El estigma hace que sea más difícil obtener información precisa sobre quién tiene la enfermedad
Una investigación realizada en nombre de MIT Technology Review ha descubierto que la desinformación homófoba que circula en redes sociales sobre la viruela del mono está obstaculizando los esfuerzos para frenar la propagación de la enfermedad.
Ha habido 2.093 casos registrados y confirmados del virus en todo el mundo, a fecha del 17 de junio. Por ahora, los casos se han dado principalmente en hombres que tienen sexo con otros hombres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su director en Europa, epicentro del brote actual, hizo sonar la alarma la semana pasada y advirtió que las autoridades deberían esforzarse más para contener esta enfermedad.
No obstante, esa tarea se está viendo dificultada por teorías falsas, a menudo homófobas, que se difunden en las principales plataformas de redes sociales, según confirma una investigación realizada para MIT Technology Review por parte del Center for Countering Digital Hate. Estas afirmaciones falsas hacen que sea más difícil convencer a la sociedad de que la viruela del mono puede afectar a todos y podrían disuadir a las personas de informar sobre posibles infecciones.
Parte de esta desinformación se superpone con las ya conocidas teorías conspiranoicas sobre la pandemia, que atacan a Bill Gates y a otras "élites globales" o sugieren que el virus se creó en un laboratorio. Pero la mayoría de la desinformación es directamente homófoba e intenta culpar del brote a la comunidad LGBTQ+. Algunas publicaciones de Twitter afirman que los países donde la retórica anti-LGBTQ+ es ilegal son aquellos donde los casos de viruela del mono son más altos. Se refieren al virus como "la venganza de Dios". En un vídeo compartido en Twitter el mes pasado, la congresista Marjorie Taylor Greene de Georgia (EE UU) afirmó falsamente que "la viruela del mono en realidad solo se transmite principalmente a través del sexo entre personas gay".
Se ha permitido que permanezcan online comentarios homófoboss sobre artículos sobre la viruela del mono que han recibido miles de me gusta en Facebook, con una publicación específica que obtuvo centenares de reacciones de disgusto compartida más de 40.000 veces a través de Telegram.
Un vídeo de YouTube en un canal con 1,12 millones de suscriptores menciona falsamente que la viruela del mono se puede evitar simplemente si uno no va a orgías gay, no acaba mordido por un roedor o no tiene una marmota como mascota. Ha sido visto más de 178.000 veces. Otro vídeo, de un canal con 294.000 suscriptores, afirma que las mujeres contraen la viruela del mono al entrar en "contacto con un hombre que probablemente tiene contacto con otro hombre"; ha sido visto cerca de 30.000 veces. Facebook, Twitter y YouTube no respondieron a las solicitudes de comentarios antes de la publicación de este artículo.
Ese estigma tiene consecuencias reales: es menos probable que las personas infectadas que no quieran hablar sobre su vida sexual informen sobre sus síntomas, algo que dificulta el seguimiento de nuevos casos y el control efectivo de la enfermedad.
En realidad, el virus puede afectar a cualquier persona y no distingue entre identidades o actividades sexuales. La desinformación que enmarca la viruela del mono como algo que afecta exclusivamente a hombres que tienen sexo con otros hombres podría convencer a las personas de que tienen un riesgo menor de contraerla y propagarla, advierte Julii Brainard, investigadora asociada sénior de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) que trabaja en modelos de amenazas para la salud pública. "Mucha gente va a pensar: 'Esto no me afecta'", asegura.
Nada de esto se ve favorecido por el hecho de que todavía no estamos seguros de todas las formas en las que la viruela del mono se podría transmitir, o cómo se está propagando actualmente. Sabemos que se transmite a través del contacto cercano con una persona o un animal infectado. Pero la OMS ha afirmado que está investigando algunos informes que afirman que el virus está presente en el semen humano, lo que sugiere que también se podría transmitir sexualmente, aunque hasta ahora los datos de secuenciación no han proporcionado evidencia de que la viruela del mono actúe como una ETS. Tampoco se sabe qué animal funciona como reservorio natural de la viruela del mono (el huésped que mantiene el virus en la naturaleza), aunque la OMS sospecha que se trata de los roedores.
Todavía no se sabe cómo o dónde comenzó el brote. Aún así, la OMS cree que fuera de algunos países de África occidental y central donde el virus se encuentra habitualmente, este virus comenzó a propagarse de persona a persona, principalmente entre hombres que tienen sexo con hombres, después de dos raves en España y Bélgica. Aunque los síntomas típicos de la viruela del mono incluyen la inflamación de los ganglios linfáticos seguida de un brote de lesiones en la cara, las manos y los pies, muchas personas afectadas por el brote más reciente muestran menos lesiones, que se desarrollan en manos, ano, boca y genitales. Es probable que esta diferencia esté relacionada con la naturaleza del contacto.
La desinformación sobre la viruela del mono a menudo aprovecha la homofobia que ya está presente en la sociedad, resalta Keletso Makofane, profesor de salud y derechos humanos de la Universidad de Harvard (EE UU). Las personas que difunden la desinformación se suelen obsesionar con las formas en las que los hombres tienen relaciones sexuales entre ellos, señala.
Las organizaciones comunitarias que atienden a los hombres que tienen sexo con hombres han estado haciendo un buen trabajo al comunicar información precisa que no los estigmatiza, indica el experto, animando a las personas a buscar cambios en sus propios cuerpos o en los cuerpos de sus parejas y a pedir ayuda si fuera necesario.
Los anuncios en la app de citas gay Grindr que dirigen a los usuarios a profesionales sanitarios y a información sobre la viruela del mono también han llegado a una amplia audiencia. "Creo que hay más conciencia sobre la viruela del mono entre homosexuales que en otros grupos", opina Makofane.
Aunque deberíamos tomar en serio la amenaza de la viruela del mono, no tenemos motivos para entrar en pánico en estos momentos, asegura Derek Walsh, profesor de microbiología e inmunología de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern (EE UU)
"La forma en la que se transmite la viruela del mono significa que es poco probable que se propague tan ampliamente como la pandemia de covid-19, y ya tenemos vacunas efectivas", concluye. "En realidad, solo debemos estar atentos y evitar estigmatizar a las personas contagiadas".