Un estudio preliminar sugiere que los anticuerpos específicos contra la COVID-19 desaparecen en la mayoría de los pacientes tres meses después de los primeros síntomas y que su punto máximo se alcanza a las tres semanas. Si se confirma el hallazgo, puede que nunca se genere inmunidad colectiva
La noticia: la inmunidad al coronavirus (COVID-19) podría tener una duración muy corta, según un nuevo estudio longitudinal con personas que han contraído la enfermedad y se han recuperado.
El estudio: entre marzo y junio, investigadores del King's College de Londres (Reino Unido) sometieron a 96 pacientes y trabajadores sanitarios de la Fundación del NHS de Guy y St Thomas a pruebas de anticuerpos de forma continua. Todos tenían COVID-19, confirmado mediante una PCR o una prueba positiva de anticuerpos. Los investigadores encontraron que los niveles de anticuerpos contra el virus alcanzaron su punto máximo unas tres semanas después que aparecieran los síntomas y luego bajaron rápidamente. Aunque el 60 % de los participantes generó una respuesta de anticuerpos "potente" mientras tenían la COVID-19, solo el 17 % mantuvo el mismo nivel al final del período de pruebas de tres meses.
Los niveles de anticuerpos resultaron más altos y duraderos en aquellos que sufrieron casos más graves de COVID-19. Para algunos casos más leves, fue imposible detectar anticuerpos al final de los tres meses. La investigación se ha publicado en preprint en medRxiv, lo que significa que los hallazgos aún se deben someter a revisión por pares.
Qué significa: el estudio plantea la posibilidad de que, al igual que otros coronavirus, la COVID-19 pueda volver a contagiar a las personas de forma repetida. Si se confirma, es posible que nunca generemos "inmunidad colectiva", ni a través de una vacuna de una sola dosis ni por la propagación comunitaria del virus, ya que cualquier anticuerpo protector disminuiría con el tiempo. No obstante, los anticuerpos no son la única manera en la que las personas pueden combatir el COVID-19. Las células T, que buscan y destruyen las células infectadas con SARS-CoV-2, también podrían proporcionar cierta protección.
En resumen, todavía no tenemos suficientes datos de pacientes para poder sacar conclusiones certeras sobre la inmunidad. Más allá de algunas noticias anecdóticos de personas que han contraído COVID-19 dos veces, ninguno de esos casos ha sido confirmado.