Una película plástica que sirve para cubrir las pantallas de los teléfonos inteligentes y está cubierta de diminutas lentes podría servir para que el 3D móvil despegue.
La semana pasada, una empresa de Singapur empezó a vender películas protectoras de plástico para el iPhone 5 que cuestan 35 dólares (unos 27 euros). Sin embargo, no son protectores de pantalla normales, cada uno tiene medio millón de lentes diminutas dibujadas con precisión sobre su superficie, lo que sirve para convertir un teléfono normal en un dispositivo capaz de mostrar imágenes y vídeo en 3D sin necesidad de usar gafas.
El efecto 3D de los protectores de pantalla “EyeFly 3D” fabricados por Nanoveu, se basa en la tecnología de lentes lenticulares, que se inventó hace más de un siglo y se usa para hacer posters y postales que mueven cuando el espectador cambia de perspectiva. Las lentes dirigen imágenes separadas a cada ojo para crear una ilusión de profundidad.
Lo que hace que EyeFly sea único es su proceso de fabricación. En concreto, según afirman sus inventores, un paso de nanofabricación que está pendiente de patente permite la aplicación de "lentes con una forma perfecta", cada una lo suficientemente pequeña como para colocarse encima de la imagen de un único pixel en las pantallas LCD de mayor resolución del mercado y enfocarla a uno u otro ojo.
"Hemos cogido la antigua tecnología de lentes lenticulares y la hemos mejorado gracias a la nanotecnología", explica Loke Yee Chong, investigador de la Agencia para la Ciencia, Tecnología e Investigación del gobierno de Singapur (A*STAR). Chong contribuyó a dirigir el desarrollo de la técnica de fabricación.
Los teléfonos móviles y pantallas de tabletas que permiten ver en 3D sin necesidad de gafas están disponibles desde hace algunos años ya, pero el mercado no ha despegado en parte debido a que la escasez de contenido formateado para 3D no justifica el gasto de integrar la tecnología 3D directamente en el hardware (ver "TR10: Telefonía móvil en 3D"). Es más, modificar la pantalla para permitir ver en 3D suele reducir la resolución, un hecho que también ha obstaculizado intentos anteriores de láminas plásticas que se superponen a la pantalla.
EyeFly 3D podría cambiar las cosas, no solo porque es relativamente barato, sino también porque Nanoveu promete tanto una alta calidad de visión 3D, como visión 2D "libre de distorsiones", al menos en algunas pantallas de alta resolución.
Unas aplicaciones de software toman el contenido de foto y vídeo hecho con imágenes separadas para el ojo izquierdo y derecho, "diseccionan cada fotograma" y después "los remontan de tal forma que nuestra lente lo entienda", explica el director ejecutivo de Nanoveu, Alfred Ching. Otra aplicación permitirá la conversión de imágenes 2D en 3D, afirma. Nanoveu también creará un kit de desarrollo de software para producir juegos 3D, y planea trabajar con las empresas creadoras de videojuegos para ofrecer su contenido en 3D.
Una detallada guía de instalación muestra cómo usar una de las aplicaciones para colocar la película y asegurarse de que queda bien alineada.
Poco después de este primer producto para el iPhone e iPod 5, la empresa piensa lanzar películas para la tercera y cuarta generación de iPads, los Samsung Galaxy S3, S4 y Note 2, y los HTC Butterfly y DNA, según su sitio web.
La clave para que el producto sea tan barato, según afirma Chong, es un nuevo método de fabricación, resultado de varios años de investigación y desarrollo de investigadores en A*STAR y la Universidad Politécnica Temasek en Singapur. El método se basa en la litografía de nanoimpresión, que apareció por primera vez a mediados de la década de 1990, y emplea materiales duros para grabar dibujos extremadamente pequeños y precisos sobre un material más blando. Las impresiones resultantes se usan para hacer los productos finales, por ejemplo mediante el grabado o la deposición de más materiales.
A*STAR y Temasek han vendido la licencia de la tecnología de fabricación a Nanoveu. El proceso patentado es "muy personalizable" -como afirma Chong- y permitirá a la empresa adaptarlo rápidamente para hacer películas personalizadas para teléfonos inteligentes y tabletas concretos. Ching afirma que el proceso de fabricación "de rollo a rollo" se puede escalar de forma parecida a la impresión de periódicos (ver "La nanoimpresión se hace más grande").