Un complemento para teléfono inteligente permite el diagnóstico en casa de las infecciones del oído, una de las principales razones de las visitas al pediatra.
Muchos padres han experimentado la angustia de ver a su bebé llorar por una infección de oído. Cada año, unos 30 millones de visitas médicas en Estados Unidos se deben solamente a infecciones de oído pediátricas.
Una start-up llamada CellScope ha desarrollado un dispositivo que podría hacer que estas visitas fueran innecesarias. Se conecta al iPhone y produce una vista interior del oído aumentada en un factor de 10. Los usuarios pueden capturar y subir imágenes a la plataforma web de CellScope. Después de agregar notas acerca de otros síntomas, los padres pueden pedir a su médico de cabecera que realice un examen a distancia. En la mayoría de los casos, esa sería suficiente información para recetar un medicamento, señala el director general de CellScope, Eric Douglas.
Esta semana, CellScope recaudó 1 millón de dólares (800.000 euros) de Khosla Ventures para trabajar en esta versión conectada a teléfonos inteligentes del otoscopio, el instrumento habitual que los médicos usan para observar el interior de los oídos y diagnosticar las infecciones.
CellScope, que salió de la incubadora de atención sanitaria Rock Health el año pasado, es un ejemplo del reciente aumento de dispositivos y aplicaciones relacionados con la salud para teléfonos inteligentes. Los pacientes ya pueden realizar un seguimiento de su estado físico, medir su azúcar en la sangre e incluso detectar la malaria usando teléfonos y dispositivos conectados. Juniper Research predice que habrá 142 millones de descargas de aplicaciones móviles de salud para el año 2016.
Mike Wisz, consultor de tecnología de atención de la salud, señala que CellScope es interesante por su potencial para reducir las visitas al consultorio y los costes de la atención médica. Las imágenes que captura también permitirían a los padres buscar con mayor facilidad una segunda opinión, y se pueden almacenar en los registros de salud electrónicos del niño para consultarlas en el futuro, indica.
La tecnología de CellScope fue desarrollada por primera vez en la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), donde el equipo de investigación del profesor de bioingeniería Daniel Fletcher creó un microscopio móvil que se utiliza para diagnosticar la tuberculosis en los países en vías de desarrollo.
Douglas, que trabajó en ese proyecto, afirma que la compañía fue creada para comercializar el concepto y está empezando con usos simples que requieren un menor aumento de las imágenes.
La compañía está haciendo una prueba piloto de su otoscopio móvil con médicos en el Área de la Bahía de San Francisco (EE.UU.) y está conduciendo un estudio clínico para demostrar que las imágenes son tan buenas como otros métodos de diagnóstico, indica Douglas. El dispositivo será comercializado entre consumidores, aunque el médico del usuario tendría que estar de acuerdo con este método tan poco convencional. El precio no se conoce aún, pero estaría dentro del rango de los accesorios para el iPhone, afirma Douglas.
CellScope está desarrollando otras aplicaciones de microscopía e imagen móvil para construir un "kit de primeros auxilios digital". Uno de los próximos productos, un dermatoscopio, generaría imágenes de enfermedades de la piel con calidad de diagnóstico. Después de las infecciones de oído, las erupciones en la piel son la segunda causa de visitas al pediatra, afirma la compañía.