En China y la India ya se han aprobado vacunas que se inhalan por la nariz o por la boca. En teoría, ofrecen una respuesta más rápida a cualquier virus que entra al cuerpo por la nariz o por la boca y podrían evitar la propagación del virus, pero todavía existen algunas incógnitas por resolver
La pandemia de la COVID-19 aún no ha terminado. Y, aunque las vacunas inyectadas ofrecen una buena protección contra la enfermedad grave, no impiden que contraigamos el virus o que lo transmitamos a otras personas.
En cambio, las vacunas que se inhalan por la nariz o por la boca podrían hacerlo.
La semana pasada, los organismos reguladores de India y China aprobaron vacunas contra la COVID-19 que se inhalan. Las compañías detrás de estas vacunas afirman que las mismas estimularán las respuestas inmunológicas de las personas que ya han sido vacunadas. Esto es lo que sabemos sobre ellas hasta ahora.
¿Cuáles son las nuevas vacunas?
El pasado domingo, la compañía biofarmacéutica CanSinoBIO, con sede en Tianjin (China) anunció que su vacuna inhalada, denominada Convidecia Air, había sido aprobada como dosis de refuerzo por la Administración Nacional de Productos Médicos de China. La vacuna se inhala por la boca y la empresa asegura que puede "inducir de manera efectiva una protección inmunológica integral en respuesta al Sars-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, después de solo una inhalación".
Esa aprobación fue seguida rápidamente por la de otra vacuna inhalada, desarrollada en India. El pasado martes, Bharat Biotech, con sede en Hyderabad (India), anunció que la vacuna nasal de esta compañía, conocida como iNCOVACC, había sido aprobada en ese país para "uso restringido en situaciones de emergencia", como dosis de refuerzo para personas que ya han recibido dos dosis de la vacuna inyectada.
¿Cómo funcionan?
Ambas vacunas prometen provocar una respuesta inmunitaria en el revestimiento de las vías respiratorias, acción que los inmunólogos llaman inmunidad de las mucosas. Si los anticuerpos están presentes allí, deberían ofrecer una respuesta más inmediata a cualquier virus que entre al cuerpo por la nariz y por la boca, como el coronavirus.
En teoría, este tipo de inmunidad podría evitar que una persona se infecte con el virus y se lo transmita a otros. "Es ahí donde se encontrará el virus, lo que significa que pueden actuar muy rápido", asegura el inmunólogo del Trinity College Dublin en Irlanda Ed Lavelle.
¿Realmente necesitamos más vacunas contra la COVID-19?
Puede que sí, con mejores formas de protegernos de la COVID-19. Aunque la cantidad de casos de COVID-19 continúa disminuyendo (a nivel mundial, los casos semanales han bajado alrededor de un 12% en la última semana), el virus sigue siendo responsable de muchas muertes. Según los últimos datos ofrecidos, cada 44 segundos una persona muere de COVID-19, resaltó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa del pasado miércoles, 7 de septiembre. "La mayoría de estas muertes eran evitables", afirmó.
¿Las vacunas que se inhalan reemplazarán a las que se inyectan?
No. Las vacunas inyectadas tienden a provocar la producción de anticuerpos en el torrente sanguíneo y los órganos internos, lo que también proporciona una fuerte respuesta inmunitaria a cualquier virus invasor. Es probable que los dos métodos de vacunación funcionen mejor cuando se usan juntos, opina Lavelle.
La investigación en animales sugiere que una vacuna inyectada seguida de otra inhalada puede proporcionar la mejor defensa contra la infección, en lo que se conoce como técnica de "prime-pull" o preparar-reforzar. Las vacunas inyectadas preparan el sistema inmunitario y las inhaladas pueden darle un refuerzo. Sin embargo, Lavelle destaca que aún no sabemos si este enfoque será tan efectivo en las personas.
¿Cuál de las dos vacunas inhaladas es mejor?
Todavía no lo sabemos. Las dos vacunas se administran de manera diferente: una por la nariz y la otra por la boca. Todavía no está claro qué vía podría ser la mejor. En teoría, la vacunación a través de cualquiera de las vías debería desencadenar la inmunidad en la nariz, en la boca y en las vías respiratorias superiores, incluidos los pulmones. Pero la protección será más fuerte ahí donde se administre la vacuna, señala Lavelle.
¿Pueden las vacunas inhaladas ayudar a acabar con la pandemia?
Esta es la gran pregunta y, como era de esperar, no hay una respuesta simple. En teoría, si estas vacunas pueden ayudar a prevenir las infecciones y la transmisión, podrían tener un gran impacto en la COVID-19.
No obstante, hay muchas cosas que no conocemos. No sabemos cuánta protección pueden ofrecer estas vacunas, y si el nivel de protección que brindan depende de qué vacuna inyectada recibió la persona en primer lugar. "Depende de la duración de la respuesta en el cuerpo y de cuánto va a cambiar el virus durante ese período de tiempo", indica Lavelle.
"No hemos visto todos los datos sobre lo efectivas que son las vacunas inhaladas", precisa.
Algunos representantes de la Organización Mundial de la Salud se hacen eco de esta opinión. Las vacunas nasales podrían impulsar la "primera línea de defensa" de una persona contra el virus de la COVID-19 y tienen el potencial de reducir la transmisión posterior, concluyó el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, en la rueda de prensa del pasado miércoles. "Pero eso está por verse", concluyó.