Cadenas de bloques y aplicaciones
Riesgos y beneficios del pase verde de Israel y otros certificados de inmunidad
Todo el mundo plantea estrategias que nos ayuden a recuperar la normalidad y acabar con la pandemia. Las soluciones varían desde aplicaciones ultratecnológicas a simples cartillas en papel
El anuncio empieza con una imagen tentadora y música con notas altas. Una puerta se abre para revelar un soleado patio en el que una pareja relajada y sonriente se encuentra esperando su comida. Una voz en off dice: "¿Cuánto echábamos de menos salir con amigos? Con el pase verde, las puertas simplemente se nos abren... Estamos volviendo a la vida".
Es un anuncio para promover la versión israelí del certificado de vacunación, pero también representa un estímulo para cualquiera que haya pasado por los distintos niveles de confinamiento del último año. ¿Podremos volver a hacer vida normal después de vacunarnos? Y si podemos, ¿qué tipo de comprobación necesitaríamos?
Aunque todavía hay muchas incógnitas sobre las vacunas y bastantes problemas prácticos en torno a la implementación de los pasaportes de inmunidad, ya están siendo considerados por varias aerolíneas y salas de conciertos, así como por los gobiernos de Japón, Reino Unido y la Unión Europea, entre otros.
Algunos defensores de esta idea, incluidos los que se encuentran en lado más feroz del debate en Tailandia, se han centrado en poner fin a las cuarentenas para los viajeros internacionales con el fin de estimular el sector del turismo, que ha sido uno de los más afectados por la pandemia. Otros se plantean seguir el ejemplo de Israel, creando un sistema de dos niveles que permitiría a las personas vacunadas disfrutar de los beneficios de una vida pospandémica mientras que los demás esperan sus vacunas. Estos planteamientos permiten vislumbrar los beneficios y retos a los que se enfrentan estas estrategias.
Cómo funciona
El pase verde, nombre con el que se conoce al pasaporte de vacunación de Israel, fue lanzado el 21 de febrero para ayudar al país a salir del confinamiento que duró un mes. Las personas vacunadas pueden descargar una aplicación que muestra su "pase verde" cuando se les requiere en algún sitio. La app también puede ofrecer pruebas que demuestren que el usuario se ha recuperado de la COVID-19.
Muchos sistemas de pasaportes propuestos ofrecen múltiples formas de demostrar que alguien no representa un peligro, como una PCR negativa reciente. El Gobierno israelí asegura que esa opción llegará pronto a la app, y que será especialmente útil para los niños demasiado jóvenes para recibir una vacuna aprobada. Las autoridades esperan que los beneficios del pase verde estimulen la aceptación de la vacuna entre los israelíes, quienes se han mostrado bastante reacios a recibirla, especialmente los más jóvenes.
"Las personas que se vacunan deben saber que [la inyección] les ofrece un cambio, que pueden estar tranquilas. La gente quiere saber que puede recuperar algo de normalidad", resalta el destacado periodista británico de la televisión israelí Nadav Eyal. Sin embargo, a pesar de los llamativos anuncios, todavía es demasiado pronto para saber si el programa de Israel funcionará en la práctica, o qué impacto tendrá su plan en los pasaportes de vacunación en general.
Algunos especialistas en ética argumentan que tales programas pueden consolidar aún más las desigualdades existentes, y esto ya ocurre con el pase verde de Israel, dado que pocos palestinos en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania tienen acceso a las vacunas.
El pase verde también podría convertirse en una pesadilla de privacidad, según el profesor de informática de la Universidad de Haifa (Israel) y miembro de la junta de Privacy Israel Orr Dunkelman. En su opinión, el pase revela información que quienes verifican las cartillas no necesitan saber, como la fecha en la que su titular se recuperó de la COVID-19 o recibió la vacuna.
La app también utiliza una biblioteca de cifrado no actualizada que es más vulnerable a las violaciones de seguridad, explica Orr. Y, dado que la aplicación no es de código abierto, ningún experto externo puede verificar si estas preocupaciones tienen fundamento o no. "Es una catástrofe en ciernes", afirma el columnista de software del periódico Haaretz Ran Bar Zik. El experto recomienda otra opción disponible bajo el programa del pase verde: imprimir el certificado de vacunación en papel en vez de descargarlo en la app. Aunque eso es posible, se espera que la app se convierta en el método de verificación más extendido.
Complicarse innecesariamente
Pero cualquier preocupación de privacidad debería abordarse antes de cualquier gran implementación. En EE. UU., el director de la Fundación PathCheck del MIT, Ramesh Raskar, se ha asociado con la consultora de diseño Ideo para crear una solución de baja tecnología. Su prototipo se basa en una tarjeta de papel, similar a la que reciben las personas cuando se vacunan.
La tarjeta de papel podría ofrecer múltiples opciones de verificación, escaneables en forma de códigos QR. Esta variedad permite, por ejemplo, mostrar únicamente el estado de la vacunación en la entrada de un concierto, mientras reserva el resto de la información para otros servicios estratégicos, como los de atención médica. "Para entrar en un autobús o en un concierto, se debería tener una solución muy fácil de usar y que proporcione un buen nivel de protección de la privacidad", señala. Pero otras situaciones pueden requerir más información: una aerolínea quiere saber quién es la persona que viaja, por ejemplo, y los hospitales necesitan registros médicos precisos.
Sin embargo, no se trata solo de garantizar que nadie tenga que entregar información personal para entrar en un bar. La privacidad también es importante para las personas sin papeles o las que desconfían del Gobierno, subraya Raskar. Las empresas no deberían crear otro "archivo hackeable" cuando necesitan acceder a su información, añade.
Raskar sugiere que, en este momento, los intereses comerciales chocan con la creación de algo tan simple. Un enfoque de este tipo no generaría muchos beneficios para las empresas de software, que quieren crear algo que al menos pueda reutilizarse de una forma más rentable en el futuro. En comparación con Israel, según Raskar, "en Estados Unidos estamos complicando innecesariamente las cosas".
El camino a seguir
No está claro qué tendría que hacer Estados Unidos para implementar un pasaporte de vacunación rápidamente. A diferencia de Israel, en EE. UU. no existe un registro general de identidad ni un sistema unificado de informes médicos.
Pero cualquiera que sea la opción que finalmente se generalice, también hay aspectos de esta idea que no se muestran en los anuncios. Por ejemplo, se han presentado propuestas que requerirían que los profesores y el personal médico proporcionen certificado de vacunación o una prueba negativa para poder acudir a sus lugares de trabajo.
El investigador del Instituto de Democracia de Israel Amir Fuchs considera que eso podría resultar demasiado intrusivo sobre los derechos de privacidad individual. Aun así, cree que "la mayoría de la gente entiende que existe una lógica en el sentido de que las personas vacunadas tendrán menos limitaciones".
A pesar de los avances en las campañas de vacunación, todos estos esfuerzos sobre un posible pasaporte aún se encuentran en las primeras etapas. La idea de PathCheck todavía no se ha implementado, aunque se están debatiendo los pilotos. En Dinamarca, los pasaportes de inmunidad son más una promesa que un plan. E incluso en Israel, la visión presentada por la publicidad gubernamental sigue siendo solo una ambición: mientras que las piscinas y las salas de conciertos pueden estar abiertas para quienes poseen pases verdes, los comedores y restaurantes aún no están abiertos, para nadie.