Piense en inteligencia artificial. ¿Qué herramienta le viene a la cabeza? ¿Y qué compañía? Probablemente, su primera opción no ha sido Watsonx e IBM, sino más bien ChatGPT y OpenAI o Microsoft. Piense ahora en computación cuántica. Aquí la cosa ya está más reñida. En los últimos años, IBM ha destacado por su apuesta en esta disciplina, con una marcada hoja de ruta que pretende culminar en 2033 con un superordenador de 100.000 cúbits. Si hablamos de la nube, quizá IBM no sea la primera que se nos viene a la mente, pero sí quedaría en una posición alta.  

En Think, su evento con partners y clientes celebrado este miércoles en la Caja Mágica de Madrid, IBM ha aprovechado para sacar pecho por sus avances en las tres disciplinas, pero la protagonista, como sucede en casi cada evento tecnológico desde que el 30 de noviembre de 2022 se lanzara ChatGPT, ha sido la inteligencia artificial. En esta ocasión, la tecnológica ha defendido su enfoque más centrado en soluciones para empresas que para el público general. "Nuestra IA está diseñada para empresas e instituciones, no para el consumidor final. Es no quiere decir que las organizaciones no puedan utilizar la tecnología para llegar al cliente final, pero no es nuestra intención", ha señalado Darío Gil, vicepresidente de IBM y director IBM Research, su área de investigación, a MIT Technology Review en español.

La conferencia de este murciano de 47 años, que vive en Nueva York y que ha desarrollado una carrera ascendente en IBM, ha sido una de las atracciones principales de la jornada. En su conferencia ha explicado cómo las empresas pueden generar sus propios modelos fundacionales de IA asentándose en Watsonx, su plataforma de IA. Gil ha animado a los presentes a "actuar con urgencia y con el entusiasmo que va a asociado con los momentos de cambio" y ha defendido una actitud creativa como la mejor manera de entender hasta dónde pueden llegar los modelos fundacionales: "Es importante desmitificar la IA para que todos entendamos cómo funciona".

De esta tecnología fundacionales ha destacado su versatilidad para operar en todo tipo de lenguajes: lengua, datos, código o química. Para ilustrarlo ha puesto dos ejemplos de áreas en las que Watsonx está ayudando a las organizaciones: la NASA con modelos geoespaciales para medir el impacto del clima y Moderna con modelos genéticos. "Al fin y al cabo, la química es también un lenguaje", ha defendido.

Para cerrar el círculo, Gil ha defendido la apuesta de IBM por la tecnología abierta y la nube híbrida ya que "es la arquitectura definitiva de cómo se va a construir todo el edificio de la IA y la computación cuántica". Ese es el desafío: "Una arquitectura que funcione en entornos muy diversos".

Como broche a su intervención, Gil ha proyectado un vídeo con una entrevista a Ricardo Martín Manjón, Global Head of Data de BBVA, que ha explicado el proceso que ha seguido la entidad para integrar la IA de manera eficaz pero segura: "Queremos que sea un proceso ordenado y hemos creado un modelo de gobierno con personas de Legal, Ingeniería y Data. Ahora estamos en un momento de centralización, pero iremos a un modelo descentralizado más adelante". La sensación de urgencia también se destilaba de las palabras de Martín Manjón: "El mayor riesgo ahora es no poder utilizar toda la potencia de estos modelos. Tenemos que ser capaces de canalizar el aprendizaje y que no nos lleve mucho tiempo para poder extender su uso".

Madrid, región 'cloud'

El hito de la jornada ha sido la inauguración de la región cloud en Madrid, el segundo de la compañía en Europa después de Frankfurt (Alemania). La infraestructura está formada por tres centros de datos que operan de manera coordinada en Alcobendas, Las Rozas y la ciudad de Madrid, y busca atraer a grandes clientes. El buque insignia de este desembarco ha sido CaixaBank, que anunció en 2021 la inversión en este proyecto y que sería su primer cliente.

Como elemento diferenciador, Alfred Escala, vicepresidente Cloud de IBM, ha resaltado que esta infraestructura garantiza el cumplimiento de la regulación europea: "Es el primer paso para lo que llamamos la «cloud soberana», en la que nos comprometemos a no utilizar los datos para entrenar a nuestros algoritmos y solo daremos los datos a una Administración si existe una sentencia de un tribunal europeo".

Otro elemento que ha destacado para convencer a los clientes del sur de Europa de las ventajas de esta región cloud es la velocidad: "Aunque viaje a la velocidad de la luz, siempre hay latencia. Cada 100 km se añaden 0,3 milisegundos de latencia y, para algunas aplicaciones, 0,3 milisegundos son clave".

Punto de partido

Toda la jornada ha estado dominada por un ambiente distendido. Al celebrarse en la Caja Mágica, pabellón que acoge citas de tenis de todos los niveles, en el evento han abundado las metáforas tenísticas, quizá en exceso.

El colofón lo ha puesto Alex Corretja, extenista y actualmente locutor deportivo en las grandes citas del tenis, que ha tirado de bromas y camaradería con Horacio Morell, presidente de IBM España. Tras repasar su carrera y aludir a la necesidad de evitar los egos cuando se juega en equipo, el extenista ha explicado cómo la tecnología juega un papel importante en su día a día como comentarista: "Te da muchos datos y estadísticas y es algo espectacular. En mis tiempos lo hacíamos a ojo".

El elemento principal de su actual trabajo es el entretenimiento y por eso se apoya en el móvil y en las redes sociales para hacer directos y mostrar los entresijos de las retransmisiones. "Tenemos el papel de entretener y utilizar el móvil como un juguete para que le sirva a la audiencia", ha afirmado, y acto seguido se ha dirigido a Morell: "El juguetito que tenéis vosotros es bastante caro, y más vale que lo utilicéis". Risas del público.

La mañana se cerraba con un sorteo entre el público de una raqueta firmada y una anécdota de un fallo de una inteligencia artificial. En un momento de la final del Open de Australia de 2022, una IA daba un 4% de posibilidades a Nadal de vencer a Medvedev, favorito al llegar como número dos y por el mal estado de salud del manacorí. Finalmente, el tenista español ganó el partido, se llevó su segundo Open de Australia y su 21º Grand Slam. Morell le recordaba este momento a Corretja, ante lo que el tenista respondía: "Efectivamente, la IA se equivocó porque yo le daba un 1% de posibilidades".