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La comunicación entre vehículos se somete a una gran prueba

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Una prueba en la que participarán miles de coches podría allanar el camino para una tecnología cuyo objetivo es reducir el número de accidentes y los atascos de tráfico.

  • por Julie Halpert | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 09 Septiembre, 2011

La tecnología que permitiría que los coches se comuniquen unos con otros -para prevenir accidentes y mejorar el flujo del tráfico- está a punto de probarse en el mundo real gracias a una nueva financiación del Departamento de Transportes de Estados Unidos (DOT en sus siglas en inglés).

Muchos coches de alta gama ya incorporan sensores capaces de detectar un vehículo en el punto ciego del conductor, o de avisar al mismo de que el coche se está saliendo de la carretera. Sin embargo, estas tecnologías que usan sensores de radar, láser o vídeo, tienen una visión limitada. La comunicación entre coches podría dar lugar a preavisos mucho más sofisticados, por ejemplo cuando un coche que circula dos o tres vehículos por delante del nuestro frena de repente. 

 El mes pasado el DOT adjudicó 14,9 millones de dólares al Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) para probar la tecnología, que se conoce como comunicación vehículo con vehículo y vehículo con infraestructuras. El sistema que se va a probar depende de comunicación mediante radio de corto alcance para permitir que los coches se envíen señales unos a otros y reciban mensajes de equipos de tráfico.

 El DOT calcula que el 80 por ciento de los accidentes graves se podrían evitar con esta tecnología. “Es el próximo gran avance en seguridad vial, comparable a los cinturones de seguridad, los airbags y el control de estabilidad electrónico”, afirma Scott Belcher, presidente y director ejecutivo de la Sociedad para el Transporte Inteligente de América, una sociedad sin ánimo de lucro fundada para promover tecnologías avanzadas para vehículos.

 La tecnología se probará en toda una variedad de situaciones, avisará al conductor de cuándo no es seguro adelantar y cuándo se acerca alguien en una intersección a una velocidad que podría provocar un choque. Cada coche estará equipado con una radio que lanza señales con su velocidad y dirección, determinadas por GPS, a otros vehículos. También enviará esta información a equipos de tráfico debidamente adaptados.

La Universidad de Michigan se asociará con ocho fabricantes de automóviles, algunos de los cuales ya habían empezado a colaborar en 1995 para desarrollar una plataforma unificada para poner en marcha este tipo de tecnología. Estos fabricantes proporcionarán 64 coches equipados con las radios, mientras que otro grupo de coches normales se equiparán con aparatos para que puedan transmitir señales hasta un total de aproximadamente 3.000 vehículos. Los conductores se reclutarán de entre los 20.000 empleados del centro médico de la universidad.

Peter Sweatman, director de Instituto para la Investigación del Transporte, sostiene que la ciudad de Ann Arbor (Estados Unidos) es un lugar de prueba ideal, puesto que es una zona muy concentrada que solo tiene tres vías importantes de salida de la ciudad, haciendo que sea muy probable que los coches con los equipos se encuentren unos con otros con regularidad. Las pruebas de conducción durarán un año a partir del cual se recolectará la información y la Administración Nacional de Seguridad en Autovías del DOT la usará para decidir, en 2013, si la tecnología ofrece la suficiente cantidad de beneficios para ser aprobada. Si se aprueba, la tecnología se acabaría poniendo en práctica a lo largo de los  siguientes 10 años, según Sweatman.

“Creemos que esto sucederá en un futuro próximo”, asegura Nady Boules, director del Laboratorio de Investigación de Integración Electrónica de Controles de General Motors.

Jim Keller, gerente senior e ingeniero de Investigación y Desarrollo en Honda añade “Vemos esta tecnología como un tremendo potencial en el futuro para influir en la seguridad”.

La Administración de Investigación y Tecnología Innovadora del DOT, que supervisa el programa, hizo pública la siguiente nota respecto al proyecto: “Esta tecnología tiene el potencial de cambiar el panorama de la seguridad. Investigaciones de la Administración Nacional de Seguridad en Autovías han descubierto que las tecnologías combinadas de comunicación vehículo con vehículo y vehículo con infraestructuras tienen el potencial de controlar aproximadamente el 80 por ciento de los escenarios posibles de accidentes.

Joe Stinnett, ingeniero investigador de seguridad activa en Ford comparte el entusiasmo. Afirma que además de prevenir accidentes habituales, la tecnología podría prevenir los atascos de tráfico al mantener a los coches en sincronía. Pero explica que un área clave que hay que abordar es la seguridad. “Alguien podría piratear el sistema sentado en un puente con un portátil transmitiendo información falsa”, avisa. Así que uno de los principales retos será asegurarse de que la red es segura y de que los ataques se pueden identificar, explica.

En Europa se sigue un camino parecido. En enero de 2011 la Comisión Europea lanzó una prueba de campo paneuropea de tres años de duración en siete puntos de Europa para asegurarse de la interoperabilidad del sistema. El esfuerzo incluye a 40 fabricantes de coches, proveedores, fabricantes de equipos de electrónica e institutos de investigación.

Cuando la comunicación entre vehículos se generalice, podría incluso abrir el camino para la conducción automática. Google ha estado probando sus propios coches autoconducidos en California. Hasta ahora esos coches han recorrido casi 260.000 kilómetros, pero dependen de sensores muy caros. La comunicación entre vehículos podría permitir una conducción automática mucho más barata, según Belcher. Espera que algunas características de la conducción automática aparezcan en los coches comerciales en los próximos cinco años, pero duda de que la conducción automática completa se generalice a medio plazo por una cuestión clave: “A los norteamericanos les gusta controlar sus coches”.

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