Cambio Climático
Rebajar contaminantes en camiones diésel y cocinas podría reducir el cambio climático
Centrarse en el carbono negro podría disminuir los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Foto: El número cada vez mayor de automóviles en China los ha convertido en una fuente importante de contaminación urbana y del aire.
Cortar el uso global de combustibles fósiles ha demostrado ser un desafío de enormes proporciones, pero podría ser posible aliviar de algún modo los efectos del cambio climático mediante la reducción selectiva de la contaminación por partículas que producimos. Una investigación reciente sugiere que si podemos limpiar los motores diésel y las cocinas primitivas en la India y China, por ejemplo, eso podría retrasar los efectos de la acumulación de gases de efecto invernadero, incluso si persistiese la contaminación de las plantas eléctricas de carbón. Un estudio publicado la semana pasada concluye que si cada país hiciera lo que ha hecho California en el último par de décadas para limpiar las emisiones de diésel, el calentamiento global se frenaría en un 15 por ciento. Reducir la contaminación similar de fuentes tales como barcos y cocinas, que no fueron incluidos en el estudio, podría ayudar aún más.
El estudio se presenta en un momento en que los Gobiernos de la India y China están decidiendo cómo abordar su creciente contaminación, que puede conducir a problemas letales para la salud humana. A lo largo del fin de semana pasado, los medios de comunicación controlados por el estado de China anunciaron nuevas reglas de contaminación dirigidas tanto a las plantas de energía como a las emisiones de automóviles y camiones.
Los contaminantes aerosoles, como el dióxido de azufre, el hollín y el ozono, son malos para la salud humana pero tienen diferentes efectos sobre el clima. "Algunos de los aerosoles están calentando el planeta, y otros lo están enfriando", afirma Phil Rasch, miembro del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNNL, por sus siglas en inglés) en Richland, Washington (EE.UU.). Por ejemplo, los sulfatos que se forman a partir del escape de las plantas de carbón reflejan la luz solar hacia el espacio, creando sombra sobre el planeta y enfriándolo. Las partículas de carbono negro del escape de diésel, por otro lado, absorben la luz solar y producen el calentamiento de la atmósfera.
"Al juntarlo todo, creemos que a fin de cuentas están enfriando el planeta", señala Rasch. Es decir, enmascaran algunos de los incrementos de temperatura que se habrían producido como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono, la principal contribución humana al calentamiento global. Sin embargo, este efecto sería más significativo si se eliminaran las partículas que contribuyen a calentar la atmósfera. "Si pudiéramos deshacernos de las que calientan el planeta", afirma, "entonces tendríamos un poco más de tiempo".
Rasch afirma que otros artículos recientes han planteado la cuestión reflejada en el que se acaba de publicar: "¿Qué pasaría si nos deshiciéramos inmediatamente solo de los aerosoles de carbono negro?" Afirma que, de hacerlo, eso "podría conducir a un enfriamiento del planeta entre medio grado y un grado Celsius". Sin embargo señala que el impacto sobre la temperatura es difícil de precisar. Por un lado, la contaminación afecta a las nubes y las precipitaciones, que tienen efectos complejos sobre el clima.
Una de las ventajas de perseguir el carbono negro es que los efectos serían casi inmediatos. Estos contaminantes se caen de la atmósfera en el transcurso de unos pocos días o semanas, por lo que una vez que las emisiones se detuvieran, el aire se limpiaría rápidamente. El dióxido de carbono, en cambio, permanece en la atmósfera durante cientos de años.
Por supuesto, en última instancia es importante reducir todo tipo de contaminación, ya que mata a millones de personas cada año. "Queremos reducir la contaminación de todos los modos posibles, por razones de salud humana", asegura Lai-yung Ruby Leung, miembro del PNNL y una de las autoras del estudio sobre carbono negro recientemente publicado. Reducir selectivamente los contaminantes como forma de contrarrestar el calentamiento global "es una estrategia importante que podemos considerar", afirma, "pero hay que hacerlo con cuidado". Rasch destaca la aceleración de la reducción de contaminantes que calienten el planeta, y no necesariamente aplazar regulaciones para reducir los que lo enfrían.
Leung asegura que como poco la investigación sugiere que a medida que los países limpien los sulfatos de las centrales eléctricas, deberían asegurarse de reducir las emisiones de diésel al mismo tiempo. Si solo se reducen los sulfatos el planeta se calentaría.