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Tecnología y Sociedad

Un millón en salarios robados: la 'app' que ayuda a los inmigrantes ante los abusos

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Reclamo empezó ayudando a los trabajadores inmigrantes a reclamar su dinero, pero puede ayudar a cambiar por completo el panorama de la asistencia jurídica

  • por Patrick Sisson | traducido por
  • 11 Julio, 2023

Tal y como lo ve Rodrigo Camarena, si puedes llamar a un coche y pedir comida desde tu smartphone, ¿por qué no iba a ayudarte también a ejercer tus derechos?

Reclamo, una nueva aplicación web creada por Justicia Lab, la incubadora de innovación sin ánimo de lucro que dirige Camarena, ayuda a los trabajadores inmigrantes documentados e indocumentados que han sufrido un robo de salario (cuando el empleador no abona parte del salario o evita abonar aquellos beneficios incluidos en un contrato). Haciendo clic en las preguntas en inglés o español con la ayuda de un defensor del trabajador, los usuarios pueden reunir los detalles del caso, revisar sus derechos y, en última instancia, presentar reclamaciones legales que se pueden presentar al instante. Un proceso que llevaría varias reuniones con un abogado, ahora puede hacerse en apenas una hora.

La herramienta se puso en marcha el pasado mes de octubre con una prueba beta en Nueva York centrada en el sector de la construcción, en el que abundan los abusos, y ayudó a recuperar un millón de dólares en salarios perdidos (unos 911.000 euros), más del doble de lo que costó su desarrollo. A mediados de mayo, se amplió para que los trabajadores de empresas que van desde la industria manufacturera a la limpieza del hogar tengan más poder ante sus empleadores.

"Al crear una herramienta jurídica digital independiente y sin ánimo de lucro para que los defensores la compartan y la utilicen juntos, estamos igualando las condiciones para las personas que normalmente están acostumbradas a que la tecnología se utilice en su contra", afirma Camarena.

Según el Instituto de Política Económica, el robo de salarios (práctica por la que los empresarios escatiman el pago de las horas extra o el salario normal, y a veces simplemente no pagan) cuesta a los trabajadores estadounidenses unos 50.000 millones de dólares al año (unos 45.000 euros). Los abogados de oficio, sobrecargados de trabajo, a menudo no lo persiguen. Una parte significativa de estos robos se dirige a inmigrantes, tanto legales como indocumentados, en parte debido a las barreras de comunicación y a su percepción de falta de poder o de recursos legales. Reclamo no recoge información sobre inmigración, porque es irrelevante para sus fines: tanto la Ley Federal de Normas Laborales Justas como las leyes de muchos estados dicen que los inmigrantes indocumentados, que constituyen una parte sustancial de la población afectada, pueden reclamar las mismas protecciones que cualquier otro trabajador.

La precaria situación a la que se enfrentan estos trabajadores no es una mera coincidencia, afirma Michelle Franco, profesora de Ohio State con raíces mexicanas que estudia cuestiones de raza y clase en la arquitectura paisajista, un negocio que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante. "Los beneficios reales y la funcionalidad de estas industrias dependen completamente de esa precariedad", apunta.

Reclamo surgió de la frustración por el trato a los inmigrantes durante la Administración Trump. El personal de Justicia no podía crear tecnología para cambiar las leyes federales, pero después de encontrarse con artículos sobre el robo de salarios en 2017, se dieron cuenta de que había otras maneras de ayudar. Rondas de pruebas con usuarios, entrevistas con organizadores de justicia comunitaria y trabajadores, y otras investigaciones ayudaron a dar forma y función a la aplicación. Los trabajadores acceden a la aplicación web en un centro de recursos o con un organizador comunitario, para que haya alguien que les ayude con el seguimiento y les ofrezca orientación jurídica adicional. Los resultados finales del proceso incluyen tanto una reclamación legal como una carta para enviar a los empleadores, que se ha comprobado que es la forma más rápida de recuperar el dinero.

Rodman Serrano, organizador comunitario de Make the Road New York, un grupo de servicios para inmigrantes de Long Island, empezó a utilizar Reclamo a principios de año y ya ha recibido confirmación de que se están revisando casos. Afirma que antes era difícil para los trabajadores maltratados encontrar tiempo fuera del trabajo para reunirse con abogados, llamar a líneas de ayuda o identificar a los funcionarios adecuados con los que ponerse en contacto. Los trabajadores de la construcción inmigrantes se enfrentan a tantos problemas económicos (salarios bajos, alquileres y facturas médicas elevadas y opciones de trabajo limitadas para los que carecen de documentación) que cualquier pérdida de ingresos puede ser devastadora.

Ahora, quienes presenten reclamaciones a través de Reclamo pueden obtener cierta protección jurídica en el sistema de inmigración, así como ayuda para recuperar su salario. En enero, el Gobierno de Biden declaró que los no ciudadanos implicados en conflictos laborales podrán acogerse a la acción diferida, que les protege temporalmente de la deportación.

Al permitir a los trabajadores de a pie presentar denuncias y acceder a asistencia jurídica sin abogado, la aplicación aborda una importante carencia social: el 92% de los estadounidenses con rentas bajas no reciben asistencia jurídica adecuada en cuestiones civiles. Es también un impulso a los servicios jurídicos alternativos que tiene a algunos de sus miembros preocupados por sus funciones y, en última instancia, por sus puestos de trabajo.

El llamado movimiento de acceso a la justicia pretende ayudar a los ciudadanos de a pie a obtener asistencia jurídica sin necesidad de buscar, contratar y pagar a un abogado. Los tribunales de Alaska y Nueva York han dictaminado que los asistentes jurídicos, los estudiantes, los grupos de defensa y las personas no licenciadas en Derecho pueden prestar determinados servicios para los que antes se necesitaban abogados, que son caros y escasos. Algunos ven la IA y los chatbots, con su capacidad en constante evolución para manejar conversaciones complejas, otra vía para ampliar los servicios jurídicos. Los defensores y activistas quieren aprovechar esta tecnología para gestionar las entrevistas de admisión y recopilar información.

Camarena espera que, en última instancia, Reclamo haga más común la asistencia jurídica y libere a los abogados sobrecargados para que puedan centrarse en demandas complicadas y demandas colectivas. También cree que los datos que Reclamo recopilará pueden ayudar a identificar a los delincuentes reincidentes, influir en los responsables políticos y, con el tiempo, convertirse en un set de datos para entrenar a una tecnología más avanzada, ampliando el alcance de la aplicación.

"No vamos a cubrir ese vacío [en el acceso legal] a menos que pensemos fuera de los modelos de servicio tradicionales", dice. "No hay ninguna razón por la que no podamos entrenar a una IA en la lógica que hemos creado".

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