Cambio Climático
Los Boeing 787 Dreamliner retenidos utilizan baterías propensas al sobrecalentamiento
Un incendio la semana pasada y un aterrizaje forzoso este miércoles han dado protagonismo a la posibilidad de que se produzcan este tipo de problemas.
Dos importantes incidentes de seguridad en aviones Boeing 787 Dreamliner han provocado que dos compañías japonesas retengan en tierra sus flotas de la aeronave. Los problemas podrían estar relacionados con un componente químico de la batería especialmente propenso a provocar incendios.
Este miércoles, un avión en Japón se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia después de que las luces de advertencia de la batería se encendieran y empezara a oler a quemado. La semana pasada, una batería se incendió en un avión en tierra en Boston (EE.UU.). En ambos casos, los problemas podrían estar relacionados con la decisión de Boeing de utilizar una clase de compuesto químico en la batería de ión-litio que se sobrecalienta y prende fuego con más facilidad que otros.
Todavía no está claro si los problemas en el 787 se originaron en las baterías. En otros incendios de baterías de ión-litio se han visto implicados diversos fallos en los controles electrónicos. Según los informes, los inspectores descubrieron líquido de las baterías del 787 tras el aterrizaje forzoso que tuvo lugar el miércoles en Japón. La batería se había decolorado, pero no estaba claro si se había incendiado.
Las baterías de ión-litio son conocidas por haber causado incendios en teléfonos móviles, ordenadores portátiles y vehículos eléctricos. Pero estos problemas son extremadamente raros, y generalmente son provocados por daños en la batería, como perforaciones o una sobrecarga, o problemas en el proceso de fabricación que introducen defectos en las células.
El 787 de Boeing es el primer avión comercial en utilizar baterías de ión-litio, según informa GS Yuasa, el fabricante de baterías japonés que las suministra. La compañía también fabrica baterías para la Estación Espacial Internacional y para vehículos automotor eléctricos, entre otras aplicaciones.
La composición química y la seguridad de las baterías de ión-litio varía. Según el sitio web de GS Yuasa, las baterías que utiliza para los Boeing 787 llevan electrodos de óxido de litio cobalto. Estos son conocidos por su alta capacidad de almacenamiento de energía, aunque otras composiciones químicas de las baterías, por ejemplo, el fosfato de hierro litio, son más resistentes al sobrecalentamiento. Debido a cuestiones de seguridad, muchos fabricantes de vehículos eléctricos se han pasado a composiciones químicas alternativas, sacrificando parte de la capacidad de almacenamiento de energía.
Puesto que los materiales de los electrolitos utilizados son inflamables ninguna batería de ión-litio es completamente segura, aunque algunas compañías están desarrollando una versión que no usa estos electrolitos (ver "Baterías de estados sólido", en inglés). En consecuencia, los fabricantes de baterías instalan varias soluciones de seguridad, incluyendo componentes electrónicos diseñados para evitar la sobrecarga. También suelen incluir sensores y sistemas de refrigeración.
Según GS Yuasa, su batería para el 787 "viene con componentes electrónicos para la gestión de la batería que garantizan múltiples niveles de funciones de seguridad". Una hoja de especificaciones de las baterías advierte de que "el uso o aplicación inapropiada de las células puede resultar en la reducción de su vida útil y su rendimiento, la fuga de electrolito, altas temperaturas en las células, e incluso la posibilidad de la generación de humo y fuego".
Boeing no quiso hacer comentarios sobre la selección de componentes químicos de las baterías. Un portavoz señala que la compañía es consciente de los incidentes en Japón y está trabajando con las compañías aéreas y los organismos reguladores para solventarlos.