerosos oficios en el mundo de la tecnología: profesor de investigación en la Universidad de Stanford (EE.UU.), fundador de los X Labs de Google, donde supervisó el desarrollo de los coches autónomos y Google Glass y, más recientemente, apasionado defensor de los MOOCs (siglas en inglés de los cursos masivos abiertos en línea) a través de Udacity, la start-up de educación en línea que cofundó y dirige (ver "La tecnología de educación más importante en 200 años").
Inaugurada en 2012, el objetivo de Udacity es lograr que la educación sea asequible para todos. Todas las clases están disponibles gratis en la Web y algunas además ofrecen créditos universitarios por una tasa de 150 dólares (unos 115 euros). Udacity es una entre un número cada vez mayor de start-ups que ofrecen servicios parecidos. Y parece que llegan justo a tiempo, ahora que el coste medio de una licenciatura en Estados Unidos se ha disparado por encima de los 100.000 dólares (unos 76.000 euros), y la llegada de Internet a alta velocidad ha hecho que la enseñanza a distancia sea una alternativa plausible a las aulas. Mucha gente ha recibido a los MOOCs como el futuro de la educación, pero aún están dando sus primeros pasos y todavía les queda mucho camino por recorrer (por ejemplo, uno de los socios de Udacity, la Universidad de San Jose State en Estados unidos, afirmó la semana pasada que va a suspender su oferta de cursos en línea hasta la primavera que viene según un artículo de la revista Inside Higher Ed).
Thrun se sentó a charlar con la redactora de tecnología de la información de MIT Technology Review Rachel Metz en las oficinas de Udacity en Mountain View, California (EE.UU.).
¿Cómo ha cambiado la enseñanza en línea desde que inaugurasteis Udacity?
Hemos hecho evolucionar el concepto de los MOOCs, ahora son cursos que ayudan a la gente a lo largo de todo el proceso, hasta completar el curso. Las tasas de finalización más recientes en programas piloto que hemos estado haciendo han sido del 85 por ciento, en comparación con el 5 o el 4 por ciento habituales en el mundo de los MOOCs.
Es una diferencia impresionante entre el número de personas que empiezan y el que acaban un curso en línea. ¿Cómo conseguís que suceda?
Lo hemos logrado usando dos ingredientes principalmente. Uno es añadir un valor a los certificados que reciben los estudiantes, y la propuesta de valor que hemos escogido son los créditos universitarios o títulos universitarios, que no obtienes a menos que completes el curso. Estamos asociados con una institución, la Universidad San Jose State. Y ahora también estamos trabajando con la Universidad Georgia Tech (EE.UU.) para ofrecer un grado completo que empezará en enero del año que viene. El grado lo ofrecen ellos, puesto que nosotros no estamos acreditados, pero podemos proporcionar toda la infraestructura y la salsa secreta para que la cosa funcione.
El segundo ingrediente es que ahora también ofrecemos servicios bastante amplios a los estudiantes. Tenemos a gente sobre el terreno que te ayuda durante todo el recorrido. Resulta que si los estudiantes no están solos en manos de un sistema informático, si hay gente hablando con ellos en línea, se logran tasas de finalización mucho mejores. Tenemos una línea de ayuda, tenemos mentores que te guían para organizarte el tiempo, y te recuerdan que hagas tus tareas y demás.
¿Crees que en general la tasa tan baja de finalización actual de los MOOCs tiene algo que ver con las expectativas de los usuarios? ¿Los usuarios esperan demasiado y se sienten decepcionados?
Incluso en las instituciones más prestigiosas se observa que los estudiantes suelen coger los cursos que menos trabajo dan. Hay quien va a aprender, pero hay quien va porque quiere un título. A veces es porque los cursos son demasiado largos. Muchos MOOCs son como clases semestrales, y es mucho tiempo de asistencia. En la actualidad los videojuegos, por ejemplo, son mucho más cortos; los tuits son mucho más cortos que los correos electrónicos ¿no? Así que todo es más corto, más rápido. Hasta cierto punto nos tenemos que adaptar a eso.
No solo hay estudiantes usando Udacity, sino también empresas, para formar a los trabajadores y para llegar a empleados potenciales, ¿verdad?
Tenemos un montón de empresas asociadas que nos han proporcionado cursos, han financiado cursos, construido cursos, o trabajado con nosotros para construir cursos. La idea ha sido que la fuerza de trabajo moderna necesita tener determinado tipo de conocimiento, y es mucho más rápido proveerlo a través de una plataforma como Udacity que a través de una universidad convencional.
Para empezar, a las empresas les interesa porque ayudan al mundo a adquirir determinadas habilidades. A menudo esas habilidades están relacionadas con sus propios productos. Google, por ejemplo, escogió hacer un curso de HTML5 que es un lenguaje Web, y la propia Google tiene interés en que la gente adquiera un mayor conocimiento de HTML5. Pero también consiguen empleados y becarios de estos programas. Cualquiera de estas empresas suscribe un trato por el cual tienen acceso a los mejores estudiantes de esas clases. Hemos descubierto que los estudiantes más destacados de esos cursos compiten favorablemente con los mejores estudiantes de las principales instituciones académicas estadounidenses. Y muy a menudo los mejores estudiantes de nuestros cursos no tenían acceso a las principales instituciones educativas estadounidenses por distintas razones, geográficas, demográficas. A veces es simplemente cultural.
Estos cursos encuentran a estudiantes con muchísimo talento, les enseñan algo muy importante, alguna habilidad, lo que los hace muy deseables para el mercado de trabajo. Hemos colocado directamente a decenas de estudiantes en puestos de trabajo, pero además sabemos de cientos de personas que han encontrado trabajo gracias a nuestros certificados. Y esto solo es la punta del iceberg.
¿En qué tecnología estáis trabajando o estáis pensando que podría hacer que los cursos en línea sean más entretenidos o interactivos?
Tenemos que trabajar mucho sobre la inteligencia artificial, comprender de verdad dónde podemos llevar a un estudiante si tiene determinado perfil de aprendizaje. Ahora mismo hacemos esto en parte manualmente, analizamos los perfiles de los estudiantes, hacemos predicciones sobre las tasas de éxito y ahora mismo intervenimos manualmente basándonos en las predicciones que logramos de los perfiles de los alumnos. Pero es algo que aún no hemos automatizado. Así que con el tiempo habrá una importante pieza de inteligencia artificial ahí instalada que te observa mientas aprendes y te ayuda a escoger el lugar de aprendizaje o la tarea más adecuada para que seas más eficaz y obtengas una satisfacción mayor.
¿Cuánto tardaremos en llegar a ese punto?
Creo que por lo menos un año.
¿Qué aspecto tendrá eso en Udacity?
Podrías entrar y el curso te podría decir: vale, aquí tienes un problema, calcula una proposición geométrica interesante o resuelve una serie de ecuaciones, y que cuando empieces a escribir tu respuesta, el programa se dé cuenta de que ni siquiera sabes lo que son las fracciones. Sin despreciarte te dirá: vale, vamos a hacer un pequeño desvío; a ver si eres capaz de hacer fracciones. Y de repente tienes un problema que es mucho más fácil. Puede que lo resuelvas bien, en cuyo caso el sistema te dará la enhorabuena y volverá a la pregunta original. O puede que no sepas hacerlo, entonces no tiene sentido darte las preguntas difíciles, es mucho más inteligente darte las fáciles. Es un poco lo que haría un buen tutor, ¿no?
Hablando de IA, ¿qué te parecen las correcciones y los comentarios automatizados? ¿Puede llegar a ser han hábil o incluso mejor que un profesor humano?
Los programas de ordenador se evalúan mediante compiladores. Las opciones son bien o mal y hay programas informático que te ayudan. Incluso en ese caso no es algo completamente trivial. Si quieres probar un teorema, no es del todo evidente cómo se evalúa, pero al fin y al cabo es fácil. Compáralo con el diálogo crítico en la filosofía, el discurso en la filosofía. En ese caso es la sutileza del lenguaje la que marca la diferencia y mucho más. No es solo evaluar y puntuar, también los comentarios al respecto. Cuando alguien escribe un ensayo, quieres darle unas pautas con sentido para que pueda mejorar. He visto bastantes progresos en la evaluación de ensayos, pero no he visto casi nada de progreso en dar una respuesta cualificada. Y ahí es donde tienes una elección muy sencilla, dejas que lo hagan personas Ahora mismo nuestros cursos exigen que los alumnos escriban ensayos y esos ensayos son evaluados por personas, lo cual es perfecto en mi opinión. ¿Por qué no? Hay mucha gente sin trabajo en este país. No creo que todo tenga que estar informatizado.
¿Dónde espera que esté Udacity de aquí a cinco años?
Creo que seremos igual que una universidad, pero seremos una universidad del siglo XXI.