En la última Conferencia de Seguridad del Espacio Exterior de la ONU, los asistentes han discutido sobre posibles conflictos y la necesidad de tratados internacionales que contemplen la actividad comercial de las compañías privadas que han proliferado en los últimos años
Nunca ha habido tanto movimiento en el espacio como ahora. La actividad comercial se ha disparado en los últimos cinco años, ya que las empresas espaciales privadas han lanzado cohetes, puesto satélites en órbita y ofertado misiones a la Luna.
Pero a algunos expertos les preocupa que esta oleada de actividad se esté adelantando demasiado a los acuerdos internacionales que regulan quién puede hacer qué en el espacio. La mayoría de estas políticas se redactaron y adoptaron mucho antes de que el sector espacial comercial se animara.
Ahora, los países se están dando cuenta de que necesitan actualizar esos acuerdos. Esta semana, el Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme celebró su Conferencia sobre la Seguridad en el Espacio Exterior anual en Ginebra (Suiza). Los participantes tenían la opción de asistir virtualmente o en persona. Durante dos días, diplomáticos, investigadores y militares de todo el mundo se han reunido para debatir sobre las amenazas y los desafíos, el control de armas y la seguridad espacial. Sus conversaciones han permitido ver cómo podrían ser las nuevas políticas espaciales.
He aquí algunas de las conclusiones más significativas.
Se podría estar gestando una carrera armamentística
Algunos expertos temen que el espacio se convierta en el próximo campo de batalla. El uso de tecnologías contra el espacio ha ido en aumento. Por ejemplo, Rusia y China han desarrollado recientemente pruebas de misiles antisatélites, y Estados Unidos posee desde hace tiempo capacidades similares.
El analista de investigación del proyecto espacial de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional Benjamin Silverstein dijo: "Sostengo que estamos asistiendo a una carrera armamentística. Probablemente hemos sobrepasado el momento en el que es prudente centrar nuestros esfuerzos en prevenir esa carrera armamentística". Instó a los Estados a utilizar Naciones Unidas y sus recursos diplomáticos para aclarar y mejorar las relaciones entre los actores rivales.
El subdirector del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Haiyang Lai señaló que los futuros conflictos en el espacio podrían socavar la seguridad de más países que los implicados en ellos. Citó la creación de la Fuerza Espacial de EE.UU. como prueba de que al menos un país ya ha declarado públicamente que el espacio será el próximo ámbito de lucha bélica. Dijo: "Creemos firmemente que la guerra espacial no se puede ganar y no se puede librar".
Hay que actualizar los tratados
Hasta este año, 111 naciones han firmado el Tratado del Espacio Exterior de 1967, que prohíbe las actividades militares en los cuerpos celestes. Es el primer documento internacional que se compromete a preservar el carácter pacífico del espacio, y nació en una época en la que la amenaza de la guerra nuclear dominaba la mentalidad pública.
Hoy en día, el comercio espacial se basa en gran medida en el principio de que los Estados deben respetar y tener en cuenta los intereses de otros Estados. Sin embargo, con la proliferación de entidades comerciales y no gubernamentales en el espacio, algunas naciones coinciden en que es hora de cambiar las reglas.
"El espacio está cada vez más congestionado", afirma el director general de Nigerian Communications Satellite Limited, Abimbola Alale, lo que crea la posibilidad de más conflictos y colisiones. Aunque los Estados son actualmente responsables de sus propias actividades espaciales nacionales, así como de las empresas espaciales privadas que operan dentro de sus fronteras, los panelistas coincidieron en que, a diferencia del Tratado del Espacio Exterior de 1967, cualquier tratado futuro debe tener en cuenta los derechos y obligaciones de los actores no estatales.
La tecnología adecuada puede ayudar
Los expertos afirman que es posible utilizar la tecnología para ayudar a regular el tráfico y la defensa del espacio, pero para ello será necesario desarrollar una mejor "conciencia de la situación espacial", término que se refiere al seguimiento de los objetos en órbita y a la predicción de dónde se encontrarán en un momento dado. Aunque hay algunas limitaciones para hacerlo, muchos actores estatales y privados ya dependen de los sistemas de seguimiento para operar con seguridad en el espacio.
Tecnologías como los telescopios han mejorado mucho en la última década y, combinadas con ordenadores más potentes, ofrecen ahora una imagen más clara de las actividades espaciales. Sin embargo, como señalaron varios panelistas, el futuro de la seguridad espacial depende en parte de lo bien que estos y otros avances puedan ayudar a los países y a las empresas a entender los planes y motivos de los demás.
Sin embargo, Silverstein afirmó que, antes de llegar a acuerdos que puedan resolver nuestros retos espaciales, deberíamos intentar resolver nuestras diferencias sobre el terreno: "Los sistemas espaciales están inextricablemente ligados a todo lo que hacemos en la Tierra. Es muy difícil decir que podemos abordar una carrera armamentística en el espacio sin abordar las cosas en la Tierra".