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Opinión

El éxito de la adopción de la IA requiere una nueva métrica: la tolerancia

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Los análisis tradicionales sobre adopción de la tecnología se centraban en las interacciones reales entre personas y agentes artificiales. Ahora existe un enfoque inspirado en la tolerancia 

  • por Alessandro Lanteri | traducido por
  • 17 Noviembre, 2023

Ted Kaczynski, el célebre criminal antitecnológico también conocido como Unabomber, ha vuelto a ser noticia tras ser encontrado muerto en su celda a principios de 2023. Pero su desconfianza conspirativa hacia la tecnología nunca ha desaparecido. Cuando en 1995 el FBI autorizó la publicación de su manifiesto antitecnológico supusieron que pocas personas lo leerían. Sin embargo, el manifiesto tuvo repercusión y se convirtió en un bestseller.

Aunque las acciones de Unabomber son inexcusables, muchos escépticos simpatizan con su preocupación por el impacto de la tecnología. El eco de las ideas de Kaczynski es un poderoso recordatorio de la necesidad de abordar temas más amplios en torno a la visión que el público tiene sobre la tecnología, en particular, su sentimiento de alienación.

Aceptar y confiar en la tecnología

Los análisis tradicionales sobre adopción de la tecnología se centraban en las interacciones reales entre personas y agentes artificiales. En concreto, los investigadores evalúan la doble cuestión de aceptación y confianza para calibrar si se satisfacen o no las necesidades, expectativas y preferencias del usuario. 

La aceptación es una evaluación basada en factores como la utilidad percibida y la facilidad percibida de la usabilidad. La confianza se refiere a una actitud más subjetiva cuando la adopción de una tecnología conlleva cierto grado de vulnerabilidad, e implica confianza en si, por ejemplo, un agente actuará por el interés de una persona.

Estos parámetros son útiles, pero solo hasta cierto punto. Si analizamos qué perjudica la adopción y cómo puede traducirse más tarde en una resistencia activa, nos encontramos con un conjunto más amplio de problemas. La aversión y la desconfianza hacia la tecnología pueden socavar su adopción incluso cuando la confianza y la aceptación son altas. Por ello, proponemos una tercera medida, la tolerancia, que capta un conjunto más amplio de actitudes hacia la tecnología, y su efecto en el trabajo y la sociedad.

La amenaza de la intolerancia

Uno de los autores de este texto estudió las reacciones entre la tripulación de tierra en una base aérea. Se introdujo un nuevo agente artificial que transportaba componentes voluminosos de un lado a otro de un largo hangar. Tras unas semanas de un desmpeño impecable, los supervisores de la tripulación informaron que el personal del hangar dejó de utilizar al agente casi por completo y, en una ocasión, algunos de ellos intentó sabotearlo.

Las investigaciones revelaron que, sorprendentemente, la tripulación tenía una alta aceptación y confianza en el agente. Lo encontraron útil y fiable, les gustó su interfaz amigable y sus funciones interactivas, e incluso expresaron simpatía por este.

Entonces, ¿por qué se opusieron?

Aunque no les disgustaba ni desconfiaban del agente en sí, la tripulación declaró que la adopción permanente de agentes similares reduciría las oportunidades de interacción entre los dos equipos situados en lados opuestos del hangar. Y esto acabaría en un deterioro de sus relaciones.

Aunque no había ningún plan para sustituir a los trabajadores, les preocupó la posibilidad de quedarse sin empleo si se desplegaban más agentes. Por último, pero no por ello menos importante, algunos directivos declararon que asignar tareas logísticas a un agente es moralmente incorrecto, ya que esa responsabilidad solo debería otorgarse a los seres humanos.

A pesar de una respuesta inicial, contabilizada en términos de alta aceptación y confianza, pronto se evidenció que la propensión general de la tripulación a utilizar al agente era baja. Junto a sus impresiones positivas, la tripulación mantenía un juicio muy negativo sobre el agente. Esta segunda respuesta superó a la primera.

¿Por qué se dio esta desconexión entre el alto grado de aceptación y confianza, al menos en apariencia, y una profunda falta de tolerancia?

Luditas 4.0

Los luditas eran un grupo de tejedores y trabajadores textiles británicos que, a principios del siglo XIX, se opusieron a los propietarios de las fábricas que desplegaron una nueva generación de telares y bastidores de punto mecanizados. El término ha resucitado para describir a los tecnófobos, y en ocasiones Ted Kaczynski fue calificado de neoludita.

La industria textil impulsó el inicio de la Primera Revolución Industrial pero, a principios del siglo XIX, la industria tenía problemas: el desempleo y la inflación eran elevados. Los propietarios de las fábricas intentaron reducir costes con máquinas operadas por trabajadores no cualificados con salarios más bajos. Antes, los obreros textiles eran artesanos cualificados que dedicaban años a aprender su oficio. Sus esfuerzos por conseguir mejores salarios y condiciones de trabajo fueron rechazados, en consecuencia, algunos recurrieron a la violencia. Según un relato de la época, la primera incursión en una fábrica tuvo lugar tras la represión violenta de una protesta pacífica.

En Sangre en la máquina (2023), obra de Brian Merchant, los luditas no son descritos como tecnófobos, sino como trabajadores ansiosos que descargaron sus frustraciones contra las máquinas como último recurso, y vieron en ellas un símbolo, no el enemigo. Al igual que la tripulación del hangar, lo que motivó su resistencia a la tecnología no es la tecnología en sí, sino un conjunto más amplio de ansiedades en torno a sus perspectivas laborales.

Distintas partes interesadas, diferentes perspectivas

No hace falta ser ludita para reconocer que las partes interesadas interpretan de forma diferente la adopción de la tecnología. Los responsables de la toma de decisiones y los propietarios harán sus evaluaciones basándose en valores como la eficiencia, la fiabilidad y la comodidad.

Los empleados pueden estar abiertos a la eficiencia, la fiabilidad y la comodidad, pero su aceptación y confianza pueden verse anuladas por cuestiones relacionadas con la seguridad laboral, la autonomía y la naturaleza impersonal de la IA.

El constructo de tolerancia ayuda a arrojar luz sobre puntos de vista divergentes, y cómo pueden manifiestarse. La tolerancia introduce en el debate un conjunto más amplio de valores y percepciones, desde la ansiedad y la ambivalencia ante las nuevas tecnologías hasta la resistencia e incluso la hostilidad.

Narrativas más amplias en torno a la IA, la robótica y la tecnología

No podemos simplemente descartar estas ansiedades como irracionales cuando la narrativa global en torno a la nueva tecnología es tan pesada. En 2013, investigadores de Oxford (Reino Unido) estimaron que hasta el 47% de todos los puestos de trabajo de EE UU estaban "en riesgo" de automatización. Pronto siguieron una serie de titulares apocalípticos que anunciaban la inminente sustitución de los robots por parte de los humanos. También en 2013, Watson, de IBM, había triunfado en Jeopardy! sobre sus competidores humanos. La ansiedad por la tecnología era comprensiblemente alta.

Incluso ahora, los titulares sobre la sustitución de los humanos por la IA consiguen atraer clics, pero caracterizan de manera maligna la realidad. En marzo de 2023, Goldman Sachs estimó que las herramientas de IA podrían automatizar el equivalente a 300 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Esto no significa que 300 millones de empleos vayan a desaparecer de repente, la palabra clave es equivalente. Los investigadores de Open AI y la Universidad de Pensilvania (EE UU) aclararon que el 80% de la mano de obra podría ver afectado al menos el 10% de sus tareas. El cómo es objeto de debate, en palabras de David Autor, profesor del MIT: "Afectado puede significar mejorado, empeorado, desaparecido, duplicado".

Las historias al estilo Terminator (1984) sobre máquinas que se apoderan del mundo pueden ser ficción, pero la ansiedad es real. Mientras  la aceptación y la confianza están determinadas por la interacción con agentes inteligentes, la tolerancia está determinada por el sistema de creencias. Y los responsables de la toma de decisiones deben tenerlo en cuenta.

Medidas prácticas para quienes toman las decisiones

En un contexto donde el despliegue de la IA y los robots en el lugar de trabajo parece imparable, la tolerancia ayuda a quienes toman las decisiones a abordar estas preocupaciones de forma proactiva, adoptando las siguientes medidas.

  • Evaluar los niveles de tolerancia de los empleados. Realice encuestas o talleres para conocer la tolerancia de los empleados para anticipar y gestionar la resistencia.

  • Proporcionar formación y apoyo. Ofrezca formación y apoyo continuo para ayudar a aumentar la familiaridad y los niveles de comodidad con las nuevas tecnologías.

  • Promover la transparencia. Comunique de manera clara y concisa por qué se implantan los agentes, y cómo benefician tanto a la organización como a los empleados.

  • Aplicar de manera gradual. Introducir el cambio gradualmente para permitir el ajuste y aumentar la tolerancia con el tiempo.

  • Implique al resto de personas en el proceso. Invite a los empleados a compartir sus puntos de vista para aumentar su sensación de control y, por tanto, su tolerancia.

  • Abordar las preocupaciones de forma proactiva. Enfrente cualquier preocupación de forma abierta y honesta, y discuta las oportunidades de mejorar las competencias de los empleados.

Este enfoque matizado e inspirado en la tolerancia allanará el camino para implantar con éxito la tecnología en el futuro.

Este artículo incluye las opiniones del Dr. Alessandro Lanteri, ESCP Business School (Turín, Italia), Dr. Massimiliano L. Cappuccio, Universidad de Nueva Gales del Sur (Canberra, Australia), Dr. Jai C. Galliott, Departamento de Defensa (Canberra, Australia) y la Dra. Friederike Eyssel, Universidad Bielefeld (Bielefeld, Alemania).

Este artículo de opinión representa la visión de su autor y no refleja posturas u opiniones de 'MIT Technology Review en español' ni de su equipo. Se ha editado su contenido para adecuarlo a las guías de estilo de la publicación.

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