Días después de la presentada por Texas, otros 40 estados de EE. UU. acusan al gigante de sus acuerdos para que su buscador aparezca como predeterminado, de no ofrecer opciones neutras a los anunciantes y de que sus resultados de búsqueda dan ventaja a sus propios productos
Cuarenta fiscales generales que representan a estados y territorios liderados tanto por republicanos como por demócratas de EE.UU. han presentado una nueva demanda antimonopolio contra Google. En ella, alegan que la empresa tiene "un poder prácticamente ilimitado sobre el tráfico de búsquedas en internet" como resultado de su "inmenso y duradero monopolio en las búsquedas generales en internet".
La demanda se ha presentado solo un día después de otra denuncia por parte de Texas (EE. UU.) y nueve estados de EE. UU., y sigue la estela de otra anterior presentada en octubre por el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés).
La más reciente, encabezada por Colorado (EE. UU.), se centra en tres tipos de acusaciones. La primera es que Google ha firmado acuerdos multimillonarios para garantizar que su buscador aparezca de forma predeterminada para los clientes. En segundo lugar, la demanda sostiene que la plataforma de intercambio de publicidad de Google no ofrece opciones neutras a los anunciantes. La tercera acusa a los resultados de búsqueda de Google de dar ventaja a los productos de la propia empresa sobre los de la competencia. La demanda también expresa las preocupaciones sobre cómo los datos de los usuarios se han convertido en una nueva moneda de cambio, sin la cual la barrera de entrada resulta demasiado alta para que los nuevos competidores entren al mercado.
"El dinero ya no es la única forma de comercio, y en lugar de extraer y monetizar un recurso escaso como el petróleo, la economía de la atención se basa en extraer y comercializar el conocimiento sobre lo que está dentro de las mentes de los usuarios individuales", explica la demanda.
Esto perjudica tanto a los consumidores como a los anunciantes, dijo el fiscal general de Colorado, Phil Weiser, ya que a los usuarios "se les niegan los beneficios de la competencia, incluida la posibilidad de servicios de mayor calidad y mejor protección de privacidad", y los anunciantes "se ven perjudicados por la menor calidad y los precios más altos que, a su vez, repercuten a los usuarios".
¿Por qué hay tantas demandas?
Todas estas demandas son el resultado de una investigación conjunta sobre las prácticas potencialmente anticompetitivas de Google iniciada en septiembre de 2019 y que involucra a 48 estados, además de Washington y Puerto Rico.
La directora de estrategia de control del cumplimiento de la normativa de la organización Open Markets Institute, Sally Hubbard, explicó que la "estrategia de divide y vencerás" se debe a la limitación de recursos, "con diferentes organismos centrados en distintos aspectos del monopolio de Google".
¿Por qué se ha tardado tanto tiempo?
A pesar de que las tres demandas contra Google de este año (además de las denuncias e investigaciones contra Facebook, Amazon y Apple) representan un importante punto de inflexión en la regulación y aplicación de las leyes antimonopolio en Estados Unidos, no es la primera vez que estas empresas han sido puestas bajo la lupa.
En 2013, la Comisión Federal de Comercio de EE. UU. (FTC, por sus siglas en inglés) decidió no actuar contra Google, a pesar de haber encontrado pruebas de que "Google había llevado a cabo acciones agresivas para obtener ventaja sobre los proveedores de búsqueda rivales". Según la asesora externa de la FTC Beth Wilkinson, "la misión de la FTC es proteger a la competencia y no a los competidores individuales".
Aunque EE. UU. ha tardado en regular a las principales empresas de tecnología, otras jurisdicciones, especialmente Europa, han tomado varias medidas regulatorias en los últimos años, incluidos unos 8.000 millones de euros en multas.
El cambio se ha producido gracias a la creciente preocupación por la enorme influencia de las empresas Big Tech en la vida de la gente. Una encuesta de investigación de Pew de octubre de 2020 que demuestra que siete de cada 10 estadounidenses creen que las empresas de redes sociales tienen demasiada influencia en la política estadounidense.
¿Qué pasará ahora?
Weiser ya ha explicado sus planes para consolidar esta demanda con la denuncia del DOJ, y la audiencia inicial del caso está programada para el próximo viernes. Esta demanda busca "deshacer cualquier ventaja que Google haya obtenido como resultado de su conducta anticompetitiva, incluida la cesión de activos según corresponda", lo que podría suponer una fragmentación de la empresa.
Si bien estas demandas contra Google son colectivamente las más grandes, la compañía no es el único gigante tecnológico en el punto de mira. Hace dos semanas, la Comisión Federal de Comercio y 47 estados de EE. UU. presentaron dos demandas por separado contra Facebook. El DOJ y la FTC también están llevando a cabo investigaciones sobre Apple y Amazon, respectivamente. Parece que regular o dividir estas empresas sigue siendo un tema complicado.