Una startup tiene como objetivo que cualquier página web o aplicación móvil pueda reconocer caras, y afirma que los usuarios cada vez son menos sensibles ante este tipo de tecnología.
Una startup ha creado una tecnología que podría proporcionar a cualquier sitio web o aplicación la capacidad de reconocer las caras de la gente, e incluso identificar su expresión facial. Aunque hay quienes consideran que la tecnología tiene un punto espeluznante, Face.com, la compañía responsable, sostiene que a la mayoría de los usuarios no les importa ser reconocidos de forma automática en línea.
A medida que el software de visión por ordenador mejora, el software de reconocimiento facial es cada vez más común. Millones de imágenes se suben servicios como Facebook cada día, y esta tecnología podría hacer que fueran más cómodos. Además, podría llevar a la creación de tipos de servicios y aplicaciones completamente nuevas, aunque esto conlleva implicaciones obvias en cuanto a la privacidad.
Desde hace más de un año, Face.com ha puesto su tecnología a disposición de los desarrolladores de software, permitiéndoles incorporarla en un sitio web o una aplicación conectada a la web. El sitio o aplicación envía fotos, que pueden ser subidas por los usuarios, a los servidores de Face.com para su procesamiento, y recibe detalles que incluyen la ubicación de los rostros, su sexo, y si coinciden con otras fotos almacenadas por Face.com. La semana pasada, el servicio se actualizó para que pudiera medir el estado de ánimo de una persona, clasificándolos como feliz, triste, sorprendido, enojado, o neutral. Ya era capaz de detectar sonrisas, aunque ahora ha adquirido la capacidad de clasificar si los labios de una persona están sellados, separados, o enviando un beso. Estas nuevas características tal vez se podrían utilizar para agregar automáticamente etiquetas más detalladas a las imágenes o para desafiar a la gente a transmitir un cierto estado de ánimo con su expresión.
Dentro de los tres días posteriores al lanzamiento de estas nuevas características, un sitio web ya había comenzado a utilizar la función de reconocimiento del estado de ánimo de Face.com. Moodbattle es un sitio web que pide a los visitantes con webcams que compitan por crear las expresiones más extremas asociadas con emociones en particular (ver los resultados aquí).
"El mes pasado, procesamos más de dos mil millones de fotografías diferentes", señala el director general de Face.com, Gil Hirsch, y añade que el uso está creciendo. Unos 20.000 desarrolladores se han inscrito para aprovechar la tecnología de Face.com; pueden procesar 5.000 fotos por hora de forma gratuita, o pagar por la capacidad de procesar más.
Hirsch afirma que la empresa, de cuatro años de edad, recientemente empezó a ser rentable, pero reconoce que el reconocimiento facial aún plantea problemas de privacidad.
Facebook se vio obligado a pedir disculpas a los usuarios después de la introducción de una función que utiliza el reconocimiento facial para sugerir cuáles entre nuestros amigos aparecen en una foto, y así acelerar el proceso de etiquetado. Esto es casi idéntico a una aplicación de Facebook publicada anteriormente por Face.com, aunque Hirsch se negó a comentar nada al ser preguntado sobre si su empresa había suministrado la tecnología responsable del reconocimiento facial de Facebook.
Google también posee un sofisticado software de reconocimiento facial, aunque se ha asegurado de dejar claro que no lo usa en la aplicación móvil Google Goggles, que identifica objetos tomados con la cámara del teléfono, o el servicio de reciente creación Search by Image.
Kelly Gates, profesor de la Universidad de California, en San Diego, cuyo reciente libro examina cómo la tecnología de reconocimiento facial está siendo elaborada, adoptada y comprendida, afirma que la preocupación en cuanto a la tecnología se debe en gran parte a una asociación con la seguridad y la vigilancia. Esto, combinado con el hecho de que trata con una parte muy personal del cuerpo "significa que es muy fácil generar miedo con ella", afirma Gates.
Sin embargo, el reconocimiento facial tiene claros beneficios dentro de un mundo de socialización en línea. "Parece que existe una necesidad tecnológica que podría servir de ayuda", asegura Gates. "Estamos acostumbrados a cosas como el etiquetado de fotos, y comienza a parecer atractiva la idea de automatizarlo". Gates cree que la utilidad de servicios como el de Face.com será suficiente para que la mayoría de la gente acepte finalmente el reconocimiento facial, al igual que han aceptado otras tecnologías que inicialmente provocaron temores en cuanto a la privacidad.
Hirsch sostiene que ya ha habido un cambio de actitud hacia el reconocimiento facial. La tecnología ha sido aceptada en el software de escritorio para organizar fotos creado por Apple y Google, según señala. La clave es asegurarse de que la gente sienta que tiene el control sobre ella, explica. Por ejemplo, el servicio de Face.com se puede conectar con Facebook para encontrar a nuestros amigos en una foto, aunque pide permiso para acceder a los datos de Facebook y se ajusta a la configuración de privacidad del usuario. A medida que la tecnología aparezca en más lugares, la gente se acostumbrará a la noción de usar servicios que los reconozcan a ellos y a sus amigos, afirma Hirsch.
Gates señala que este tipo de tecnología dedicada a reconocer los estados de ánimo o expresiones está mucho menos madura -y es menos precisa- que la usada para reconocer los rostros, y las aplicaciones para ello aún no están claras. El reconocimiento del estado de ánimo de Face.com probablemente funcione mejor con expresiones posadas que con las naturales, añade, pero aún así podría ser útil. "Es como los emoticonos, en el sentido de que se trata de expresiones de emociones muy simplistas, pero pueden servir para el propósito de comunicar algo".