Una nueva interfaz de ordenador puede modificar el tacto de casi cualquier superficie, lo que ofrece la posibilidad de añadir una nueva dimensión a los juegos y las aplicaciones de realidad aumentada.
Investigadores de Disney han presentado una interfaz de ordenador que cambia cómo sentimos los objetos cotidianos usando una señal eléctrica débil transmitida por todo el cuerpo del usuario.
Desvelada en la conferencia Siggraph 2012 que se celebró en Los Ángeles el fin de semana pasado, la tecnología modifica la percepción táctil del usuario del mundo físico sin que tenga que ponerse unos guantes especiales o usar un aparato que proporcione una fuerza de retorno. Las sensaciones se pueden inducir cuando quien lo lleva toca una pantalla de ordenador, las paredes, los muebles, objetos de plástico o madera e incluso a otras personas.
En los últimos años la investigación de interfaces se ha acelerado, gracias a que el hardware es más barato y el software es más sofisticado. Esta investigación ha conducido al desarrollo de nuevos productos, incluyendo pantallas multitáctiles (ver "Sistema táctil al estilo iPhone en una pantalla gigante"), aparatos detectores de movimiento (ver "TR10: Interfaces gestuales") y pantallas 3D para las que no hacen falta gafas (ver "Una tableta 3D"). Un campo que despierta cada vez más interés es el del tacto, o la háptica, aunque suele implicar que el usuario tiene que interactuar con un aparato especializado y por ahora ha tenido una aplicación comercial limitada (ver "El lento ascenso del cirujano robot").
La interfaz de Disney explota un efecto táctil conocido como “electrovibración reversa”, y ha sido bautizada como REVEL. Una señal eléctrica imperceptible se introduce por todo el cuerpo del usuario para crear un campo electroestático oscilante alrededor de la piel. Al tocar un objeto físico que comparte un campo eléctrico con el generador de señal REVEL, por ejemplo la pantalla de una tableta, una fuerza electrostática modula la fricción entre el dedo que se desliza y el objeto para crear la sensación de una textura.
“La vista y el oído son importantes, pero creemos que añadir el tacto puede crear una experiencia mágica y única, explica Olivier Bau,investigador principal del proyecto REVEL. “En vez de hacer que los objetos o los aparatos simulen el efecto táctil, cambiamos cómo sientes el mundo real. Estamos alterando la percepción humana. El resto del mundo permanece pasivo”.
Registrando los objetos tocados por una persona, una interfaz podría combinar imágenes de realidad aumentada, en la pantalla de una tableta o un teléfono inteligente, con las sensaciones táctiles virtuales que proporciona el aparato REVEL.
Al variar las propiedades de la señal, como la forma, la amplitud o la frecuencia, se puede proporcionar una amplia gama de sensaciones táctiles, según Ivan Poupyrev, otro investigador de Disney que trabaja en el proyecto.
“Ahora mismo las sensaciones están cuidadosamente diseñadas y van desde la sensación de cantos rodados virtuales hasta texturas más finas, como la arena, a materiales como el cristal o la goma, a patrones geométricos espaciales más grandes, como ranuras, bultos”, explica. “Aún hay que trabajar mucho más en el diseño e investigar sensaciones táctiles muy ricas con esta tecnología”.
El aparato REVEL es capaz de combinar sensaciones táctiles con imágenes prácticamente sobre cualquier superficie, incluyendo paredes y mesas, siempre que tengan un elemento conductor. La pintura de pared, por ejemplo, podría incluir una emulsión de cobre para que fuera conductora, según el laboratorio de Disney.
Los usuarios no tienen que estar conectados directamente al input de REVEL a través de electrodos, porque las señales débiles emitidas por el aparato REVEL, que se podrían introducir en una silla, un zapato o el marco de una pantalla táctil, siguen pudiendo pasar con seguridad al cuerpo del usuario.
Las aplicaciones posibles incluyen guías y realidad aumentada para los ciegos y, quizás más adelante, imágenes aumentadas y películas “táctiles” de la industria cinematográfica, como las que predijo Aldous Huxley en su novela futurista de 1932 Un mundo feliz.
“REVEL podría cambiar la sensación táctil de los objetos en un entorno hecho a medida, dependiendo de la ‘historia’ en la que te encuentres inmerso. Podría aumentar la realidad con nuevas texturas”, afirma Carl Telford, analista de Strategic Business Insights, una consultora británica de negocios electrónicos.
“Lo realmente interesante es que no hace falta cambiar la superficie del objeto que se toca, así que podría ser flexible y posiblemente barato de instalar, aunque creo que probablemente quede por lo menos una década para que se pueda comercializar”.