El sistema completo FireSat debería ser capaz de detectar pequeños incendios en cualquier parte del mundo y proporcionar imágenes actualizadas cada 20 minutos
A principios del año que viene, Google y varios socios planean lanzar el primero de una serie de satélites que, en su conjunto, proporcionarán imágenes de calidad y actualizadas con frecuencia de los incendios forestales de todo el mundo y ofrecerán datos que podrían ayudar a los bomberos a luchar contra las llamas de forma más rápida, eficaz y segura.
Las divisiones filantrópicas y de investigación del gigante de las búsquedas en Internet han colaborado con la Fundación Moore, el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente, la empresa de satélites Muon Space y otras entidades para desplegar, en los próximos años, un total de 52 satélites equipados con sensores desarrollados a medida.
Los llamados satélites FireSat podrán detectar incendios de hasta 5 por 5 metros en cualquier parte del mundo. Una vez que la constelación completa esté en funcionamiento, el sistema debería ser capaz de actualizar esas imágenes cada 20 minutos aproximadamente, según afirman sus impulsores.
El conjunto de estas capacidades supondría una mejora significativa con respecto a los satélites que actualmente proporcionan datos a los cuerpos de bomberos. Por lo general, estos satélites proporcionan o bien imágenes de alta resolución que no se actualizan con la rapidez suficiente para seguir de cerca los incendios; o bien imágenes que sí se actualizan con frecuencia, pero con una resolución relativamente baja.
La mencionada unión, bautizada como Earth Fire Alliance (Alianza Fuego y Tierra), busca también aprovechar las herramientas de inteligencia artificial de Google, que han sido entrenadas para detectar los primeros indicios de incendios forestales, para seguir la evolución de los fuegos, con el fin de obtener información adicional a partir de esos datos.
Las imágenes y los análisis se pondrán gratuitamente a disposición de las agencias de lucha contra incendios de todo el mundo, lo que ayudará a comprender mejor dónde se encuentran los incendios, hacia dónde se desplazan y a qué temperatura arden. La información podría ayudar a estas agencias forestales a extinguir pequeños incendios antes de que se conviertan en furiosos infiernos, a colocar los limitados recursos de extinción de incendios allí donde sean más útiles o a evacuar a la gente por las rutas más seguras.
“En una imagen por satélite de la Tierra, hay muchas cosas que pueden confundirse con un incendio: un destello, un tejado caliente, el humo de otro incendio. Detectar incendios se convierte en un juego de buscar una aguja en un pajar a escala mundial. Resolver esto permitirá a la gente que realiza la primera intervención actuar con rapidez y precisión cuando se detecte un incendio”, explica Chris Van Arsdale, director de investigación sobre clima y energía de Google Research y presidente de Earth Fire Alliance.
Algunos detalles de FireSat se desvelaron a principios de este año. Pero las organizaciones implicadas anunciaron la semana pasada información adicional sobre sus planes: entre otros detalles, está la noticia de que Google.org, la rama benéfica del gigante, ha aportado 13 millones de dólares al programa y que el lanzamiento inaugural está previsto para el año que viene.
Reducir la niebla de guerra
Esta noticia llega en un momento en que grandes incendios arrasan millones de hectáreas en el oeste de EE UU, poniendo en peligro a personas y propiedades. Entre los incendios se encuentran el de Line, en el sur de California, el de Shoe Fly, en el centro de Oregón, y el de Davis, al sur de Reno (Nevada). [En Europa Occidental, también hay varios incendios activos y de enorme extensión en el centro y norte de Portugal].
Los incendios forestales se han vuelto más frecuentes, extremos y peligrosos en las últimas décadas. Esto se debe, en parte, al cambio climático: el aumento de las temperaturas absorbe la humedad de árboles, arbustos y pastos. A la vez, los incendios también contribuyen cada vez más al calentamiento global. Según un estudio reciente, los incendios que arrasaron millones de hectáreas en Canadá el año pasado emitieron 3.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, cuatro veces la contaminación anual producida por la industria aeronáutica.
Los seres humanos también han aumentado el riesgo de incendios al suprimir durante décadas las quemas naturales de rastrojos, lo que ha permitido la acumulación de combustible en bosques y praderas, y al urbanizar los límites de los espacios naturales, sin las normas, materiales y salvaguardias adecuados.
Los observadores afirman que FireSat podría desempeñar un papel importante en la lucha contra los incendios, permitiendo tanto ayudar a extinguir los pequeños antes de que se conviertan en grandes como informar de estrategias eficaces para combatirlos una vez superado ese punto.
“Lo que harán estos satélites es reducir la niebla de guerra”, afirma Michael Wara, director del programa de política climática y energética del Instituto Woods para el Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, que se centra en cuestiones de política forestal. “Por ejemplo, cuando una situación se vuelve muy dinámica y peligrosa para los bomberos y estos deben tomar decisiones muy rápidas sobre entrar y defender estructuras o intentar evacuar a la gente”.
(Wara forma parte del consejo asesor de la Iniciativa de Resiliencia ante Incendios Forestales de la Fundación Moore).
Algunas zonas, como California, ya tienen una mayor visibilidad sobre el estado actual de los incendios o de los primeros indicios de brotes, gracias a tecnologías como los satélites del Departamento de Defensa de EE UU, las cámaras remotas en línea y los aviones, helicópteros y drones. Pero FireSat será especialmente útil para “los países con menos recursos para luchar contra los incendios forestales”, añade Wara.
Mejores imágenes, más datos y la IA no podrán contrarrestar totalmente el aumento del peligro de incendios. Wara y otros expertos en incendios sostienen que las regiones tienen que recurrir a las quemas de rastrojos y a otras medidas para reducir de forma más agresiva la acumulación de combustible, replantearse dónde y cómo urbanizan en zonas propensas a los incendios o hacer más para financiar y apoyar el trabajo de los bomberos en el terreno.
Dar la voz de alarma antes de que se produzcan los incendios sólo ayudará a reducir los peligros cuando las regiones dispongan, o desarrollen, los recursos de extinción adicionales necesarios para combatir los más peligrosos con rapidez y eficacia. Las comunidades también tendrán que implantar mejores políticas para determinar qué tipos de incendios deben dejarse arder y en qué condiciones.
Un cambio radical
Kate Dargan Marquis, asesora principal de la Fundación Moore en materia de incendios forestales y, anteriormente, jefa de bomberos del estado de California, afirma que puede “atestiguar personalmente” la diferencia que estas herramientas supondrán para los bomberos sobre el terreno.
“Es un cambio radical, sobre todo porque los incendios forestales son cada vez más extremos, más frecuentes y más peligrosos para todos. Información como ésta supondrá una diferencia vital para los bomberos y las comunidades de todo el mundo”, explica.
Google Research desarrolló los sensores para el satélite y los probó, así como los modelos de detección de incendios de IA de la empresa, realizando vuelos sobre quemas controladas en California. Google tiene la intención de trabajar con Earth Fire Alliance “para garantizar que la IA pueda ayudar a que estos datos sean lo más útiles posible, y también que la información sobre incendios forestales se comparta lo más ampliamente posible”, dijo la compañía.
Van Arsdale, de Google, afirma que proporcionar imágenes visuales de cada siniestro en todo el mundo de principio a fin será enormemente valioso para los científicos que estudian los incendios forestales y el cambio climático.
“Podemos combinar estos datos con los modelos de Google relativos al planeta ya existentes, para ayudar a avanzar en nuestra comprensión del comportamiento y la dinámica del fuego en todos los ecosistemas. Todo esto, unido, tiene el potencial de contribuir a mitigar el impacto ambiental y social del fuego, al tiempo que mejora la salud y la seguridad de las personas”, señala Van Arsdale.
En concreto, podría mejorar las evaluaciones del riesgo de incendios, así como nuestra comprensión de los medios más eficaces para prevenir o frenar su propagación. Por ejemplo, podría ayudar a las poblaciones locales a determinar dónde sería más rentable eliminar árboles y maleza.
Averiguar la mejor manera de llevar a cabo estas intervenciones es otro de los objetivos clave del programa, dado su elevado coste y los limitados fondos disponibles para la gestión de las zonas silvestres, afirma Genny Biggs, directora de programas de la Iniciativa de Resistencia a los Incendios Forestales de la Fundación Moore.
El lanzamiento
La idea de FireSat surgió de una serie de reuniones que comenzaron con un taller organizado en 2019 por la Fundación Moore, que aportó la primera financiación filantrópica para el programa.
El primer satélite, cuyo lanzamiento está previsto a bordo de un cohete de SpaceX a principios del año que viene, será totalmente funcional, salvo por algunas funciones de transmisión de datos. Los objetivos de este primer vuelo son probar los sistemas de a bordo y los datos que envían. La Earth Fire Alliance trabajará con un puñado de agencias forestales que quieran ser pioneras en la adopción de esta tecnología para preparar las siguientes fases. El grupo pretende lanzar tres satélites plenamente operativos en 2026, con despliegues adicionales en los años siguientes. Muon Space construirá y operará los satélites.
Según Brian Collins, director ejecutivo de la Earth Fire Alliance, una vez que la mitad de la constelación esté operativa, los organismos de todo el mundo podrán recibir información actualizada cada hora sobre los incendios forestales. Se espera llegar a los 52 satélites a finales de esta década.
Cada satélite está diseñado para durar unos cinco años, por lo que la organización necesitará desplegar 10 más cada año para mantener la constelación.
La Earth Fire Alliance ha conseguido aproximadamente dos tercios de la financiación que necesita para la primera fase del programa, que incluye los cuatro primeros lanzamientos. La organización tendrá que recaudar fondos adicionales de agencias gubernamentales, organizaciones internacionales, filantrópicas y otros grupos para desplegar, mantener y operar la constelación completa. Se calcula que el coste total superará los 400 millones de dólares, cifra que, según Collins, “equivale a una milésima parte de las pérdidas económicas debidas a los incendios forestales extremos que se producen anualmente sólo en Estados Unidos”.
A la pregunta de si los usos comerciales de los datos también podrían apoyar el programa, incluidos los potencialmente militares, Collins respondió en un correo electrónico: “Las aplicaciones adyacentes van desde la gestión del uso del suelo y la agricultura hasta la gestión de riesgos y la mitigación e impacto industrial”.
“Al mismo tiempo, pensamos que a medida que las grandes agencias y organismos gubernamentales adoptan los datos de FireSat para apoyar un amplio mandato de seguridad pública, pueden desarrollar usos de los datos relacionados con todo tipo de peligros, gestión de emergencias y seguridad. Siempre y cuando esas oportunidades estén en equilibrio con nuestra vocación de avanzar hacia un enfoque global sobre los incendios forestales y la resiliencia climática, damos la bienvenida a nuevas ideas y aplicaciones de nuestros datos”, añadió Collins.
Vivir con fuego
En los últimos años ha surgido una amplia variedad de empresas emergentes que prometen utilizar la tecnología para reducir la frecuencia y la gravedad de los incendios forestales, por ejemplo, instalando cámaras y sensores en bosques y pastizales, desarrollando robots para llevar a cabo quemas controladas, desplegando helicópteros autónomos que pueden lanzar supresores y aprovechando la IA para predecir el comportamiento de los incendios forestales e informar sobre las estrategias de gestión forestal y de incendios.
Hasta ahora, incluso con todas estas nuevas herramientas, ha sido difícil para las comunidades seguir el ritmo de los crecientes peligros.
Dargan Marquis -que fundó su propia empresa de software para incendios forestales, Intterra- confía en que la incidencia de incendios catastróficos pueda reducirse significativamente con programas como FireSat, junto con otras tecnologías y políticas mejoradas. Pero, según ella, es probable que se necesiten décadas para hacer frente a los crecientes riesgos, ya que el mundo sigue calentándose.
“Vamos a tener que dar la batalla en California y en los lugares con clima mediterráneo de todo el mundo, mientras nuestra tecnología y nuestras capacidades e inventos, etc., se ponen al día con semejante problema”, explica.
“Podemos darle la vuelta a la tortilla… si trabajamos juntos en una estrategia global con los datos adecuados y con un plan convincente para los próximos 50 años, creo firmemente que para finales de siglo podremos convivir con el fuego”, añade.