La crisis socioeconómica de la COVID-19 obligó a las empresas de todo el mundo a tomar medidas rápidas para responder a la pandemia y a las consecuencias que ocasionó en sus negocios. En este escenario, la Agilidad se convirtió en un mecanismo para prosperar y sobrevivir en momentos de incertidumbre. Ahora las organizaciones de la región ya comprenden la importancia del mindset Agile y su misión se enfoca en ir un paso más allá, adoptándola en todos los niveles de la empresa: es decir, dar el salto de Agile hacia Agility.

Para trazar una radiografía del grado de madurez de la Agilidad en las empresas latinoamericanas, NTT DATA y MIT Technology Review en español han elaborado la quinta edición del estudio La Agilidad en Latinoamérica 2022: De Agile hacia Agility. En su realización han participado 388 encuestados de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú, de los cuales 106 son líderes de transformación ágil y 282 son expertos Agile. En esta edición del estudio se ha podido comprobar el impulso que la Agilidad ha dado en el último año, convirtiéndose en un pilar fundamental para el éxito de las organizaciones de la región.

El avance y la expansión Agile

Las áreas vinculadas a la tecnología son las impulsoras de la filosofía Agile en las empresas. Esto se puede comprobar en el 90% de las organizaciones latinoamericanas participantes, que han afirmado que sus áreas de IT y/o Software Development adoptan esta forma de trabajo. A diferencia del año anterior, el área de Data&Analytics ha tomado impulso en esta edición: el 48% ya integra este mindset.

Además, otras áreas también están sumándose a la Agilidad. En concreto, el 44% de las unidades de Innovación de las compañías encuestadas, el 32% de los equipos de RR HH y el 30% de las direcciones de Marketing. Esta filosofía también ha experimentado un crecimiento en áreas como Ventas y Servicio al Cliente (19%) y Finanzas (18%), en comparación con la edición anterior.

Estos datos reflejan el interés y el avance de la Agilidad en las empresas de la región. Y, aunque en su adopción siguen tomando el liderazgo las áreas más tecnológicas, otras como Auditoría y Legal ya aparecen en el mapa del mindset Agile.

Beneficios y obstáculos en el escalado ágil

Más de dos años después del estallido de la pandemia de la COVID-19, las empresas de todo el mundo se han aclimatado poco a poco a la nueva normalidad. Por ello, la capacidad de adaptación a los cambios en el entorno se mantiene como el principal beneficio de la Agilidad percibido por las organizaciones latinoamericanas: un 40% la califican con un sobresaliente.

A diferencia de la edición anterior, este año la Agilidad ha tenido un impacto relevante en procesos en los que las personas son el centro. Para un 28% de las empresas encuestadas, las prácticas ágiles mejoran la experiencia del cliente, y un 27% piensa que incrementan el compromiso o engagement de los equipos.

Pese a todos los beneficios, las empresas siguen encontrando desafíos que dificultan su transformación ágil. Por ejemplo, un 72% de las organizaciones encuestadas cree que la cultura organizacional sigue siendo uno de los mayores bloqueos en la integración de la Agilidad, sobre todo en la velocidad de aceptación, ejecución y adaptabilidad de los nuevos marcos de trabajo.

Al igual que la edición anterior, el 69% de las organizaciones encuestadas siguen preocupadas por el estilo de liderazgo en la adopción de la Agilidad y por los silos entre áreas. Esto puede deberse a la dificultad de los líderes Agile para expandir esta filosofía en las diferentes gerencias de la compañía. Además, este factor está relacionado con la resistencia al cambio, que el 61% de las empresas consideran como un freno para la Agilidad. Por otro lado, los procesos burocráticos continúan siendo un problema para el 62% de las empresas latinoamericanas.

El salto hacia una visión de negocio

En cuanto al análisis de la madurez de aspectos clave para la Agilidad, la mayor parte de las organizaciones encuestadas se encuentran en un nivel intermedio-alto, lo que las posiciona a un paso de considerarse una organización ágil.

Al igual que la edición pasada, las empresas de la región han considerado que siguen contando con un nivel intermedio en aspectos como las nuevas formas de trabajo, la mejora continua y el respeto a las personas y la cultura. Esto demuestra que las organizaciones deberían centrarse en un escalado a través de la habilitación tanto del individuo como de los equipos.

En este sentido, los objetivos y resultados clave u OKR juegan un papel importante. Su uso con el enfoque de mantener la alineación del negocio ha crecido un 10% con respecto al ejercicio pasado. Asimismo, entre los beneficios más notables de su aplicación se encuentran la mejora del alineamiento de los equipos, el avance en la comunicación de la estrategia y el aumento en el engagement de los equipos de trabajo con los objetivos.

Por último, un 32% de los encuestados considera que su empresa se encuentra en un nivel de madurez alto a la hora enfrentarse a situaciones de incertidumbre y cambios de contexto. Estos datos reafirman que las compañías avanzan por buen camino en el entendimiento de la filosofía Agile y su adopción.  Además, los resultados han revelado que el interés de las organizaciones ahora se centra en mejorar esta adaptación.

¿Qué se espera en el futuro?

El entorno cambia, las empresas se transforman y renuevan, las competencias evolucionan… Las organizaciones latinoamericanas tienen que adaptarse a las tendencias para estar presentes en el futuro de la Agilidad. Estas son las que tomarán más fuerza en los próximos meses:

• Democratización del mindset Agile. Esta filosofía ya es una realidad y está siendo adoptada por todo tipo de perfiles y roles, lo que está convirtiendo la Agilidad en un tema de interés y dominio público.

• La productividad como centro de la conversación. Después de los retos que ha traído la pandemia, las empresas ya han vuelto a la estabilidad y ahora apuestan por utilizar la Agilidad como un medio para aprovechar su capacidad actual y aumentar su productividad.

• La colaboración y cocreación a otro nivel. La nueva visión de las organizaciones es que la Agilidad se ha de integrar en todas las áreas de trabajo. En este proceso, la figura del líder es una pieza fundamental.

• La evolución del Product Management. Es importante entender el rol del representante de negocio o de producto como una carrera profesional, no como un rol en un equipo Scrum. Por ello, la clave es desarrollar competencias y conocimientos vinculados a la creación de producto y generación de valor. Esta tendencia empieza a ser importante en los ámbitos relacionados con la estrategia, diseño, planificación y la tracción de productos en contextos digitales.

• Optimización del Downstream. Visualizar y optimizar los flujos de valor de una compañía de manera regular es la alternativa más efectiva para desafiar directamente los silos en las organizaciones. Grandes empresas de los sectores banca y tecnología ya han empezado transformar sus estructuras ágiles y a potenciar la evolución de sus modelos productivos de software a través de DevOps, DevSecOps, o BizDevOps.

En conclusión, las organizaciones latinoamericanas ya están adoptando las prácticas ágiles necesarias para convertirse en empresas líderes en el mercado de la región y alcanzar la transformación organizacional de forma efectiva. A pesar de los desafíos y retos a los que se enfrentan, se dirigen en buena dirección para dar el salto de Agile hacia Agility.

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