En función de la carga vírica media de los enfermos de COVID-19, se estima que hablar a un tono elevado durante un minuto genera al menos 1.000 gotitas que contienen el virus, las cuales pueden permanecer en el aire más de ocho minutos y, a veces, hasta 14 minutos. El hallazgo refuerza la necesidad de usar mascarillas en cualquier circunstancia
La noticia: según un nuevo estudio, cuando las personas hablan en voz muy alta, expulsan miles de gotitas que permanecer en el aire entre ocho y 14 minutos antes de desaparecer. La investigación, realizada por un equipo de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y publicada en PNAS a mediados del mes de mayo, podría influir bastante en nuestra comprensión de la transmisión del coronavirus (COVID-19).
De qué se trata: los virus respiratorios como el SARS-CoV-2 se transmiten por contacto directo o cuando el virus viaja mediante pequeñas gotitas liberadas en el aire por un portador. Por eso es tan importante cuando alguien tose y estornuda. Pero al hablar también se pueden liberar miles de gotitas en el aire. Los investigadores estaban interesados en ver cuántas se producían y cuánto tiempo podían permanecer en el aire.
Los hallazgos: los investigadores pidieron a los participantes en el estudio que repitieran frases mientras utilizaron láseres sensibles para visualizar las gotitas producidas, y las analizaron a medida que se descomponían en un ambiente cerrado y sin movimiento de aire. Basándose en los análisis previos sobre cuánto ARN viral se puede encontrar en los fluidos orales en la media de los enfermos de COVID-19, los científicos estiman que hablar en voz alta durante un solo minuto genera al menos 1.000 gotitas que contienen el virus. Sus observaciones sugieren que permanecen en el aire durante más de ocho minutos y, a veces, hasta 14 minutos.
Límites: la hipótesis supone que cada virión tiene una probabilidad igual, no nula, de causar el contagio, algo que ha resultado no ser cierto para la COVID-19. Además, la investigación se realizó en un entorno estrictamente controlado, y no tuvo en cuenta los tipos de circulación de aire y los cambios de temperatura que se encuentran en casi cualquier ambiente del mundo real.
Implicaciones: a pesar de ello, el resultado plantea serias preocupaciones de que el simple acto de hablar por parte de un enfermo contagioso podría ser peligrosamente efectivo para transmitir el coronavirus a otras personas. Los investigadores destacan que sus estimaciones son conservadoras. Algunos enfermos producen una cantidad de virus mucho mayor que la media, lo que podría aumentar la cantidad de gotitas víricas "a más de 100.000 por cada minuto de habla". El mayor impacto de los hallazgos podría estar en reforzar la necesidad de usar mascarillas en cualquier circunstancia al salir de casa, para evitar una posible transmisión.