El telescopio James Webb, una maravilla de la ingeniería de precisión, podría revolucionar nuestra visión del universo primitivo
• ¿Quién?
NASA, Agencia Espacial Europea, Agencia Espacial Canadiense, Instituto Científico del Telescopio Espacial.
• ¿Cuándo?
Ahora.
Lanzado en diciembre de 2021 tras décadas de trabajo, el Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) de la NASA, dotado con 10.000 millones de dólares (más de 9.000 millones de euros) y fruto de la colaboración entre EE UU, Europa y Canadá, es el mayor telescopio jamás enviado al espacio y unas 100 veces más potente que su predecesor, el Telescopio Espacial Hubble. Además, está diseñado específicamente para detectar la radiación infrarroja, algo que permite atravesar el polvo cósmico y retroceder en el tiempo hasta la época en la que se formaron las primeras estrellas y galaxias del universo.
El JWST está hecho a medida para este tipo de viaje astronómico en el tiempo. Su espejo principal mide 21 pies (6,4 metros) de diámetro, el triple que el del Hubble, algo que le confiere un poder de resolución mucho mayor. Lleva un parasol del tamaño de una pista de tenis para proteger el espejo y los instrumentos del calor y la luz del Sol. Para facilitar su llegada al espacio, los ingenieros diseñaron el espejo y el parasol del JWST de forma que pudieran plegarse y caber en el carenado de un cohete. Tras el lanzamiento, se desplegaron mientras el telescopio viajaba hasta su órbita final a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
Los astrónomos esperan que el JWST les permita averiguar cómo se formaron las primeras galaxias del universo tras el Big Bang. Pero este no es el único objetivo del JWST. El telescopio se está utilizando en todos los ámbitos de la astronomía. Podría proporcionar una visión sin precedentes de los planetas de otros sistemas solares, permitiéndonos descubrir de qué están formadas sus atmósferas. Será testigo del nacimiento de nuevos mundos, tomará magníficas imágenes de nebulosas, investigará la estructura de las galaxias y mucho, mucho más.
Los nuevos descubrimientos llueven casi todos los días y lo harán durante toda la vida útil del telescopio, estimada en más de 20 años.