La Cuenca Pérmica, en Nuevo México, emitió entre 2018 y 2020 el doble de metano de lo esperado, según un estudio sobre este gas de efecto invernadero
Uno de los campos petrolíferos más grandes y de mayor crecimiento en EE UU está emitiendo mucho más metano que lo medido anteriormente. Es sabido que la producción de petróleo y de gas natural es una fuente importante de este potente gas de efecto invernadero: el metano atrapado bajo tierra se escapa a través de los pozos y oleoductos, y también se puede liberar intencionalmente, a través de la ventilación y la quema o quemado. Pero un estudio aéreo de la Cuenca Pérmica, en Nuevo México, ha revelado más emisiones de las que habían sugerido antes las estimaciones más altas.
El metano es un importante gas de efecto invernadero: aunque es mucho menos abundante en la atmósfera que el dióxido de carbono (CO2) y tiene una menor vida útil tras su emisión, atrapa 86 veces más calor. Según el nuevo estudio, este campo emite alrededor de 194 toneladas métricas de gas por hora. Esto equivale a aproximadamente el 9% de la producción total de gas natural del campo y duplica las estimaciones anteriores.
Varios investigadores y activistas medioambientales llevaban tiempo vigilando esta área, que se extiende a lo largo de Nuevo México y Texas, pues ya era conocida por ser un punto fuerte de emisiones de metano. Esos primeros estudios, con datos obtenidos con torres de medición o por satélite, sugerían que las emisiones de metano no llegaban al 4% de la producción total de gas natural en el área.
“Al principio nos sorprendió la magnitud”, explica Yuanlei Chen, estudiante de posgrado del programa de Ingeniería de Recursos Energéticos de la Universidad de Stanford y uno de los autores del estudio.
El avión que realizó esas mediciones pudo cubrir zonas por una extensión unas 100 veces más grande que los estudios terrestres anteriores. Al sobrevolar los pozos y oleoductos activos en la zona de la cuenca que pertenece a Nuevo México, el avión detectó 1.985 columnas de metano a lo largo de 15 meses.
Además de descubrir niveles de emisión de metano superiores a lo esperado, el estudio también identificó algunos lugares muy emisores: tan solo el 5% de las columnas que detectó el avión eran responsables de más de la mitad de las emisiones medidas.
Los hallazgos se suman a los llamamientos para endurecer las regulaciones en relación con el metano y con los productores de petróleo y gas. En el momento en el que se recogían estos datos, desde 2018 hasta 2020, la producción de petróleo aumentaba rápidamente y las regulaciones en la zona eran más flexibles que en la actualidad. Nuevo México ha aprobado recientemente una legislación que prohíbe la quema rutinaria del exceso de gas natural. Según el director general de políticas del Environmental Defense Fund, Jon Goldstein, todavía se necesitan políticas federales más duras para reducir las emisiones en otros estados productores de petróleo como Texas.
En cualquier caso, los nuevos hallazgos muestran cómo los estudios detallados pueden arrojar luz sobre las emisiones de metano, que a menudo no se conocen bien, ni siquiera en campos petrolíferos y gasíferos tan importantes como la Cuenca Pérmica. Mientras los gobiernos siguen luchando contra las emisiones, identificar los puntos problemáticos podría ser un primer paso útil.