La atención médica virtual ha irrumpido con fuerza en el panorama de la salud, transformando por completo la forma en que se brindan los servicios médicos. Gracias a la convergencia de tecnologías como la telemedicina, la inteligencia artificial (IA) y la ciberseguridad, se está transformando el cuidado virtual de la salud. Ahora, los pacientes pueden acceder a diagnósticos precisos, recibir tratamientos personalizados y realizar consultas médicas desde la comodidad de sus hogares. Esta disrupción está rompiendo las barreras tradicionales y abriendo un abanico de posibilidades en el ámbito de la medicina del que ya se benefician empresas de te todo el mundo.

Para trazar una radiografía del estado de los servicios de virtual care en las organizaciones de América y Europa, NTT Data y MIT Technology Review en español han realizado el estudio Innovando la atención médica a través de la tecnología: Perspectivas del Virtual Care en América y Europa. Con 62 encuestados de Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Italia, México, Perú y Portugal, se ha obtenido una visión panorámica de la atención médica no presencial, teniendo en cuenta los beneficios, desafíos y tendencias que están transformando el sector de la salud virtual en estas regiones.

Para ello, en esta edición, también se han tenido en cuenta tres pilares fundamentales en la adopción de la atención médica no presencial: technology enablers como la interoperabilidad y la inteligencia artificial, patient centred technologies como wearables y aplicaciones móviles y virtual care services como consultas a distancia y seguimiento de pacientes para diagnóstico y tratamientos remotos.

Interoperabilidad, una tarea pendiente

Uno de los retos más importantes en la implementación de la atención médica no presencial es la interoperabilidad. Aunque es fundamental para la integración efectiva de datos entre diferentes sistemas y dispositivos, aún queda camino por recorrer. Solo un 23% de las organizaciones ha alcanzado un nivel máximo de implementación, mientras que un cuarto de ellas carece de sistemas interoperables debido, en gran medida, a la falta de inversión. Sin embargo, la colaboración entre grupos hospitalarios y start-ups está mostrando un camino prometedor para superar este obstáculo y lograr un intercambio seguro y eficiente de datos de salud.

El futuro está en la IA

Esta tecnología es la tendencia impulsora en el campo de la atención médica no presencial. Desde la planificación de recursos hasta la precisión de diagnósticos, la IA está demostrando ser esencial en los servicios y procesos médicos. Aunque el 66% de las organizaciones ya trabajan con esta tecnología, un 34% aún no la ha implementado, especialmente en grandes organizaciones, debido a preocupaciones éticas y legales.

Establecer estándares claros y una supervisión adecuada es fundamental para garantizar un uso efectivo de la IA en la atención médica. Sin embargo, su aplicación en áreas como la información al paciente y la gestión administrativa ha sido ampliamente aceptada y beneficiosa.

La personalización del paciente

Las tecnologías centradas en el paciente son clave para personalizar los servicios médicos. Las aplicaciones móviles (apps) y los wearables están ganando protagonismo en este ámbito. Las apps son valoradas por las organizaciones por su accesibilidad, monitoreo continuo y personalización de la atención médica, y son las preferidas por el 47% de las organizaciones presentando importantes desafíos en términos de usabilidad, infraestructura, conectividad y seguridad de datos.

Por otro lado, los wearables constituyen un componente esencial en las estrategias de telemedicina, pero enfrentan desafíos en cuanto a la falta de disponibilidad y los altos costos, subrayando la necesidad de más inversión en investigación y desarrollo para hacer que estos dispositivos sean más accesibles y adaptables a las necesidades diversas de los pacientes.

Telemedicina y receta electrónica, los servicios preferidos

La digitalización de los servicios de salud ha experimentado un impulso significativo durante la pandemia, dando lugar a la expansión de los servicios de atención médica virtual. La telemedicina y la receta electrónica se destacan como las soluciones más relevantes, ofreciendo consultas y prescripciones remotas que brindan comodidad y accesibilidad a los pacientes.

En este contexto, las start-ups han liderado la implementación de servicios de atención médica virtual, mientras que las organizaciones públicas y las grandes corporaciones se enfrentan a desafíos burocráticos y de recursos. La falta de capacitación en el uso de nuevas tecnologías también representa un obstáculo para el desarrollo de la teleconsulta, al igual que la regulación de la telemedicina, que es fundamental para abordar aspectos como la privacidad, la protección de datos y la responsabilidad.

La telemedicina ha sido adoptada por el 62% de las organizaciones encuestadas y ha demostrado optimizar la atención médica y brindar flexibilidad a los pacientes. Las tecnologías de comunicación asincrónica han desempeñado un papel crucial en su normalización y alcance, a pesar de los desafíos relacionados con las preferencias y la adaptabilidad.

Obstáculos en el camino

A pesar de los avances en la atención médica no presencial, existen diversos desafíos que deben abordarse para garantizar su implementación efectiva y amplia. Entre los principales obstáculos se encuentran:

• Falta de inversión y visión estratégica: el 43% de las organizaciones carece de financiamiento y planificación a largo plazo para la atención médica no presencial.

• Barreras geográficas y tecnológicas: limitaciones de acceso en áreas rurales y menos desarrolladas debido a infraestructura y conectividad insuficientes.

• Exclusión de grupos vulnerables: necesidad de abordar la exclusión de personas mayores y con discapacidades, y priorizar la salud mental en el monitoreo remoto.

• Tecnologías inclusivas y centradas en la comunidad: importancia de desarrollar soluciones accesibles para todas las edades y habilidades, como el 5G.

• Barreras normativas, de infraestructura y seguridad de datos: requerimiento de marcos legales claros, fortalecimiento de infraestructura y protección de datos.

• Generar confianza en gobiernos y ciudadanos: superar reticencias para compartir información personal, mediante transparencia y seguridad de datos.